23 noviembre, 2024

El juicio de Nuremberg
Entre el 20 de Noviembre de 1945 y el 1 de Agosto de 1946 se llevó a cabo en el palacio de Justicia de Nuremberg el juicio más importante de la historia. En dicho juicio se trataba de juzgar a la cúpula más alta de la jerarquía nazi que quedaban con vida y habían sido capturados. También se juzgó a seis organizaciones nazis. Los veredictos se emitieron el 1 de octubre de 1946. Las sentencias de muerte se llevaron a cabo el 16 de octubre de 1946.
Vista de los acusados durante en el juicio
Vista de los acusados durante en el juicio

A. Antecedentes

En plena guerra y todavía sin que se hubiera abierto el ansiado segundo frente en Europa las potencias aliadas habían decidido crear una comisión de crímenes de guerra. Todo surgió en Moscú a finales de 1943, durante un encuentro entre Stalin, Roosevelt y Churchill. Sin embargo no fue hasta Abril de 1944 cuando se aceleró el proceso.

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El 2 de mayo de 1945, dos días después del suicidio de Hitler, Truman designó a Robert Jackson como representante norteamericano en el procedimiento. En junio se reunieron el Londres delegaciones de los cuatro países que estarían representados durante el procedimiento, Estados Unidos de América, el Gobierno Provisional de la República Francesa, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviética. Habían sido ellas las que habían hecho el mayor esfuerzo durante la guerra y los otros diecinueve países de la coalición aliada decidieron finalmente delegarles la responsabilidad de hacer justicia.

Finalmente se decidió la localización del juicio. Berlín habría sido la ubicación más natural pero, al ser una ciudad destrozada por la guerra, carecía de las instalaciones necesarias para albergar una empresa de tanta envergadura. Nuremberg se convirtió en la mejor opción, contaba con el mayor juzgado que aún se tenía en pie en Alemania y la prisión anexa al juzgado también se conservaba en buenas condiciones.

Vista aérea del Palacio de Justicia de NurembergVista aérea del Palacio de Justicia de Nuremberg
En Londres el 8 de agosto de 1945 se firmó la Carta de Londres que establecía la creación del Tribunal Militar Internacional.

Una vez formulado los cuatro cargos: Conjura o conspiración, crímenes contra la paz, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad solo quedaba escoger a los protagonistas. Cada una de las cuatro potencias seleccionó a un juez y a un suplente que asistiría a las audiencias y que únicamente votaría en caso de enfermedad del primero.

Para facilitar el trabajo, los cuatro países acusadores decidieron dividirse los cuatro cargos. Los norteamericanos se encargaron de la conjura, los británicos se centraron en las invasiones, los franceses en los crímenes contra la paz y los soviéticos se quedaron con los cargos tercero y cuarto, esto es, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.

Quedaba quizás los más importante por decidir y que ni estuvo ultimada ni siquiera después del comienzo del juicio el 20 de noviembre; los acusados. Anteriormente se había llegado a la conclusión de que Italia ya había sufrido bastante, con lo que en Nuremberg los italianos no se sentarían en el banquillo de los acusados. En cuanto a los alemanes los capturados por británicos y norteamericanos sufrían por su destino en los dos campos en los que estaban internados, Dustbin y Ashcan.

Muchas figuras clave como Hitler, Himmler o Goebbels se habían suicidado, el jefe de la RSHA Reinhard Heydrich asesinado, Fritz Todt responsable de los trabajos forzados muerto en un accidente aéreo. De entre los que quedaban, Góring, Von Ribbentrop y Hess. La dificultad yacía en que se desconocía bastante a hombres como Ernst Kaltenbrunner, director de la RSHA y sustituto de Heydrich, o Alfred Rosenberg el ideólogo del régimen y ministro de los Territorios Ocupados del Este.

No obstante, el deseo de los norteamericanos de sentar en el banquillo a todo el sistema nazi comportó una serie de compromisos relativos a quiénes había que inculpar, muchos de ellos insatisfactorios. Aguien debía de responder por la propaganda nazi y , como Goebbels se había suicidado, se eligió a Hans Fritzsche, un locutor y funcionario de la causa que no personificaba para casi nadie la idea de líder criminal de guerra. Por el antisemitismo se eligió a Julius Streicher, el editor de la publicación Der Stuermer. Por las finanzas se eligió a Hjalmar Schacht, antiguo ministro de economía.

Algunos nombres evidentes se obviaron de manera consciente, como por ejemplo a Heinrich Müller, jefe de la Gestapo, cuya relevancia pasaron por alto los Aliados, o Adolf Eichmannn cuya participación en la Solución Final se estaba empezando a entrever. Otro caso fue el de Walther Darré, ministro de Agricultura y Abastecimientos y Director de la Oficina de la Raza y Reasentamiento que sería finalmente declarado culpable en los juicios de los ministerios, entre 1947 y 1949.

