Cuando los nazis invadieron Kiev tras vencer al Ejército rojo: «La bandera del III Reich ondea en Ucrania» – Archivo ABC
En el verano de 1941, la Wehrmacht alemana lanzó un avance masivo hacia Moscú que buscaba derrumbar, cual efecto dominó, todas las estructuras administrativa y militares de la URSS
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!
Kiev (Kyiv) es una de las ciudades más antiguas de Europa y una de las que, inevitablemente, ha cambiado más de manos a lo largo de sus 1500 años de historia. Eslavos, tártaros, polacos, cosacos, rusos, soviéticos o alemanes son solo algunos de los pueblos que han levantado su casa en la que hoy es la capital de Ucrania. A comienzo de la Segunda Guerra Mundial, la ciudad ucraniana, convertida en capital de la República Socialista Soviética de Ucrania desde 1934, se situó en la senda de conquistas que la Alemania nazi había trazado camino de Moscú.
«Las tropas alemanas continúan aumentando la profundidad de su avance a través de los fortificaciones soviéticas de la región de Kiev.
En un ataque temerario desalojaron de sus posiciones a los bolcheviques que guarnecían 21 fortines de construcción modernísima y dotados de todos los adelantos de la ciencia militar. Los contraataques rojos, efectuados en parte por fuerzas blindadas, se estrellaron ante el fuego eficaz de los soldados del Reich», publicaba ABC a principios de agosto de 1941 en una información con un claro sesgo contra los soviéticos y a favor del Tercer Reich, como las que se publicaba en España durante una época dominada por la posición política del país en la Segunda Guerra Mundial.
En el verano de 1941, la Wehrmacht alemana lanzó un avance masivo hacia Moscú que buscaba derrumbar, cual efecto dominó, todas las estructuras administrativa y militares de la URSS. Las desavenencias internas en las filas de Stalin y las recientes derrotas de Ejército Rojo despejaron el camino hacia el corazón ruso. Tras enfrentarse de manera reiterada a ingleses, franceses y otras naciones europeas, los alemanes reconocieron la dificultad de luchar contra «el más duro adversario que hasta ahora ha encontrado el Ejército alemán».
La toma de Kiev
Cuando en julio Hitler tuvo noticias de la concentración masiva de tropas soviéticas en las regiones septentrionales de Ucrania, más de 600.000 efectivos scon base central en la ciudad de Kiev, ordenó a sus generales que se dirigieran a cercar esta ciudad y aislar al enemigo en grandes bolsas de infantería. Sin cobertura aérea y con una lluvia diaria de artillería de la Wehrmacht, Kiev aguantó en pie hasta septiembre de 1941 con una defensa que involucró a dos millones de soldados y unas bajas atronadoras.
«La experiencia muestra que el número de muertos soviéticos es cuando menos tan elevado —probablemente más elevado—que el de prisioneros. En contradicción con estas cifras la propaganda enemiga intenta disminuir el efecto de los éxitos alemanes—que ya no puede negar—, inventando pérdidas alemanas, que en muertos solamente rebasarían el millón y medio o los dos millones si fueran cierta», aseguró ABC a mediados de septiembre.
Tercera en tamaño en la URSS, solo superada por Moscú y Leningrado, esta populosa ciudad no fue evacuada hasta que fue demasiado tarde y las tropas, sin mandos, estaban ya atrapadas en interior. El ataque concentrado de las fuerzas del mariscal von Rundstedt y del mariscal von Bock arrastró a los soviéticos a luchar en el curso superior del río Desna y de allí hacia el sur. El 13 de septiembre, cuatro ejércitos rusos quedaron rodeados en un movimiento de tenaza. «En un área de 25.000 kilómetros, cerca de medio millón de bolcheviques quedan bajo el fuego de las poderosas armas alemanas. La tremenda derrota sufrida en Kiev, que ha de agrandarse en jornadas inmediatas, presagia la catástrofe aniquilación del comunismo», narraba ABC en sus páginas dedicadas a información internacional.
El 17 de septiembre de 1941, se completó el cerco alemán sobre la ciudad y el 19 del mismo mes, las tropas alemanas comenzaron a entrar en Kiev iniciando un feroz combate urbano por cada metro. La resistencia soviética en el «cerco de Kiev» duró hasta el 26 de septiembre, sorprendiendo el número de bajas en las filas soviéticas. Los jefes del OKH alemán afirmaron haber capturado 665.000 prisioneros. Solo 15.000 soldados del Ejército Rojo pudieron huir de Kiev y volver a sus líneas.
«Desde ayer por la mañana, la bandera del III Reich ondea en las alturas de la ciudad de Kiev, capital de Ucrania y tercera población, en importancia, de la Rusia soviética. Las tropas alemanas han logrado este objetivo primordial mediante una maniobra de tenaza, que asombra por su magnitud. La tentativa, sin pareja ni semejanza en la historia del arte militar, solo podía ser asequible para la máquina castrense de la Alemania de Hitler», anunciaba ABC el 20 de septiembre. Los escasos defensores de las ruinas de Kiev, sin municiones ni esperanzas de refuerzo, y sin vías de escape, capitularon poco después.
Kiev fue bombardeada durante la guerra y la posterior ocupación por parte de la Alemania nazi. Importantes edificios históricos quedaron gravemente dañados. La liberación de la ciudad no se produjo hasta noviembre de 1943.