12 de octubre: Pedro Álvares Cabral, el inexperto navegante que «descubrió por accidente» Brasil en 1500 – BBC News Mundo
El 22 de abril de 1500, la flota comandada por Álvares Cabral llegó a lo que hoy es el estado de Bahía y que, en virtud del Tratado de Tordesillas, pertenecía a la Corona de Portugal.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!
13 navíos con 1.500 hombres partieron de Lisboa con destino a la India el 9 de marzo de 1500. Pero la expedición, liderada por Pedro Álvares Cabral, tuvo un gran imprevisto: el «descubrimiento» de Brasil.
En aquel momento, España y Portugal eran dos superpotencias que competían por riquezas y territorios tras la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492.
De hecho, mientras Cabral zarpaba con su poderosa flota, Colón se encontraba en su tercera expedición, en la que llegó a la costa de la actual Venezuela.
La expedición comandada por el portugués tenía como objetivo llegar a Calicut, sur de India, para afianzar la ruta bordeando el cabo de Buena Esperanza que había establecido dos años antes su compatriota Vasco da Gama, considerado el primer europeo en navegar hasta India.
No obstante antes de alcanzar su objetivo, Cabral llegó a la costa brasileña, uno de los episodios más importantes de la historia de Portugal, aunque persiste la duda sobre qué tan casual fue.
«¿Si hubo algún imprevisto? Bueno, hubo un gran imprevisto, sí: la llegada a Brasil», le dijo Paulo Pinto, de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, de la Universidade Nova de Lisboa, en Portugal, a BBC Brasil para un reportaje con motivo del 520 aniversario de la llegada de los europeos a Brasil.
«La armada tenía como destino la India y tocó la costa brasileña por accidente. Es posible que Portugal ya sospechara de la existencia de tierras en esa región, pero lo cierto es que Cabral y sus hombres fueron tomados por sorpresa. La llegada a Brasil fue, por tanto, un accidente de ruta en un viaje que tenía objetivos estratégicos bien definidos. India era la prioridad número uno en la corona de Portugal».
Un almirante inexperto
Curiosamente, el hombre a quien el entonces rey de Portugal, Manuel I (1469-1521), había confiado la mayor, más cara y más poderosa armada portuguesa, nunca antes había comandado una expedición.
Era un noble portugués, de unos 32 o 33 años, y no un navegante reputado como Vasco da Gama o Bartolomeu Dias, el primero en atravesar el cabo de Buena Esperanza.
Las circunstancias de su elección por parte del rey Manuel I son desconocidas y lo único que se sabe es que tenía la absoluta confianza de la Corona portuguesa.
«Cabral era hijo de una familia que, desde 1385, mantenía estrechos vínculos con la Corona», le dijo a BBC Brasil el periodista y escritor Eduardo Bueno, autor de Brasil: Terra à Vista! – A Aventura Ilustrada do Descobrimento (Brasil: ¡Tierra a la vista! La aventura ilustrada del descubrimiento).
Pero poco más se sabe de la vida de Álvares Cabral.
Quien pasaría a la historia como el descubridor de Brasil nació entre 1460 y 1470 en el pueblo de Belmonte, y murió en 1520, en la ciudad de Santarém.
Para los historiadores portugueses consultados por BBC Brasil, Álvares Cabral es un personaje mucho menos controvertido que otros navegantes, y los detalles conocidos sobre su vida no son muy interesantes.
La gran polémica sobre su vida es si llegó a la costa brasileña intencionalmente o por accidente.
¡Tierra a la vista!
Estas expediciones eran tan arriesgadas que, antes de partir, muchos de los tripulantes ya tenían firmados sus testamentos.
En ellas se conjuraban peligrosas tormentas, naufragios, enfermedades y el hambre.
La comandada por Álvares Cabral no fue excepción.
Debía seguir la ruta tomada anteriormente por Vasco da Gama, para fortalecer los lazos comerciales que había iniciado su predecesor.
A solo ocho días del inicio del viaje, la flota enfrentó su primera tormenta. Tan fuerte que, cerca del archipiélago de Cabo Verde, una de las naves, con 150 hombres a bordo, desapareció.
Por ello, siguiendo las instrucciones del propio Da Gama, basadas en sus experiencias durante el primer viaje, Cabral tomó una ruta más occidental para tener unas condiciones y vientos más favorables.
Así fue que, 44 días después de partir, empezaron a divisar algas. Después a unos 60 kilómetros de la costa, alguien gritó: «¡Tierra a la vista!». Era el atardecer del 22 de abril de 1500.
Frente a ellos estaba la costa de lo que hoy es Porto Seguro, en el estado brasileño de Bahía. Pensando que era una isla, Álvares de Cabral llamó al territorio Isla de Vera Cruz.
