28 marzo, 2024

Doctor Muerte: Un Nazi que Cortaba las cabezas y HERVÍA LOS CRÁNEOS para PISAPAPELES

Como su colega Josef Mengele, del campo de Auschwitz, Heim desapareció hace 43 años. Desde entonces es buscado en todo el mundo.

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Aribert Heim, el “Doctor Muerte” y tambien llamado el “Carnicero de Mauthausen”, tendría en la actualidad 94 años. Es considerado uno de los principales criminales de la Segunda Guerra Mundial. Nadie retiró el dinero de su cuenta millonaria, ni sus inversiones, para lo que haría falta un certificado de su muerte. Su hija realizó 50 viajes en un año a Bariloche. Sus perseguidores ofrecieron 310.000 euros para quien ofrezca datos.

Aribert Heim (Dr. Muerte) (28 de junio de 1914) es un ex médico de Austria, también conocido como “Doctor muerte”. Como médico de las SS en un campo de concentración nazi de Mauthausen, se le acusa de matar y torturar a muchos reclusos a través de diversos métodos, tales como las inyecciones directas de compuestos tóxicos en los corazones de sus víctimas.

Junto a Alois Brunner, Heim, que sería ahora nonagenario (a partir de 2008), es uno de los últimos grandes nazis fugitivos que siguen en libertad.

Bio

Heim nació en Bad Radkersburg, Austria-Hungría. Su padre fue policía y su madre ama de casa. Antes de casarse fue un excelente jugador de hockey sobre hielo. Se tituló de médico en 1940. Tuvo dos hijos dentro del matrimonio, otro ilegítimo. Lo que no se sabe de él es su paradero.

Aribert Heim nació el 28 de junio de 1914 en Radkersburg. Ganó fama de inteligente y mujeriego. Miembro del partido nazi y de la SS, se desempeñó como médico encargado del campo de concentración de Mauthausen, cerca de Linz, donde asesinó a centenares de prisioneros con inyecciones al corazón u operándolos sin anestesia.

Algunos relatos son escalofriantes: una vez abrió –sin calmantes– el abdomen de un paciente para extraerle los intestinos, el hígado y el bazo. Para la víctima fue un martirio. También disecó las cabezas de dos de sus víctimas y las expuso públicamente.

experimentó con la inyección de benceno en prisioneros y operaciones sin anestesia para cronometrar en ambos casos el tiempo en morir. Adicto a cocer cráneos humanos y usarlos de pisapapeles

“Heim es un hombre cuya crueldad supera la de todos los otros médicos de los campos de concentración”, escribe el autor Ernst Klee en su libro “Auschwitz, la medicina de los nazis y sus víctimas”.
Como su colega Josef Mengele, del campo de Auschwitz, Heim desapareció hace 43 años. Desde entonces es buscado en todo el mundo. “Estamos seguros que está vivo”, dicen los cazanazis.

Primavera en 1940: el joven y guapo estudiante de medicina ha recién terminado su carrera con éxito y se integra como miembro voluntario a la SS (abreviación alemana de Schutz Staffel, la unidad paramilitar del nazismo). Después de una corta estadía como inspector en el campo de concentración de Buchenwald, es trasladado en octubre de 1941 a Mauthausen, el campo de exterminio donde murieron 100 mil personas.

Sin mucha experiencia, el joven médico Heim mató a sus víctimas con una mezcla de racismo, curiosidad científica y, simplemente, placer. Por el mero gusto de experimentar probó, junto al farmacéutico del campo, diversos “cócteles de la muerte”. Los inyectaba a sus víctimas para verificar cuáles eran los más efectivos, rápidos y económicos.

De acuerdo con las versiones de los sobrevivientes de Mauthausen, de todos los médicos del campo, Heim fue el más sádico. Una vez agarró a un judío de Viena y lo tiró ante a un espejo. “Mira tu nariz. Algo así no le sirve al Führer”, le dijo. El hombre se puso a llorar e imploró por su vida. Pero Heim lo mató con una inyección directa al corazón. Luego, le cortó la cabeza y la cocinó. Pasados algunos días, Heim mostró con orgullo el trofeo a sus camaradas. “Miren”, les dijo, “hubiera sido una pena quemar esta linda carita”.

