¿Cómo sería tu maleta para viajar al más allá? – RT
Esta pregunta se la hicieron a 100 personas los organizadores de una muestra artística en México, y los resultados fueron sorprendentes.
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En el marco del Año Dual Alemania-México, el Museo de Arte Popular de la capital del país azteca expone la muestra ‘Hacia el más allá y de regreso. Una maleta para el último viaje’.
La obra consiste en presentar 100 maletas de habitantes de México y Alemania, dos países con miradas muy diferentes de la muerte.
¿Cómo surgió la idea?
El autor del trabajo, el tanatólogo (estudioso del fenómeno de la muerte) Fritz Roth, les pidió a jóvenes y mayores, varones y mujeres, pobres y ricos de distintas profesiones de ambos países que le dijeran qué pondrían en la maleta con la cual harían su último viaje. Para orientarlos les envío preguntas en las que les planteaba si creían que había algo después de la muerte; si se encontrarían con sus familiares y amigos, entre otras.
Roth «tuvo la idea de reflexionar en torno a la muerte de una manera más creativa», comentó Magdalena Wiener, coordinadora de exposiciones del Goethe-Institut Mexiko.
De acuerdo al portal Alemania-México «cada una de las maletas» ―50 mexicanas y 50 alemanas― «tiene anexado el perfil de quien empacó». Allí también «están anclados los pensamientos al momento de empacar y el significado de los objetos». La exposición «nos invita a descubrir las diferencias culturales y las características comunes, pero sobre todo a que cada uno de nosotros se confronte con su propio viaje final», apuntan.
Las maletas y los países
Tal como se preveía, lo que cada nacionalidad puso en la maleta fue muy diferente. Los mexicanos eligieron acuarelas, cartas, libros, y hasta un par de zapatos. Por su parte, los alemanes seleccionaron revistas de palabras cruzadas, la imagen de un ángel, una camisa con moño e incluso una calavera.
«Son dos culturas con formas muy distintas en su visión para lidiar con la muerte. México tiene esa gran tradición de celebrar la muerte con muchos colores, con disfraces, de dar dinero a los niños, cosas que no están presentes en Alemania», sostuvo Magdalena Wiener.
«Para los mexicanos parece un tema fácil de lidiar, pues hasta se regalan calaveritas de dulce que se pueden chupar, lo que para nosotros como alemanes sería un choque total», concluyó.