Imagen
Varios de los acusados observan un diagrama de la organización del NSDAP expuesto en la pantalla de la sala. Primera fila, de izquierda a derecha, Hermann Göring, Joachim von Ribbentrop, Wilhelm Keitel y Alfred Rosenberg. Segunda fila, Karl Dönitz, Erich Raeder, Baldur von Schirach, Fritz Sauckel y Alfred Jodl. Rudolf Hess, sentado habitualmente entre Göring y von Ribbentrop, no aparece en la fotografía porque aquel día, tras quejarse de graves dolores estomacales, abandonó la sala para recibir tratamiento médico. 22 de noviembre de 1945

En la lista final de acusados se incluyeron a Karl Dönitz, Comandante en Jefe de la Marina y durante un breve periodo de tiempo sucesor de Hitler. Albert Speer ministro de Armamentos. El mariscal de campo Wilhelm Keitel y el general Alfred Jodl, que no habían sido miembros permanentes del NSDAP y a los que se eligió para personificar la agresión final. Martin Bormann secretario personal de Hitler y del que no se tenían noticias de su paradero desde los últimos días en el búnker y al que se daba por muerto, a pesar de ello se le juzgó in absentia.

Varios casos iban a ser difíciles de probar, como el caso de Constantin von Neurath, destituido en 1938 como ministro de Asuntos Exteriores en favor de von Ribbentrop y sustituido por Heydrich como gobernador de Bohemia y Moravia. Gustav Krupp, elegido a propuesta de los británicos como representante de la industria armamentística alemana, con mucho retraso, se descubrió que el inculpado eran un septuagenario senil medio paralizado por un ataque cerebral desde 1941. Fue en vano el intento de Jackson de sustituirlo por su hijo Alfre Krupp.

Robert Ley, líder del frente de Trabajo Alemán (DAF) el único sindicato permitido por los nazis, se suicidó el 25 de octubre de 1945 evitando así sentarse en el banquillo de los acusados.


B. Los acusados

A continuación la lista de los 24 acusados, cada uno de los nombres contiene el enlace a la biografía correspondiente que tenemos de ese mismo personaje en el Foro, donde se pueden ver abundantes fotografías y vídeos de todos ellos durante el juicio.
  • Hermann Göring, tras Hitler, el nazi más destacado, y considerado como su posible sucesor desde 1939 a 1945. Comandante de la Luftwaffe, fue el responsable de la economía alemana a finales de los años treinta.
  • Rudolf Hess, Lugarteniente de Hitler hasta su vuelo a Escocia en 1941.
  • Joachim von Ribbentrop, Ministro de Asuntos Exteriores Alemán de 1938 a 1945.
  • Wilhelm Keitel, Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas en el (OKW).
  • Ernst kaltenbrunner, A partir de 1943 fue director de la Oficina Central de Seguridad del Reich (RSHA), que controlaba la Gestapo, el SD, la policía civil y, posteriormente, la Abwehr (el servicio militar de inteligencia), así como la dirección de los campos de concentración.
  • Alfred Rosenberg, ideólogo del NSDAP y ministro de los Territorios Ocupados del Este a partir de 1941.
  • Hans Frank, Ministro de Justicia desde 1933 y gobernador general de Polonia de 1939 a 1944.
  • Wilhelm Frick, Ministro del Interior de 1933 a 1943, posteriormente protector de Bohemia y Moravia.
  • Julius Streicher, editor del semanario antisemita Der Stuermer y pilar del movimiento antisemita durante los años treinta.
  • Walther Funk, Ministro de Economía de 1937 a 1945.
  • Hjalmar Schacht, Ministro de Economía de 1934 a 1937.
  • Karl Dönitz, Jefe de la flota de submarinos entre 1935 y 1943 y, posteriormente, Comandante en Jefe de la Marina. Sucesor de Hitler en mayo de 1945.
  • Erich Raeder, Comandante en Jefe de la Marina Alemana de 1935 a 1943.
  • Baldur von Schirach, Jefe de las Juventudes Hitlerianas de 1933 a 1940.
  • Fritz Sauckel, Plenipotenciario para la movilización de la mano de obra de 1942 a 1945.
  • Alfred Jodl, Jefe del Estado Mayor de Operaciones del OKW de 1939 a 1945.
  • Franz von Papen, Canciller de Alemania en 1932 y vicecanciller de 1933 a 1934.
  • Arthur Seyss-Inquart, Canciller de Austria, Vicegobernador de Polonia de 1939 a 1940 y comisario del Reich en los Países Bajos de 1940 a 1945.
  • Albert Speer Ministro de Armamentos y producción Bélica a partir de 1942.
  • Constantin von Neurath, Ministro de Asuntos Exteriores de 1932 a 1938 y protector de Bohemia a Moravia de 1939 a 1941.
  • Hans Fritzsche, Jefe del Departamento de Prensa Nacional del Ministerio de Propaganda de 1938 a 1942 y Jefe del Departamente de Radiodifusión de 1942 a 1945.
  • Martin Bormann, Jefe de la Cancillería del partido, en sustitución de Hess. Juzgado in absentia.
  • Robert Ley, Líder del Frente de Trabajo Alemán (DAF).
  • Gustav Krupp von Bohlen und Halbach, Presidente de las empresas Krupp.