Su abogado, Fritz Steinacker, que también representó a Josef Mengele, declaró ante la justicia que su cliente jamás cometió estos actos. Sin embargo, Efraim Zuroff es taxativo: “Los hechos demuestran que él hizo lo mismo que Mengele, el ángel de la muerte de Auschwitz”.

Después de su paso por Mauthausen, Heim fue trasladado al hospital militar de la SS en Viena. De ahí pasó a trabajar en una división de la SS en Finlandia –en el hospital militar de Oulu–. Reapareció en Noruega, desde donde se perdió su rastro hasta el fin de la guerra.

Las tropas estadounidenses lo detuvieron el 15 de marzo de 1945, cerca de Buchholz, y lo enviaron a un campo de prisioneros de guerra en Ludwigsburg, cerca de Stuttgart. Entre 1947 y 1949 trabajó en una fábrica de sal, cerca de Heilbronn, en el sur de Alemania.

De ahí en adelante llevó una vida “normal” y sin mayores obligaciones. Trabajó como médico asistente en el hospital civil de Friedberg. En julio de 1948 se casó con una colega, hija de una adinerada familia burguesa alemana. De ese período no hay fotos ni documentos. “Como si alguien hubiera borrado su vida pasada”, dice uno de los cazanazis.

Seis años más tarde, el “carnicero de Mauthausen” inauguró su primer consultorio ginecológico en Baden-Baden. Luego, viajó por el país como un diligente vendedor de productos farmacéuticos.
Así, el amable señor Heim logró reconvertirse en un miembro respetado de la alta sociedad en el país del milagro económico.

Sin embargo, al parecer, el propio Heim supo de antemano que su fachada comenzaba a derrumbarse y minuciosamente preparó su paso a la vida clandestina. Vendió su casa en Berlín, contrató una conocida empresa administradora de propiedades y dejó un poder a su abogado, Fritz Steinacker, válido desde el día en que se sumergió.

En la noche del 13 de septiembre de 1962 dejó su residencia en Baden-Baden y desapareció.
La mañana siguiente, la policía allanó su domicilio con una orden de arresto. Encontró sólo a su esposa y sus dos hijos. “Tuvimos la sensación que cuando nosotros entramos por la puerta principal, él salía por la puerta de atrás,” recuerda uno de los agentes que participaron en el intento de captura. A él no le cabe la menor duda de que Heim fue alertado del operativo.

En abril de 1963 reapareció en Berlín. Alojó, utilizando su nombre legal, en el Hotel Frühling y solicitó al administrador de sus propiedades que cooperara con su hermana Hertha. La policía se enteró tardíamente de la reunión. La última oportunidad de detenerlo en Alemania se esfumó.

Se cree que entre 1963 y 1967, Heim trabajó como médico de la policía en Egipto, país que sirvió como refugio a muchos criminales nazis. La información fue confirmada por turistas alemanes que lo vieron entre un grupo de generales egipcios en el canal de Suez.
Su familia en Baden-Baden encontró dos veces un papel que decía: “Estoy bien”. Sin embargo, su esposa pidió el divorcio en 1967 y se distanció públicamente de su marido. Para proteger a los hijos, sospechan los cazanazis.

Entre 1979 y 1983, el Mossad, servicio secreto israelí, lo ubicó en Paysandú, ubicado en la zona fronteriza entre Uruguay y Argentina, donde tenía un consultorio como siquiatra. Su hija Waltraud, que estudió en Uruguay a principios de los ’70, hoy vive en Chile.

A principios de los años ’90, Simon Wiesenthal reencontró sus huellas en Uruguay. La policía local informó haber encontrado un hombre llamado Heinrich von Heim, nacido el 26 de junio de 1924. Wiesenthal y sus colegas confirmaron que esa persona efectivamente estuvo en Fray Bentos en 1983, pero no consiguieron aclarar su identidad.

Wiesenthal sospechó entonces que Heim fue avisado por un círculo de amigos y ex colegas. Esta red de ex nazis en América Latina tendría contactos hasta en las representaciones alemanas en el extranjero. Así, los buscados se anticipan a las investigaciones en curso.
Uno de los informantes de Wiesenthal está convencido de que en 1998, Heim seguía viviendo en Paysandú. “Probablemente tenía amigos policías que lo protegían”, dice.

