El conflicto de Gibraltar: la roca de la discordia – XL Semanal
Todo empezó el 4 de agosto de 1704, cuando el almirante George Rooke izó la bandera británica sobre el peñón. […]
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Todo empezó el 4 de agosto de 1704, cuando el almirante George Rooke izó la bandera británica sobre el peñón. Desde entonces, los españoles no hemos dejado de reclamarlo. Ha habido asedios, cierres fronterizos, peticiones a la ONU para su devolución. Pero ¿qué hay detrás del tópico ‘Gibraltar español’? ¿Qué derechos tenemos sobre este territorio de sólo seis kilómetros cuadrados?
01. ¿Cómo conquistaron los británicos Gibraltar?
Fue ocupada por tropas del Reino Unido el 4 de agosto de 1704. Esa mañana, bajo una lluvia de entre 15.000 y 30.000 proyectiles, una flota angloholandesa mandada por el almirante George Rooke se apoderó del peñón.
El desembarco se produjo en el marco de la guerra de sucesión española. La muerte sin descendencia de Carlos II, último rey español de la casa de Austria, y el nombramiento como sucesor del duque de Anjou y nieto de Luis XIV de Francia, Felipe V, dividieron a España y Europa durante más de una década. Los pretendidos derechos al trono de la corte vienesa, mandada por la otra rama de la dinastía de los Austrias, y el recelo de Inglaterra y Holanda ante la posibilidad de que Francia y España se unieran bajo un mismo rey, hicieron estallar la guerra. En principio, los ocupantes tomaron Gibraltar en nombre del pretendiente austriaco, pero Rooke, consciente de la importancia estratégica del istmo, mandó izar la bandera inglesa.
02.¿Qué estableció el Tratado de Utrecht?
La conquista fue ‘legalizada’ por el Tratado de Utrecht. El documento, firmado por Ana Estuardo, reina de Inglaterra, y Felipe V, establece: «El Rey Católico, por sí y por todos sus sucesores, cede por este tratado a la Corona de Gran Bretaña la plena y entera propiedad de la ciudad y castillo de Gibraltar, juntamente con su puerto, y las defensas y fortalezas que le pertenecen».
03.¿Qué es, en realidad, Gibraltar?
El territorio en disputa ocupa unos seis kilómetros cuadrados, 4,5 de largo y 1,2 de anchura. El Tratado de Utrecht no hizo ninguna referencia a los límites fronterizos ni a las aguas jurisdiccionales que debían quedar bajo mando británico. Sólo concedió a Inglaterra el poblado de Gibraltar y los fuertes españoles construidos para su defensa. En 1729, Felipe V inició la construcción de dos fuertes a algo más de un kilómetro de la roca, estableciendo la llamada ‘línea de Gibraltar’. Su condición de fortaleza exclusivamente militar cambió en 1830, cuando Inglaterra concedió unilateralmente a Gibraltar el estatuto de colonia y reconoció a la población diversos derechos civiles (Tribunal Supremo y Policía). Gibraltar pasó de ser fortaleza británica a colonia de la Corona. Hoy, Gibraltar es casi el único símbolo colonial del antiguo Imperio británico.
04.¿Intentó España recuperar la roca?
Sí, desde el mismo momento de la toma británica. Un mes después, el capitán general de Andalucía apareció ante la plaza con 12.000 hombres, pero las diferencias entre los mandos galos y españoles arruinaron el asalto. Tras este primer asedio, las tropas inglesas fortificaron el territorio. Después de varios fracasos diplomáticos, Felipe V declaró la guerra a Inglaterra e inició el segundo sitio sobre Gibraltar el 11 de febrero de 1727, con 25.000 hombres. El asalto duró hasta el 6 de marzo de 1728. Durante el reinado de Carlos III hubo otros dos asedios. El más importante, el de 1782: tras la reconquista de Menorca, en febrero de ese año, una flota de 27 navíos españoles y 12 franceses y un Ejército de 40.000 soldados viajó a Gibraltar. El combate decisivo, el 13 de septiembre, terminó, una vez más, en fracaso, aunque el cerco no se levantó por completo hasta febrero de 1783.
05.¿Usó Franco el peñón en su política exterior?
La dictadura franquista convirtió la reivindicación sobre Gibraltar en uno de sus caballos de batalla. El primer roce entre Franco y el Reino Unido se produjo en 1954, con la visita de la reina Isabel II al peñón para celebrar el 250 aniversario de la conquista. El segundo, en mayo de 1969, tras la decisión británica de promulgar una Constitución para Gibraltar que establecía una jurisdicción distinta a la del Reino Unido y dotaba a este territorio de Gobierno e instituciones administrativas propias.