Además de las personas imputadas individualmente, se acusaron a las siguientes organizaciones nazis:

  • El gabinete del Reich, en total 48 personas que habían tenido cartera ministerial con Hitler, incluidos aquellos a los que ya se procesaba individualmente, y a todos los demás miembros del Consejo Secreto de Defensa y del Consejo de Ministros.
  • La Schutzstaffel o SS, nació como el servicio de guardaespaldas personales de hitler. Creció hasta convertirse en la élite militar y racial del partido. Las unidades de las SS participaron en las acciones que desembocaron en la guerra. Administraron los campos de concentración. Asesinaron a partisanos, rehenes y judíos a traves de los Einsatzgruppen.
  • ]La Sturmabteilung o SA, los camisas pardas del partido en los años veinte y treinta. Llegó a contar con miles de miembros perfectamente organizados amenazaban a los opositores del partido y a los judíos.
  • El Sicherheitsdienst o SD, Servicio de seguridad e inteligencia del partido creado por Himmler y dirigido por Heydrich hasta el asesinato de éste en 1942. Como otras organizaciones del aparato nazi sus funciones se solapaban con otras entidades, como la Abwehr a la que absorbió en 1944. Sus agentes participaron en actividades de sabotaje y de espionaje.
  • La Geheime Staatspolizei o Gestapo,Creada en 1933 por Göring. Instrumento de represión y terror entre los propios ciudadanos alemanes, también participó en la ejecución de los partisanos y en el asesinato de judíos.
  • El Estado Mayor y Alto Mando de las Fuerzas Armadas Alemanas, alrededor de 130 oficiales con un cargo diferenciado en el seno de la jerarquía militar entre 1938 y 1945: comandantes en jefe de uno de los tres ejércitos, o jefes de Estado Mayor o con cargo en el OKW.
  • El cuerpo de Líderes Políticos del NSDAP, organización jerárquica mediante la cual los nazis proclamaban sus órdenes e ideología. Comprendía desde los ministros, el Gauleiter jefe de los Gau (distrito), en Alemania y en los territorios ocupados en 1943 era de 43 en total. Cada Gau estaba dividido en varios Kreise o distritos, cada uno de ellos dirigido por un Kreisleiter o líder del distrito. El número total de Kreise en 1943 era de 920. Cada Kreis, a su vez, estaba dividido en varios Ortsgruppen o grupos locales, dirigidos por los Ortsgruppenleiter (líder de grupo local). El Ortsgruppe era la unidad básica del NSDAP y debía estar formado, al menos, por 15 militantes. Los Ortsgruppen fueron divididos en Zellen (células), dirigidos por un Zellenleiter (líder de célula) y las Zellen fueron divididas en Block (bloques), dirigidas por un Blockleiter o líder de bloque. En total más de 600.000 miembros, pero en los ámbitos locales no exhibieron demasiada autoridad ni cometieron delitos graves por lo que, en este caso, la acusación se limitó a llevar a juicio a la cúpula.


B1. Los abogados defensores

Defendido – Abogado

Hermann Göring – Otto Stahmer
Rudolf Hess – Günther von Rohrsheidt hasta 5/02/1946 y Alfred Seidl hasta el final del juicio
Joachim von Ribbentrop – Fritz Sauter hasta el 5/01/1946 y Martin Horn hasta el final del juicio
Wilhelm Keitel – Otto Nelte
Ernst Kaltenbrunner – Kurt kauffmann
Alfred Rosenberg – Alfred Thoma
Hans Frank – Alfred Seidl
Julius Streicher – Hans Marx
Hjalmar Schacht – Rudolf Dix
Karl Dönitz – Magistrado naval Otto Kranzbuehler
Erich Raeder – Walter Siemers
Baldur von Schirach – Fritz Sauter
Fritz Sauckel – Robert Servatius
Alfred Jodl – Franz Exner y Hermann Jahreiss
Martin Bormann – Friedrich Bergold
Franz von Papen – Egon Kubuschok
Arthur Seyss-Inquart – Gustav Steinbauer
Albert Speer – Hans Flaechsner
Constantin von Neurath – Otto Freiherr von Luedinghausen
Hans Frtizsche – Heinz Fritz
Wilhelm Frick – Otto Pannenbeeker
Walther Funk – Fritz Sauter