La pista más reciente se encuentra en Hessen: una llamada anónima recibida por Stefan Klemp, colega de Efraim Zuroff en Alemania. La persona le dijo que había reconocido a Heim en un hogar de ancianos cerca de Francfort, donde vive la hermana de Heim. Esta última le habría brindado apoyo económico, afirman los cazadores de criminales de guerra nazis de Stuttgart.

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Cuando comenzó la “Operación Última Oportunidad”, los cazanazis de Stuttgart intentaron interceptar los teléfonos de la familia Heim. Esto, según Zuroff, no fue posible por la falta de colaboración de la justicia alemana.

En la oficina del fallecido Simon Wiesenthal está colgado un gran mapa del territorio del Tercer Reich, donde están marcados todos los campos y lugares de exterminio nazis. Detrás de su viejo escritorio se pueden ver en fila sobre estantes sus documentos más preciados. Entre ellos, tres carpetas personales que contienen la información sobre Mauthausen, el campo de concentración donde estuvo detenido Wiesenthal y del que fue liberado hace 61 años.

Carrera

A partir de febrero de 1942 se desempeñó en la 6 ª División de Montaña SS Nord en el norte de Finlandia, sobre todo en Oulu los hospitales como un médico SS. Su servicio continuó hasta al menos octubre de 1942.

El 15 de marzo de 1945, Heim fue capturado por soldados de EE.UU. y enviado a un campamento para prisioneros de guerra. Fue puesto en libertad bajo dudosas circunstancias y trabajó como Ginecólogo en Baden-Baden hasta su desaparición en 1962. Huyó cuando un informador le dijo que la policía austríaca lo investigaba por crímenes de guerra. Posteriormente desaparece, se desplaza a España, Uruguay (donde abre un establecimiento Psiquiátrico y Ginecólogo de 1979 a 1983), probablemente también Argentina y Paraguay, posiblemente, también Egipto y Brasil, y luego finalmente de nuevo hasta España 2005.

Después de Alois Brunner y de Adolf Eichmann, Heim es el segundo Oficial Nazi más buscado.
Heim aparentemente se ha escondido en América del Sur, España y los Balcanes. Efraim Zuroff, del Centro Wiesenthal, ha iniciado una búsqueda activa de su paradero. Ya a finales de 2005, la policía española determinó su ubicación como Palafrugell. De acuerdo con el diario “El Mundo”, Heim habría sido ayudado por colaboradores de Otto Skorzeny, quien ha organizado una de las mayores bases de Odessa de Franco en España . Odessa estaba, evidentemente, todavía en vigor de un modo u otro. Los informes de prensa a mediados de octubre de 2005 sugirieron que la detención por la policía española era “inminente”. Dentro de esos días, sin embargo, los informes más recientes sugirieron que había eludido con éxito la captura y se había trasladado ya sea a otra parte de España o bien a Dinamarca.

A principios de 2006, Heim se cree que se encuentra en Chile, donde su hija Waltraud, ha vivido desde principios del decenio de 1970 en Puerto Montt. Cuando se le preguntó acerca del paradero de su padre por parte de las autoridades chilenas, en virtud de las solicitudes de Alemania, Waltraud Aribert alegó que había muerto en 1993. Sin embargo, cuando trató de recuperar un millón de dólares de herencia de él (en una cuenta a su nombre), no podía proporcionar ningún certificado de defunción.

Heim presuntamente se ha trasladado a España tras huir de Paysandú, Uruguay, cuando se encontró allí por el Mossad israelí. El gobierno alemán está ofreciendo € 150.000 por información que conduzca a su arresto, mientras que el Centro Simon Wiesenthal lanzó la Operación “Última Oportunidad”, un proyecto para ayudar a los gobiernos en la localización y detención de presuntos criminales de guerra nazis que siguen vivos.

En los últimos cinco años, 300000 € se han retirado de sus cuentas y trasladados a España y Dinamarca. Un joven italiano de Palafrugell, España, tiene contacto con uno de los hijos de Heim en la Costa Brava, región de Cataluña.

El dinero transferido de la cuenta planteó la sospechas de los funcionarios israelíes, en contacto con el Instituto Penal en el estado alemán de Baden-Württemberg. Después de que el Instituto Penal investigase en la cuenta, llegaron a la conclusión de que era dinero de Heim, lo que sugiere que Heim estaba todavía vivo, y que su familia había mentido acerca de su presunta muerte en América del Sur debido al cáncer.