El 8 de junio, ante el incumplimiento del Tratado de Utrecht y de la Resolución 1514 de la ONU sobre descolonización, Franco decidió el cierre unilateral de la frontera. La medida, que pretendía ahogar económicamente a la colonia, supuso el nacimiento de una actitud hostil de los gibraltareños hacia España.
06.¿Ha servido de algo la estrategia diplomática?
La vía diplomática ha sido una constante desde la restauración de la democracia. En abril de 1980, siendo ministro de Asuntos Exteriores Marcelino Oreja, el Reino Unido y España firmaron la Declaración de Lisboa, un documento de seis puntos en el que ambas naciones expresaron su deseo de resolver sus diferencias mediante la negociación. El mayor éxito de la diplomacia española se produjo cuatro años después, cuando Geoffrey Howe y Fernando Morán cerraron la Declaración de Bruselas, en la que el Reino Unido aceptó, por primera vez, incluir la cuestión de la soberanía de Gibraltar.
Las negociaciones no han dado desde entonces frutos importantes, salvo la reapertura de la verja por parte española la noche del 4 al 5 de febrero de 1985.
Tras una etapa de rupturas y vuelta a las conversaciones, en las que España ofrecía una amplia autonomía, privilegios aduaneros y la doble nacionalidad a los gibraltareños, las relaciones con el Reino Unido se volvieron a contaminar años después. La detención de dos miembros de los servicios secretos británicos con material militar en Málaga, en 2004 la celebración del tercer centenario de la conquista con la presencia de la princesa Ana de Inglaterra y la escala del submarino nuclear Tireless, que ya había permanecido atracado casi un año en 2000 en el puerto gibraltareño para reparar una fisura en uno de sus reactores nucleares, fueron enturbiando las relaciones.
El principal problema para la resolución del conflicto es la posición de la población gibraltareña, que quiere decidir su futuro y no integrarse en España. Gibraltar contempla como un anacronismo su situación actual, pero reclama su lugar como pueblo propio, con sus propias instituciones y administraciones.
07. ¿Qué opina la ONU sobre el conflicto?
A petición del Gobierno franquista, el Comité de Descolonización de la ONU promulgó, en 1960, una resolución, la 1514, que establecía: «Todo intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas». A juicio de la ONU, la situación colonial de Gibraltar destruye la unidad y la integridad territorial de España, y su mantenimiento es contrario a la Carta de Naciones Unidas. Por eso ha instado en repetidas ocasiones al Reino Unido a poner fin a su presencia en el peñón. Frente a esta posición, Londres esgrime que el problema no es colonial, sino de autodeterminación, mientras la representación española en la ONU argumenta que Gibraltar es un caso de descolonización en el que existe una disputa de soberanía entre dos Estados: el Reino Unido como potencia administradora y España como Estado que exige la restitución de su integración territorial.
08. ¿Tiene aún importancia estratégica y militar?
Gibraltar ha sido siempre uno de los accidentes geográficos más codiciados de la Península por su posición en la boca del Estrecho. Su conquista por la flota británica no fue casual. Desde la primera mitad del siglo XVIII, la roca es uno de los principales puntos de control marítimo inglés, y su importancia se vio reforzada durante las dos guerras mundiales, la guerra civil española y la de las Malvinas. Hoy, su puerto es una base fundamental para la Marina británica.
Además, pese a que sus autoridades lo niegan, Gibraltar es hoy en día un oscuro paraíso fiscal. La economía gibraltareña está creciendo como la espuma gracias a un régimen fiscal especial para las empresas que fue declarado ilegal en 2004 por la Comisión Europea. Gracias a él, la renta per cápita de cada ciudadano gibraltareño ha crecido hasta situarse por encima de la de los ciudadanos británicos. Así, no es de extrañar que en este territorio haya más empresas que habitantes. Este boom económico ha provocado que el turismo y la base naval hayan perdido importancia en la economía gibraltareña.
09. ¿Por qué no es igual que Ceuta y Melilla?
Mientras Gibraltar es un territorio sometido a descolonización, las cinco plazas que España mantiene en la actualidad en el norte de África (Ceuta, Melilla, los peñones de Vélez de la Gomera y Alhucemas y el archipiélago de las Chafarinas) no han figurado nunca en las listas del Comité de Descolonización de la ONU. Marruecos no ha impugnado nunca la lista de territorios no autónomos que España entregó tras su ingreso en la ONU, en 1955, y nuestro país no ha recibido nunca de la ONU solicitud alguna de información sobre dichos territorios. Al contrario que el Reino Unido, que incluyó en 1946 a Gibraltar en su lista de territorios no autónomos, que sí está impugnada por España y controlada por Naciones Unidas.
Origen: El conflicto de Gibraltar: la roca de la discordia – XL Semanal