La flota permaneció en el lugar 10 días, antes de partir, el 2 de mayo, hacia Calicut. Una de las naves, comandada por Gaspar de Lemos, fue enviada de regreso a Portugal con la misión de comunicar al rey el «descubrimiento» de la nueva tierra.
La segunda parte del viaje duró poco más de cinco meses. El 13 de septiembre de 1500, la flota de Cabral, reducida a seis barcos, llegó a su destino, Calicut. En India, la flota sufrió más bajas.
De regreso a Portugal, lo que quedaba de la flota atracó en Lisboa, el 21 de julio de 1501.
Del total de 1.500 hombres, solo 500 lograron regresar a casa. El resto murió en el mar, víctima de naufragios o enfermedades.
A pesar de haber sufrido pérdidas, la expedición fue un éxito. Tras su regreso, Cabral recibió numerosos honores, pero no volvió a comandar ninguna otra expedición relevante.
«Esto ha dado lugar a algunas interrogantes. Los historiadores dicen que el rey quedó insatisfecho con sus servicios, pero son solo especulaciones», explicó el profesor Pinto.
¿Una casualidad?
A Brasil por poco no llegaron otros navegantes, entre ellos el portugués Duarte Pacheco Pereira.
Al mando de una flota de ocho barcos, Pacheco Pereira habría explorado la costa brasileña, a la altura del actual estado de Maranhão (noreste) en diciembre de 1498.
«Aunque lo sugiere en su libro Esmeraldo de Situ Orbis, no hay ningún documento que acredite esa tesis», le explicó Bueno a BBC Brasil.
Pero la supuesta presencia de Pereira deambulando por la costa brasileña en 1498 hace que algunos historiadores descarten la hipótesis de que Cabral llegó a Brasil por casualidad.
Para muchos, el hecho de que Cabral se desviara al oeste muestra que los portugueses ya sabían de la existencia de esas tierras, que le pertenecían a Portugal en virtud del Tratado de Tordesillas.
«El consenso es que Portugal conocía la existencia de tierras en el Atlántico. De lo contrario, no habría presionado al papa Alejandro VI para modificar la bula Inter Coetera, de 1493, que dejaba a los portugueses fuera del Nuevo Mundo descubierto por Colón en 1492″, le explicó Ronaldo Vainfas, catedrático de Historia Moderna en la Universidad Federal Fluminense (UFF), en Río de Janeiro, a André Bernardo, de BBC Brasil.
Esa bula trazaba una línea divisoria en el Atlántico 100 leguas al oeste de las Azores y Cabo Verde: todo lo situado al este sería para Portugal, mientras que lo que quedaba al oeste se lo adjudicaba Castilla.
Inicialmente Portugal lo aceptó, pero en el proceso de discusiones que tuvieron lugar en Tordesillas entre ambas partes, los portugueses solicitaron el desplazamiento de la línea divisoria hacia el oeste.
El 7 de junio de 1494, los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, y el entonces rey de Portugal, Juan II, llegaron a un compromiso y firmaron el Tratado de Tordesillas, un acuerdo para repartirse las tierras «descubiertas y por descubrir» fuera de Europa.
Trazaron la línea divisoria del océano Atlántico situada a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde. Brasil, por tanto, quedaba del lado portugués.
«Pero el hecho es que el viaje de Cabral iba realmente a la India. Una tormenta desvió la ruta y terminó en Porto Seguro. Una cosa es saber que había tierras allí. Otra es armar una expedición con el propósito de llegar al sur de Bahía. Por eso, el historiador portugués Joaquim Romero de Magalhães (1942-2018) prefiere llamar al viaje ‘hallazgo’ y no ‘descubrimiento'», agregó Vainfas.
Además de Pereira, otros dos exploradores españoles habrían llegado a Brasil antes que Cabral: Vicente Pinzón y Diego de Lepe.
Pinzón, quien había formado parte de la flota que, al mando de Colón, llegó por primera vez a América en 1492 habría llegado al Cabo de Santo Agostinho, en la costa de Pernambuco, el 26 de enero de 1500, tres meses antes de la llegada de Cabral a Bahía.
Unas semanas más tarde, en febrero de 1500, el primo de Pinzón, Diego de Lepe, también navegó por aguas brasileñas.
España simplemente no reclamó el descubrimiento de Brasil debido al Tratado de Tordesillas. Aun así, el rey Fernando II de Aragón condecoró a Vicente Pinzón y Diego de Lepe por la hazaña de haber «descubierto» Brasil.
Y Cabral pasó a la historia por el descubrimiento del que hoy es el gigante sudamericano.