Los investigadores alemanes, junto con el Centro Simon Wiesenthal, han descubierto sus cuentas bancarias secretas en Berlín a comienzos del decenio de 2000. Demostraron tener 1 millón de € (£ 680000, $ 1350000) en efectivo y otros activos. Se ha partido del supuesto de que Heim sigue con vida, y esto se fundamenta en el hecho de que ninguno de sus tres hijos requirió nunca cualquier parte de este dinero en herencia. Impuestos sobre los registros demuestran que, lo más tarde en 2001, el abogado de Heim solicitó a las autoridades alemanas las ganancias de capital de devolución de impuestos percibidos por él, porque él estaba viviendo en el extranjero.

Fredrik Jensen, un noruego y ex SS, fue puesto bajo investigación policial en junio de 2007, acusado de ayudar a Aribert Heim en su fuga. La acusación fue negada por Jensen.
En julio de 2007, el Ministerio de Justicia austriaco declaró que iba a pagar € 50.000 por información que conduciera a su arresto y extradición a Austria.

Se intensifica la búsqueda del “Doctor Muerte” en la Argentina

La inteligencia española se sumó al rastrillaje para dar con el médico nazi que asesinó a centenares de judíos en el Holocausto, Aribert Heim. Los “caza nazis” del centro Simon Wiesenthal se encuentran en Bariloche para seguir la pista de la hija
En 1997, el diario madrileño El País reveló que el médico de la policía secreta de Adolf Hitler, hoy de 94 años, se refugiaba en un pueblo cercano a la ciudad de Alicante, en la costa mediterránea. La Justicia alemana, de cuyas manos Heim se escapó en 1962, recién en 2005 inició una investigación.

Sin embargo, los servicios de inteligencia españoles iniciaron una exhaustiva pesquisa que hoy es de gran apoyo para el centro Simon Wiesenthal, la organización encargada de capturar a ex genocidas nazis.

Precisamente, una delegación de esa entidad trasnacional llegó el viernes a Bariloche procedente de Puerto Montt, en Chile, donde, según las investigaciones, vivía Waltraut Böser, la hija del “Doctor Muerte” durante los años ’60.

Como esta mujer, hoy de 64 años, viajo 12 veces a San Carlos de Bariloche, los investigadores del Wiesenthal sospechan que el doctor que realizaba pruebas de laboratorio con judíos en el campo de exterminio de Mauthausen (Austria) podría encontrarse en la Argentina.

El “Doctor Muerte” se ganó tal apodo por sus horrendas prácticas durante el Holocausto: extraía órganos de presos judíos sin anestesia y les inyectaba veneno o gasolina en el corazón de forma violenta. Se calcula que así asesinó a centenares de personas.

Antes de haber partido presuntamente a la Patagonia, una región que sirvió de escondite de varios ex jerarcas nazis, Heim estuvo bajo la lupa de la policía española. De hecho, se tomaron las huellas de 20 ancianos de origen germano con las mismas características que el médico asesino (1,90 de altura, cara afilada, manos poco desgastadas y elegante) que vivían a finales de los ’90 en la costa mediterránea. Claro, en esa región española, miles de jubilados del norte europeo disfrutan de sus últimos años en la playa. “El geriátrico de Europa”, según allí se le conoce.

Las pruebas no fueron satisfactorias, pero la investigación se concentró en la búsqueda de personas en España que hubieran visto al doctor, según indica el mismo diario El País.
Efraim Zuroff y Sergio Weidder, director del Wiesenthal y el representante en América Latina, respectivamente, creen que Heim está vivo, pese a que algunos “caza nazis” lo dieron por muerto.

El argumento que probaría la primera hipótesis es que los hijos del “Doctor Muerte”, residentes en Alemania, jamás pidieron un millonario seguro de vida que había contratado el “Doctor Muerte”. Es lógico: no pueden obtener el certificado de defunción. Y, además, la muerte de su padre les hubiera sacado de encima la lupa de los servicios secretos y su oscura mención en la prensa.