Organizaciones acusadas

Defendido – Abogado

Gabinete del Reich – Egon Kubuschok
Cuerpo de líderes del NSDAP – Robert Servatius
SS y SD – Ludwig Babel, Horst Pelckmann, Carl Haensel, Hans Gawlik
SA – Georg Boehm, Martin Loeffler
Gestapo – Rudolf Merkel
Estado Mayor y Alto Mando – Franz Exner hasta el 27/01/1946 y Hans Laternser hasta el final del juicio


C. El Tribunal Militar Internacional

C1. Los jueces del Tribunal Militar Internacional

Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte


  • Geoffrey Lawrenece, presidente
  • Norman Birkett, suplente

Estados Unidos de América


  • Francis Biddle, juez
  • john Parker, juez suplente

Francia


  • Profesor Henri donnedieu de Vrabes
  • Consejero Robert Falco, suplente

Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas


  • General de división Iona Nikitchenko
  • Teniente coronel Alexander volchkov, suplente
C2. El Consejo Fiscal

Estados Unidos de América


Fiscal jefe

  • Juez Robert H. Jackson

Consejeros jefe

  • Coronel Robert G. Storey
  • Señor Thomas J. Dodd

Consejeros asociados

  • Sidney S. Alderman
  • General de Brigada Telford Taylor
  • Coronel John Harlan Amen
  • Ralph G. Albrecht

Consejeros Auxiliares

  • Coronel Leonard Weeler, Jr.
  • Teniente coronel William H. Baldwin.
  • Teniente coronel Smith W. Brookhart, Jr.
  • Capitán de fragata James Britt Donovan
  • Comandante Frank B. Wallis
  • Comandante William F. Walsh
  • Comandante Warren F. Farr
  • Capitán Samuel Harris.
  • Capitán Drexel A. Sprecher
  • Teniente Witney R. Harris
  • Teniente Th. F. Lambert, Jr
  • Teniente Henry K. Atherton
  • Teniente Brady O. Bryson
  • Teniente Bernard Meltzer
  • Doctor Robert M. Kempner
  • Señor Walter W. Brudno

República Francesa


Fiscales Jefe

  • François de Menthon
  • Auguste Champetier de Ribes

Fiscales jefe suplentes

  • Charles Dubost
  • Edgar Faure

Ayudantes de la fiscalía

  • Pierre Mounier
  • Charles Gerthoffer
  • Delphin Debenest
  • Henry Delpech
  • Jacques B. Herzog
  • Constant Quatre
  • Serge Fuster
  • Henri Monneray

Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte


Fiscal Jefe

  • Sir Hartley Shawcross, fiscal delegado, miembro del Parlamento y procurador general del Rey

Fiscal Jefe suplente

  • Sir David Maxwell-Fyfe, consejero de Estado, fiscal delegado, miembro del Parlamento

Consejero directivo

  • G.D. Roberts, fiscal delegado, funcionario legal del Imperio Británico

Consejeros delegados

  • Teniente coronel J.M.G. Griffith-Jones, M.C., abogado fiscal
  • Coronel H.J. Phillimore, funcionario legal del Imperio Británico, abogado fiscal
  • Comandante Frederick Elwyn Jones, miembro del Parlamento, abogado fiscal
  • Comandante J. Harcourt Barrington, abogado fiscal

Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas


Fiscal Jefe

  • General Roman A. Rudenko

Fiscal Jefe suplente

  • Coronel Y.V. Pokrovsky

Ayudantes de la fiscalía

  • Consejero de estado para la Justicia, de II clase L.R. Shenin
  • Consejero de estado para la Justicia, de II clase, M.Y. Rayinski
  • Consejero de estado para la Justicia, de III clase, N.D. Zorya
  • Consejero jefe de Justicia, L.N. Smirnov
  • Coronel D.S. Karev
  • Teniente coronel J.A. Ozol
  • Capitán V.V. Kukin


D. Las imputaciones

  • Cargo primero: Conjura o conspiración
    Participación como responsable, organizador o cómplice en el complot para cometer los otros tres cargos.
  • Cargo segundo: Crímenes contra la paz
    Planificación o prosecución de una guerra de agresión
  • Cargo tercero:Crímenes de guerra
    Violación de las leyes y costumbres de la guerra, entre ellas el maltrato de la población civil en territorio ocupado, el asesinato de prisioneros de guerra y el asesinato de rehenes.
  • Cargo cuarto: Crímenes contra la humanidad
    Asesinato, exterminio, esclavización y persecución por motivos políticos o raciales de la población civil antes o durante la guerra.


E. Los preparativos para el juicio, Octubre de 1945

En octubre de 1945 los 24 jerarcas nazis no supieron hasta el día 6 que se sentarían en el banquillo de los acusados. Reunidos y alojados en la prisión situada junto a la sala de vistas, su ansiosa espera se prolongó aún des semanas más hasta descubrir los detalles de los crímenes de los que se les acusaba.

