Amelia Earhart pudo sobrevivir como náufrago en una isla del Pacífico
Nuevas pruebas sustentan la idea de que la pionera de la aviación que desapareció misteriosamente en 1937 no murió al estrellarse su avión
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El 3 de julio de 1937, Amelia Earhart (Kansas, 1897- ? ) desapareció misteriosamente cuando intentaba completar su vuelo alrededor del mundo. La intrépida aviadora norteamericana había despegado el día anterior junto a su copiloto Fred Noonan de un pequeño aeropuerto llamado Lae en Papua, Nueva Guinea, con destino a Howland Island, una pequeña mancha en el Océano Pacífico donde repostar antes de continuar su circunnavegación del mundo. Earhart había solicitó la ayuda del buque Itasca, para que le informara por radio de la posición de la isla cuando su avión estuviese cerca. Pero el contacto por radio se perdió.
Conocida en todo el mundo por convertirse en la primera mujer que atravesó el Atlántico en un vuelo en solitario, las exhaustivas e infructuosas búsquedas llevadas a cabo por la Marina y la Aviación estadounidense fueron seguidas con gran interés. No se encontró ningún signo de accidente ni rastro alguno de los pilotos. En 1939, el gobierno de Estados Unidos canceló la búsqueda y declaró muerta a la pareja.
Su extraña desaparición sigue siendo uno de los misterios más famosos de la aviación, aunque nuevas pruebas sustentan ahora la idea de que la pionera de la aviación pudo haber sobrevivido un tiempo como náufrago en la isla Gardner, un atolón de las islas Kiribati del Pacífico conocido hoy como Nikumaroro.
El Group for Historic Aircraft Recovery (TIGHAR), una organizaciones americana que trabaja en la búsqueda de aviones desaparecidos, reabrió la investigación en 2012 tras el descubrimiento de una fotografía tomada por una expedición británica en 1937 que sugería que el avión pudo haberse estrellado en esta isla. Ahora cree tener evidencias de que Earhart no murió al estrellarse con su bimotor Electra en el Pacífico.
Huesos hallados en 1940
Los investigadores de Tighar sospechan que un esqueleto parcial encontrado en la isla de Nikumaroro en 1940 podría haber sido el de la aviadora estadounidense. En un principio se creyó que los restos pertenecieron a un hombre y fueron guardados en un almacén hasta que en los años noventa otro investigador revisó los informes, documentó con fotografías los huesos y concluyó que el esqueleto podía ser femenino. Sin embargo, éste se perdió.
Antropólogos forenses evaluaron en 1998 las medidas anotadas y llegaron a la conclusión de que «la morfología de los huesos recuperados, en la medida en que podemos afirmar aplicando los métodos forenses contemporáneos a las mediciones tomadas en el momento, parece consistente con una hembra de la altura y el origen étnico de Earhart». Recientemente, uno de los investigadores, Richard Jantz, se percató de una peculiaridad. Entre los huesos documentados había un húmero y un radio con una longitud que se correspondía a una mujer occidental de mediana edad nacida en el siglo XIX.
Tighar consultó entonces con un especialista en imágenes forenses, Jeff Glickman, quien comparó las mediciones con una fotografía de Amelia Earhart que muestra sus brazos desnudos. La longitud de su radio era prácticamente idéntico al hallado en la isla en 1940.
En Tighar también afirman que tienen pruebas de que Earhart hizo transmisiones de radio hasta el 6 de julio, demostrando que aún estaba viva mucho después de que el avión se hubiera quedado sin combustible.
Nada de esto demuestra que los restos sean de Earhart, admiten los investigadores, ya que el esqueleto no ha sido encontrado y sometido a pruebas de ADN, pero sugiere que la intrépida aviadora pudo haber vivido como náufrago en la remota isla durante algún tiempo.
Origen: Amelia Earhart pudo sobrevivir como náufrago en una isla del Pacífico