En la que llaman “Operación Última Oportunidad”, la vivienda de la nieta de Heim, Natascha Diharce, en el popular balneario chileno de Viña del Mar, es otro punto clave de la búsqueda. Las entrevistas a vecinos podrían añadir información sobre el paradero del nazi más buscado en el mundo en las últimas décadas.

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El ex general croata Eric Priebke fue encontrado a través de los medios en la misma ciudad de Bariloche a finales de la década del ’90. Luego fue ajusticiado en Roma por crímenes de guerra durante la Segunda Guerra Mundial. Heim fue denunciado hace ya 11 años y su escondite podría tener el mismo final.

Mas sobre el Doctor Muerte

Aribert Heim tiene 91 años y lleva 43 huyendo de la justicia. Alto y saludable, de joven fue un excelente patinador y jugó al hockey sobre hielo en la selección austríaca. Estudió Medicina y quizá no fuera un buen médico, pero nadie puede reprocharle que no tratase con exquisita cortesía a sus pacientes. En el campo de concentración de Mauthausen dejó un recuerdo imborrable: era la cordialidad en persona. Ingeniosos incluso en circunstancias dramáticas, los republicanos españoles, que en aquel centro de exterminio sumaban 8.000 (sólo 2.000 sobrevivieron), le llamaban El banderillero por su afición a poner inyecciones. Aribert Heim pedía a los reclusos que se bajasen los pantalones. “No se preocupe, no le dolerá”. La jeringuilla solía contener benceno, un potente combustible para aviones. El doctor Heim cronometraba la agonía de sus pacientes, observaba los estertores, anotaba en su cuaderno el número de convulsiones. Siempre con la sonrisa a flor de labios. Siempre amable.

Debe ser un viejecito encantador. La policía alemana sospecha que lleva décadas viviendo tan ricamente en España, tomando el sol en la piscina de algún chalé de cualquier urbanización de Denia (Alicante). Comiendo paella, bebiendo horchata. Disfrutando del mar, de la suavidad del clima. Veraneando a perpetuidad. También ha residido largas temporadas en Ibiza y en la Costa Brava. Llegó en los años sesenta, al amparo de un régimen que siempre hizo la vista gorda ante este tipo de húespedes, pero la democracia tampoco le cortó las alas. Hay quince mil jubilados centroeuropeos residiendo en la Marina Alta alicantina… A efectos prácticos, el doctor Heim es invisible. Con pasaporte falso y varias identidades, maneja además mucho dinero. Se lo envía su familia. Vive en la clandestinidad, pero sin agobios. Escondido, pero sin esconderse. Tiene contactos en Argentina, donde siempre es bien recibido. De tarde en tarde alguien cree reconocer la cicatriz en forma de V que decora la comisura derecha de sus labios y va con el cuento a la policía. Pero cuando ésta se deja caer por los alrededores, Heim se esfuma.

Este anciano pulcro, puntual y bien vestido, es el segundo criminal nazi más buscado del mundo. Sus experimentos en Mauthausen, el matadero tirolés ubicado en un paisaje de postal, son de un sadismo tan cruel que resultaría inverosímil si no fuera por su registro minucioso, detallado y rutinario. Cosas de la burocracia germana, tan eficiente. Por ejemplo, extirpar el apéndice sin anestesia y dejar que los pacientes muriesen en la mesa de operaciones. Con su eterna sonrisa y su cronómetro Zeiss en el bolsillo, amputaba piernas y brazos y cronometraba el tiempo que tardaban en desangrarse sus víctimas.

La exactitud es un grado y él se tomaba muy en serio su vocación científica. Por esta razón administrar anestesia era un lujo prohibido: podía interferir en los resultados de sus observaciones. Para Heim los que sufrían no eran seres humanos, sino cobayas. Y él quería comprobar el aguante del organismo. Por supuesto, sólo trabajaba con razas inferiores… Los españoles, morenos, cetrinos y de pelo ensortijado, eran simples conejos sacrificados en el altar de la medicina aria. Sus nombres fueron anotados en el parte de quirófano: Francisco Girara, Florentino García, Joaquín Capell… El doctor Heim aspiraba a descubrir el analgésico definitivo, pero para eso necesitaba comprender los mecanismos del dolor. Quizá soñó incluso con el Nobel.