Otro detalle no menos importante era decidir quién iba a ser el presidente del Tribunal. El norteamericano Biddle parecía el candidato más idóneo pero considerando que los norteamericanos iban a dominar el juicio con sus recursos, sería mejor que el Tribunal lo dirigiera un representante de otra nacionalidad. El elegido fue el Británico Geoffrey Lawrence.

El 19 de octubre, un mes antes de que se iniciara el juicio, ya estaba lista la acusación que detallaba los cargos y las pruebas contra los acusados. La responsabilidad de comunicársela a los reos cayó en Airey Neave, abogado militar, acompañado por Burton Andrus, coronel americano responsable de los prisioneros y Harold Willey, el secretario general del tribunal.


F. El juicio

El juicio se inició el 20 de noviembre 1945, en una sala de vistas habilitada especialmente para albergar a decenas de persona entre acusados, abogados, jueces, periodistas etc…

El primer día lo ocupó exclusivamente la extensa lectura del acta de acusación. A la mañana siguiente, se pidió a los acusados que contestarán a la demanda, declarándose culpable o inocente. Los veintiún acusados se declararon inocentes. Durante los primeros días los norteamericanos comenzaron a mostrar su acusación. El 26 de noviembre la atención se centró en el preludio militar y político de la guerra.

Fue entonces cuando se citó una de las pruebas principales para la acusación de conspiración, Memorando Hossbach. Al octavo día se proyectó la película de los campos de concentración ( se puede ver íntegra más abajo en el apartado vídeos) la reacción de los acusados bastante dispar, algunos como Streicher, Göring o Hess negaron la veracidad de la película. Otros como Fritzsche, Schacht o Funk parece afectarles más, éste último incluso rompe a llorar.

A partir del 4 de diciembre los británicos comenzaron a presentar la acusación sobre la guerra de agresión. Durante una semana, se presentaron ante el tribunal las pruebas de las invasiones de sus vecinos europeos por parte de los ejércitos alemanes.

Fiscal jefe estadounidense Robert Jackson durante el juicioFiscal jefe estadounidense Robert Jackson durante el juicio
Posteriormente serían los soviéticos y los franceses los que presentarían sus acusaciones. El 17 de diciembre comenzaron las acusaciones del caso contra las organizaciones, incluida la SS. Parte del caso de la SS se basaba en pruebas de la implicación de sus médicos en experimentos con los prisioneros de los campos de concentración.

A pesar de que se presentaron pruebas irrefutables del holocausto perpetrado por los nazis, la acusación no plasmó del todo su naturaleza genocida, en parte debido a que los soviéticos se negaron a aceptar que el exterminio de los judíos se pudiera diferenciar de los asesinatos de otros grupos políticos y raciales indeseables, como los eslavos y los comisarios soviéticos, y en parte también porque los Aliados no habían logrado capturar a Eichmann, huido a Argentina. Se insistió tan poco en le tema de los judíos que un testimonio que resultaría fundamental durante el proceso, el del comandante de Auschwitz, Rudolf Höss, salió a la luz porque fue llamado como testigo de la defensa de Kaltenbrunner.

Otra de las organizaciones acusadas fue el OKW (Oberkommando der Wehrmacht o Alto Mando de la Wehrmacht). La fiscalía pretendía probar la implicación del OKW, tanto de su personal como en lo relativo a las acciones llevadas a cabo por la Wehrmacht, en crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.

La fiscalía presento conjuntamente los casos de la Gestapo y del SD dada su estrecha colaboración. A partir de 1939 se fusionaron en una sola unidad la RSHA. Reichssicherheitshauptamt u Oficina Central de Seguridad del Reich.

Desde el 2 de enero, la fiscalía presentó los casos contra cada uno de los acusados en relación con los cuatro cargos. El primero que se trató fue el de Kaltenbrunner. Durante las tres semanas que siguieron, la exposición se hizo de manera aleatoria, con interrupciones para la presentación de pruebas relacionadas con el resto de los cargos, e incluso con la introducción de los casos referentes a crímenes de guerra y contra la humanidad.

Nada despertaba tantas emociones en la sala como las interminables listas de las atrocidades cometidas por los alemanes. Resultó evidente que ni las mujeres ni los niños eran ajenos a los asesinatos masivos perpetrados por los nazis. El único español que testificó durante los juicios fue Francisco Boix, y lo hizo a petición de los franceses, contra Ernst Kaltenbrunner y Albert Speer. Pudo probar durante el juicio la presencia de ambos en Mauthausen y demoler así su alegato de que desconocían los campos de exterminio. En su declaración fueron proyectadas algunas de las fotografías que habían sido preservadas de la destrucción en Mauthausen y que fueron sacadas del campo por los españoles y escondidas en el patio de la casa de Anna Pointner, que vivía cerca del campo.