También tenía sus caprichos, pues todo hombre de ciencia necesita relajarse de vez en cuando. Quizá el más renombrado, el que pasará a la historia universal de la infamia, es el que practicó a dos judíos holandeses de 18 y 20 años a los que abrió en canal en la mesa de operaciones. Luego les cortó las cabezas e hirvió los cráneos. Regaló uno de ellos como trofeo a un colega y el otro lo utilizó como pisapapeles. Heim había elegido a estos dos desgraciados porque tenían una dentadura perfecta y es evidente que una calavera con caries hace feo.

La policía alemana ha puesto precio a su cabeza. Y no hay que ser Sherlock Holmes para acotar la zona de búsqueda a la costa levantina, así que los agentes alemanes pidieron la colaboración de sus homólogos españoles. La Brigada Central de Crimen Organizado recibió una comisión rogatoria internacional de las autoridades de Baden-Baden encaminadas a su detención. El Grupo de Localización de Fugitivos comenzó a trabajar este verano con la información proporcionada por la policía alemana y en la actualidad un grupo de agentes está dedicado en exclusiva a la caza de Heim.

Heim no es el único nazi que eligió la Costa Blanca como madriguera. Martin Bormann, el brazo derecho de Hitler, llegó a Denia en 1946. Desde allí se trasladó a Galicia, donde embarcó en un submarino con destino a Sudamérica. Otto Skorzeny, ex coronel de las SS que en 1943 dirigió la operación de comandos que liberó a Mussolini, también se dejó caer por esta localidad mediterránea. Skorzeny, un aventurero con proyectos delirantes, convenció a Carrero Blanco para formar brigadas anticomunistas con base en España. Gerhard Bremer, ex miembro de la guardia personal de Hitler, se transformó en un respetado promotor urbanístico. Una bandera con la cruz gamada ondeaba en su terraza y celebraba por todo lo alto el 20 de abril, fecha del nacimiento de Hitler. ¿Y qué decir de Antton Galler? Era un tipo apacible que paseaba todos los días con su perro por las calles de este antiguo pueblo de pescadores. Pocos sabían que fue comandante de un batallón de las Waffen-SS que masacró a 400 civiles, en su mayoría mujeres y niños, en los Alpes italianos. Galler murió hace diez años y sus restos descansan en paz en un nicho del cementerio de Denia. El pueblo donde ha descansado en vida Aribert Heim.

La familia de Heim previamente dijo que había fallecido en 1993 en Argentina, pero no mostraron ningún certificado de defunción.

La recompensa es de 315.000 euros

Presentaron en Bariloche la oferta de recompensa del Centro Wiesenthal para quien ayude a encontrar y capturar al criminal de guerra nazi Aribert Heim, conocido como “Doctor Muerte”. Datos para acercar la información.

Efraim Zuroff explicó que la recompensa es de 315.000 euros, monto que proviene de cuatro fuentes distintas:
Una de ellas, de 130.000 euros, corresponde al gobierno de Alemania. Otro tanto aporta el Centro Simón Wiesenthal.
El gobierno de Austria ofrece 50.000 euros. Y finalmente un particular de Toronto (Canadá) aporta 5.000 euros.
En los próxims días se conocerá un aviso publicitario con detalles del pedido de información con dos fotos del criminal buscado (una de 1950 y otra de 1959), además de una recreación en computadora de cómo se vería en la actualidad.
Quienes puedan aportar los datos podrán llamar al (011) 1535904100 o enviar un correo electrónico a operacionultimaoportunidad@gmail.com
Asimismo podrán conocer mayor información sobre este y otros criminales de guerra nazis de este operativo en la página de internet www.operationlastchance.org

El “Doctor Muerte” nazi vive en Argentina o Chile

Simon Wiesenthal, Efraim Zuroff aseguró que “hay todo tipo de indicios de que Aribert Heim está vivo y no hay indicios de que haya muerto. Soy muy optimista”. Tanto es así, que espera encontrarle en las próximas semanas.

Según sus deducciones, cree que puede encontrarse en una zona comprendida entre la ciudad argentina de Bariloche y la chilena de Puerto Montt. En esta localidad de Chile vive la hija de Heim, Waltraud Diharce, que realizó “50 viajes en un año” a Bariloche, asegura Zuroff, lo que les ha llevado inmediatamente a pensar que va a ver a su padre y mantiene contacto con él.

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Aribert Heim tendría en la actualidad 94 años y “una persona de esa edad no puede valerse por sí misma”, continúa, indicio de que alguien tiene que saber de su paradero. Por ello, el Centro Simon Wiesenthal ofrece 310.000 euros a quien aporte datos que permita localizar y capturar a Heim.

La tesis de que el ‘Doctor Muerte’ está vivo se basa también en el hecho de que nadie ha reclamado la cuenta millonaria a su nombre que tiene en un banco de Berlín, con 1,2 millones de euros, ni sus inversiones, que suman otros 800.000. Y es que para poder hacerlo se necesitaría probar o certificar que está muerto.

La búsqueda se enmarca dentro de la operación ‘Última oportunidad’, lanzada hace cinco años por el Centro Wiesenthal para atrapar a los últimos nazis que quedan con vida, ya que el tiempo corre en contra, pues estas personas están muriendo.

Heim es considerado uno de los principales criminales de la Segunda Guerra Mundial. Nacido en Austria, trabajó como médico en los campos de exterminio Buchenwald, Mauthausen y Sachsenhausen. Realizó operaciones y amputaciones sin anestesia, e inyectaba a sus víctimas agua, gasolina o veneno directamente en el corazón, ocasionando una tortura terrible. Zuroff relató además que el médico nazi usaba restos humanos como elementos decorativos en su oficina y que utilizaba una calavera como pisapapeles.

Después de la guerra fue arrestado por tropas de Estados Unidos en un campo de detención de nazis, pero no fue sometido a juicio y lo dejaron ir. Según las investigaciones de la operación, después se trasladó a Alemania, donde ejerció como ginecólogo en Baden-Baden, y posteriormente se refugió en países como España, Egipto y Uruguay, mientras que su familia dice que falleció en 1993.

Zuroff agradeció la intensa colaboración del gobierno argentino, y aseguró que habrá una campaña de anuncios en la prensa gráfica de Chile y Argentina publicitando la operación ‘Última oportunidad’ y la recompensa que se está ofreciendo.

Aparecen más pistas sobre presencia en Chile de criminal nazi conocido como “Doctor Muerte”

El Centro Simon Wiesenthal recibió dos pistas sobre la localización del criminal nazi Aribert Heim. Sus representantes buscan al torturador en la localidad de Puerto Montt y mañana viajarán a San Carlos de Bariloche, tras la sospecha de que podría encontrarse en Argentina.

El Centro Simon Wiesenthal anunció hoy que recibió nueva información sobre la localización del criminal nazi Aribert Heim, quien encabeza la lista de los más buscados por la organización dentro de su programa “Operación Ultima Oportunidad”.
El director de la oficina israelí del Centro acerca de los criminales Nazis, Efraim Zuroff y su representante para América Latina, Sergio Widder, manifestaron hoy que recibieron dos nuevas pistas importantes sobre el paradero del “Doctor Muerte” en Chile, que no trascendieron por razones investigativas.

Widder declaró, en diálogo exclusivo con la Agencia Judía de Noticias (AJN), que está “satisfecho con lo hecho hasta ahora” en la investigación y con las nuevas pistas que podrían conducir al “Doctor Muerte”.

Según afirmaron ambos directivos, “la actual etapa de la operación y las reuniones con altos funcionarios de la policía y la justicia en Chile y en Argentina pretenden agilizar las investigaciones en curso” y luego aclararon que “no necesariamente provocarán la captura inmediata (de Heim)”.

La nueva etapa investigativa incluye una campaña gráfica que resalta la recompensa de 315 mil euros para cualquier persona que aporte información que conduzca al arresto y el procesamiento del nazi.
A pesar del escepticismo, los directivos del Centro Wiesenthal opinaron que “estas iniciativas pretenden crear un marco que pueda conducir al arresto (de Heim)”.

Los medios locales cubrieron con gran expectativa la conferencia de prensa y acompañaron ayer a la comitiva que viajó a Puerto Montt en busca de la hija Heim, Waltraut Boser; mientras que el senado chileno también brindó su apoyo a la operación.

“Desde que llegamos a Puerto Montt estamos haciendo un trabajo de difusión”, comentó ayer Widder a AJN, y luego agregó que tuvo “reuniones con gente del lugar que aportó datos, pero aún hay que investigarlos y preferimos no dar más detalles”.