Ernst Kaltenbrunner junto a Himmler en una visita al Campo de concentración de Mauthausen, en una de las fotografías usadas como pruebaErnst Kaltenbrunner junto a Himmler en una visita al Campo de concentración de Mauthausen, en una de las fotografías usadas como prueba
Los rusos intentaron culpar a los alemanes de la matanza de oficiales polacos en Katyn, en 1941. Insistieron en incluir este cargo en la acusación, aunque ya se sospechaba que habían sido ellos mismos. Cuando llegó el momento de presentar la acusación ante el tribunal, en julio, se vio claro que no se podía probar con rotundidad que los culpables hubieran sido los alemanes. Despejándose muchas dudas de quiénes eran realmente los culpables.

A principios de marzo, la fiscalía había acabado de presentar el caso contra los acusados. Había llegado el momento de escuchar a los que se sentaban en el banquillo. El primero en testificar, dejando claro que aún se respetaba la jerarquía entre los acusados, fue Hermann Göring.

Göring llegó a declarar que la política de los nazis contra los judíos no era sino parte de un programa nacionalsocialista mucho más amplio. Los muchos papeles que había desempeñado a lo largo del régimen nazi, especialmente el de supervisor, a finales de los años treinta, del plan cuatrienal que había hecho entrar a la economía alemana en la senda de la guerra,o la dirección de la fuerza aérea, dejaban claro que había estado implicado en los detalles políticos y militares de la acusación formulada por los aliados. También lo acusaban de ser responsable personal de varios crímenes de guerra y de crímenes contra la humanidad. Sin duda era el acusado de mayor peso del juicio.

Hermann Göring sentado en el estrado de los testigos, flanqueado por dos agentes de la Policía Militar, Military Police, MP. 8 de marzo de 1946Hermann Göring sentado en el estrado de los testigos, flanqueado por dos agentes de la Policía Militar, Military Police, MP. 8 de marzo de 1946
Los acusados debían testificar en el mismo orden en le que estaban sentados en el banquillo. Rudolf Hess, sentado al lado de Göring debería haber sido el siguiente en subir al estrado, pero decidió en última instancia que su memoria no estaba en disposición de responder a las preguntas de la acusación. Por lo tanto, el siguiente en declarar fue Joachim von Ribbentrop, ministro de Asuntos Exteriores desde 1938, se ocupó de las negociaciones del Pacto Anti-Komintern de 1936 y, poco antes del inicio de la guerra, rubricó en Moscú en pacto entre alemanes y soviéticos. Tomó parte en los planes de agresión a Checoslovaquia y buscó el apoyo de Italia por si estallaba la guerra en Europa. También conocía los planes para invadir Noruega, Dinamarca, los Países Bajos, Grecia, Yugoslavia y Rusia. Sin embargo, en los años posteriores, apenas se recurrió a la diplomacia y su posición en el régimen se resintió.

Uno de los puntos más importantes de la estrategia de la acusación era demostrar que las fuerzas armadas alemanas compartían plenamente los planes ofensivos nazis. Ése fue el motivo de la acusación contra Wilhelm Keitel, jefe del Estado Mayor del OKW. En su defensa Keitel afirmaba que se había limitado a cumplir órdenes además de estar orgulloso, como buen soldado prusiano, de la lealtad mostrada hacia Hitler. Keitel había firmado varias de la órdenes en las que se fundamentaba la fiscalía para acusar a los militares por crímenes de guerra, entre ellas, las represalias contra civiles por acciones cometidas por los partisanos, y el decreto Nacht und Nebel (noche y niebla), que autorizada la detención sumaria y el encarcelamiento o la ejecución de los opositores al régimen.

El siguiente fue Ernst Kaltenbrunner, en su defensa afirmaba que su puesto carecía de poder o responsabilidad real y que no sabía nada de los detalles aterradores del gobierno nazi, obra de Himmler y Müller. Cuando le presentaron diversos documentos que lo relacionaban con el asesinato de prisioneros o el uso de mano de obra esclava, Kaltenbrunner repitió una y otra vez que habían falsificado su firma. Con las fotografías hechas por Francisco Boix se pudo demostrar su presencia y por tanto su conocimiento de la existencia campos de concentración.

Como jefe de la SS de Austria, Kaltenbrunner organizó una trama contra el gobierno austríaco y sus hombres irrumpieron en la cancillería para presionar al presidente de Austria mientras Seysss-Inquart ultimaba los preparativos para la anexión.

Ernst Kaltenbrunner momentos antes de su ejecuciónErnst Kaltenbrunner momentos antes de su ejecución
El tribunal pasó a continuación a ocuparse de Alfred Rosenberg cuyas ideas habían fundamentado buena parte de la doctrina nazi, incluyendo la persecución de los judíos. Su influencia fue principalmente filosófica, sobre todo gracias a su teoría racial basada en la creencia de la supremacía aria y la inutilidad del pueblo judío. Negó reiteradamente conocer la existencia de los asesinatos masivos perpetrados por los nazis en el Este.