Representantes del Centro Wiesenthal habían confirmado que la hija del “Doctor Muerte” aún vive en Chile. La comitiva se había reunido con jefes policiales para analizar el desarrollo de la investigación, hoy viajaron a la localidad de Puerto Montt y el viernes irán a Bariloche.

El “Doctor Muerte” es uno de los criminales de la Segunda Guerra Mundial más buscados, ya que asesinó a cientos de detenidos en el campo de concentración de Mauthausen, ubicado en Austria; a todos les extraía sus órganos sin anestesia y aplicaba inyecciones de veneno directas al corazón.

Sin embargo, según una publicación de 2007 por el ex integrante de la Fuerza Aérea de Israel Danny Coronel Baz, Heim fue secuestrado en Canadá y llevado a Santa Catalina frente a la costa de California, donde fue asesinado por un equipo de caza nazi código “El Búho” en 1982. Baz mismo afirma haber sido parte de este grupo. El Centro Simon Wiesenthal en Jerusalén, así como el cazador de nazis francés Serge Klarsfeld dice que esto no es cierto.

Centro Wiesenthal confía en hallar a “doctor muerte” en Chile o Argentina

El director de la oficina israelí del Centro Simon Wiesenthal, Efraim Zuroff, dijo que existen “numerosos indicios” sobre la presencia de criminal nazi Aribert Heim, apodado “doctor muerte”, en una zona comprendida entre la ciudad chilena de Puerto Montt y la argentina Bariloche.

Zuroff destacó el apoyo del Gobierno argentino a la investigación y anunció que el próximo jueves se reunirá en Buenos Aires con el ministro de Justicia de este país, Aníbal Fernández.
“Ya nos reunimos con él anteriormente y seguiremos analizando los avances de esta investigación. Realmente el Gobierno argentino nos ha sorprendido muy favorablemente por su apoyo en esta investigación”, dijo el famoso “cazanazis” judío.

El Centro Simon Wiesenthal ha ofrecido una recompensa de 315.000 euros (unos 500.000 dólares) para quien aporte datos que permitan localizar al austríaco Heim, que se cree hoy tiene 94 años.
“Hay todo tipo de indicios de que (Heim) está vivo y no hay indicios de que haya muerto”, sostuvo Zuroff antes de manifestarse “muy optimista” sobre la posibilidad de hallar al “doctor muerte”.

La búsqueda del responsable del asesinato de centenares de personas en el campo de concentración de Mauthausen comenzó en Puerto Montt, donde reside la hija de Heim, Waltraud Boser, con quien la delegación de la organización judía no ha establecido contacto, detalló Widder a Efe la semana pasada.

“Al igual que la Policía de Alemania, que investigó el caso, presumimos que si alguien de la familia mantiene contacto con Heim, es la hija”, agregó.
El viaje por Chile y Argentina se enmarca en la operación “Última Oportunidad”, lanzada hace cinco años por el Centro Wiesenthal para atrapar a los últimos nazis que quedan con vida, ya que el tiempo corre en contra, pues estas personas están muriendo.

Según sus perseguidores, la tesis de que está vivo se sustenta también por una cuenta bancaria en Berlín, por 1,2 millones de euros (1,9 millones de dólares) a nombre de Heim, nunca reclamada por sus hijos, a lo que se suman otros 800.000 euros en inversiones (1,2 millones de dólares).

“Habrá una campaña de anuncios en la prensa gráfica de Chile y Argentina publicitando la operación ‘Última oportunidad” y la recompensa que se está ofreciendo”, manifestó Widder.

Heim, nacido en Austria, estuvo en los campos de exterminio de Buchenwald, Mauthausen y Sachsenhausen, donde trabajó como médico, y después de la guerra fue arrestado por tropas de Estados Unidos en un campo de detención de nazis, pero no fue sometido a juicio y lo dejaron ir.

Según el Centro Simon Wiesenthal, después se trasladó a Alemania, donde ejerció como ginecólogo en Baden-Baden, y posteriormente se refugió en países como España, Egipto y Uruguay, mientras que su familia dice que falleció en 1993.

Origen: Doctor Muerte: Un Nazi que Cortaba las cabezas y HERVÍA LOS CRÁNEOS para PISAPAPELES

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