Como responsable de las relaciones nazis con otras organizaciones afines fuera de Alemania. Rosenberg fue uno de los partícipes del plan para invadir Noruega, idea nacida de sus contactos con Quisling. Ayudó a formular las políticas mediante las cuales se gobernaron los Territorios Ocupados del Este. Fue el encargado del sistema de saqueo organizado de los tesoros culturales de otros países. A partir de 1941, fue la máxima autoridad en los Territorios del Este y conocía las brutalidades que ahí se producían. Sus subordinados participaron en el asesinato en masa de judíos, y fue el propio rosenberg quien propuso la utilización de judíos para ejecutar rehenes. También aprobó el envío de mano de obra forzosa, incluidos niños.

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Varios de los acusados charlan durante un descanso de quince minutos concedido por el tribunal. Primera fila, de izquierda a derecha, Hermann Göring, Rudolf Hess, Joachim von Ribbentrop, Wilhelm Keitel, Alfred Rosenberg y Hans Frank. Segunda fila, Erich Raeder, Baldur von Schirach, Fritz Sauckel, Alfred Jodl, Franz von Papen (de pie, hablando con Keitel) y Arthur Seyss-Inquart. 23 de noviembre de 1945

Hans Frank fue uno de los acusados que reconoció sus sentimientos de culpa y responsabilidad, y que sabía que su administración había llevado a la miseria a millones de personas mientras fue gobernador de Polonia. El gueto de Varsovia y el campo de concentración de Auschwitz se construyeron bajo su mandato. Si bien su sentimiento de culpa le llevó a intentar quitarse la vida, encontró consuelo volviendo a la práctica del catolicismo. Siguió ensalzando la figura de Hitler y prefería responsabilizar a Himmler.

Como gobernador de los territorios polacos ocupados, Frank aplicó una política destinada a acabar con el país como nación. Par ello, procedió a asesinar en masa a todo aquel susceptible de resistirse a la dominación alemana, impuso unas exigencias económicas desproporcionadas a la vista de los recursos del país y procedió al exterminio de millones de judíos de ses país. Puede que sea cierto que Frank no fuera el artífice de los crímenes que llevó a cabo su gobierno, pero sí intervino de manera consciente en la aplicación del terror.

Le tocaba el turno a Wilhelm Frick, su responsabilidad en la eliminación de la oposición ejercida sobre la iglesia, los sindicatos y los judíos, fue considerable. A través de sus oficiales, se vio involucrado en el gobierno de Bohemia y Moravia, Holanda y Noruega. El trabajo de Frick constituyó la base de las leyes de Nuremberg, forzó la germanización de diversas zonas de Austria y Polonia y supervisó un programa de eutanasia contra enfermos y ancianos.

A continuación le tocó el turno a Julius Streicher, ferviente antisemita y gran orador que le convirtió en uno de los agitadores nazis más eficaces. El resto de prisioneros le rehuían. A pesar de ello nunca ocupó un cargo de responsabilidad en el gobierno, y se pasó la mayor parte de la guerra bajo arresto domiciliario acusado de corrupción. La acusación se centró principalmente en su activa participación en el adoctrinamiento antisemita durante los años treinta Predicó el odio hacia los judíos durante veinticinco años. Semana a semana infectando el espíritu germánico de antisemitismo e incitó a los alemanes a perseguirlos. A partir de 1938, empezó a abogar por la aniquilación de la raza judía y, durante la guerra, intensifico su antisemitismo aun cuando conocía las matanzas en masa de judíos. Su incitación al exterminio constituye un crimen contra la humanidad.

Hjalmar Schacht confesó haber sido un admirador de Hitler hasta 1937, año en el que dimitió de su puesto de ministro de Economía. En todo momento trató de explicar el magnetismo personal de Hitler, tratando al mismo tiempo de distanciarse de la acusación que pesaba sobre él.

Schacht desempeñó un importante papel, a través del Reichbank, en el programa de rearme a partir de 1933. Como Ministro de Economía, organizó la economía de guerra alemana con medidas como la acumulación de existencias y el control de divisas. Sin embargo, en 1937 fue sustituido por Göring, que propugnaba la ampliación del programa de municiones que Schacht consideraba inviable en términos económicos. Según la Carta, rearmarse no constituye delito alguno y, además, Schacht no formó parte del núcleo que planificó las invasiones. La acusación supone que, por su conocimiento de las finanzas alemanas, Schacht debería haber entendido el significado del frenético rearme de Hitler, pero esa deducción lógica no puede afirmarse sin un margen de duda razonable.

Hjalmar Schacht sentado en el estrado de los testigos. Ante él, junto al micrófono, podemos observar dos bombillas, una roja y otra amarilla, que permitían la comunicación silenciosa entre los testigos y los traductores. La luz amarilla indicaba al testigo que hablase más despacio. Cuando la bombilla roja se encendía, el proceso debía interrumpirse, bien porque algún intérprete no había entendido las últimas frases del testigo, bien por problemas técnicos en el sistema o bien porque un traductor no se encontraba en condiciones de seguir. 1946Hjalmar Schacht sentado en el estrado de los testigos. Ante él, junto al micrófono, podemos observar dos bombillas, una roja y otra amarilla, que permitían la comunicación silenciosa entre los testigos y los traductores. La luz amarilla indicaba al testigo que hablase más despacio. Cuando la bombilla roja se encendía, el proceso debía interrumpirse, bien porque algún intérprete no había entendido las últimas frases del testigo, bien por problemas técnicos en el sistema o bien porque un traductor no se encontraba en condiciones de seguir. 1946
El siguiente fue Walther Funk, sucesor de Schacht como ministro de Economía, si bien la autoridad real en ese campo estuvo en manos primero de Göring y más tarde de Speer. Las revelaciones sobre la magnitud del Holocausto lo pusieron al borde de un ataque de nervios. Dijo haber hecho todo cuando estuvo en su mano para ayudar a los judíos, pero admitió que tuvo que anteponer la voluntad del Estado a su conciencia. Funk había discriminado a los judíos en su paso por el Ministerio de Propaganda, defendió el pogromo de la noche de los cristales rotos. En 1942 accedió a depositar en el Reichsbank el oro y las joyas enviadas por las SS, Consciente de que procedían de las personas asesinadas en los campos de concentración. Confiscó las reservas de los bancos centrales checo y yugoslavo. Estaba al corriente de los programas de trabajos forzados, A pesar de ello, nunca fue una figura destacada en sus ámbitos de actividad, lo que resultó ser un atenuante.

El próximo en subir al estrado fue Karl Dönitz, ferviente defensor de la guerra submarina. La acusación contra Dönitz se centraba en las órdenes que éste había dado a las tripulaciones de los submarinos en los primeros compases de la guerra: que no había que prestar ayuda a los supervivientes de los navíos hundidos o destruidos, pues la permanencia del submarino en la zona ponía en peligro su seguridad. Según la fiscalía, la orden violaba las prácticas marítimas internacionales acordadas antes de la guerra. A pesar de que Dönitz creó y formó la flota de submarinos, no participó en la conspiración de guerra. Sin embargo, posteriormemente, dirigió una guerra de agresión.

El Juez Naval, Flottenrichter, Otto Kranzbühler, con uniforme militar, interroga desde el atril al testigo Peter Josef Heisig,en el estrado de los testigos, fuera de la imagen. El Gran Almirante,Grossadmiral, Karl Dönitz solicitó que fuera Kranzbuhler, compañero de la Kriegsmarine, quien le defendiera. 14 de enero de 1946El Juez Naval, Flottenrichte, Otto Kranzbühler, con uniforme militar, interroga desde el atril al testigo Peter Josef Heisig, en el estrado de los testigos, fuera de la imagen. El Gran Almirante, Grossadmiral, Karl Dönitz solicitó que fuera Kranzbuhler, compañero de la Kriegsmarine, quien le defendiera. 14 de enero de 1946
Le tocaba ahora al acusado Erich Raeder que insistió ante el tribunal que el rearme no tenía más propósito que la defensa, reconstruyó la marina alemana y admite haberlo hecho violando el tratado de Versalles. Estuvo presente en la conferencia Hossbach, aunque alega que el discurso fue una estratagema de Hitler para alentar al ejército a rearmarse más rápidamente. Afirmó que la invasión de Noruega, que presuntamente ordenó Hitler a instancias suyas, fue una acción preventiva, ya que los británicos también contemplaban ocupar el país.

Se le acusaba de llevar a cabo una guerra submarina sin límites en contra de lo establecido en las Actas de Londres de 1936.El tribunal llega a la misma conclusión que en el caso de Dönitz: Raeder conocía y transmitió la orden de los comandos por la cual la Marina fusiló a dos comandos británicos en 1942.

Baldur von Schirach era, con treinta y ocho años, el acusado más joven de entre todos. Por medio de la violencia física, Von Schirach llegó a controlar todos los grupos que competían con las Juventudes Hitlerianas. Se valió de la organización para llevar a cabo un entrenamiento militarista y someter a sus miembros a un programa intensivo de propaganda nazi. a partir de 1938, las HJ fueron la principal cantera de reclutas de las SS. No obstante, a pesar de las actividades militaristas del movimiento, von Schirach no participó en la planificación de ninguna guerra de agresión. Como Gauleiter del Reich en Viena, von Schirach participó en la deportación de los judíos a los campos de concentración.

La acusación pasó al siguiente acuasdo Fritz Sauckel, a partir de 1942 fuel el encargado de explotar la mano de obra de los territorios ocupados. Los comisarios a su cargo enviaron al Reich a unos cinco millones de trabajadores, pocos de ellos voluntarios, y los transportaron y trataron con brutalidad. Sauckel tenía conocimiento de los métodos implacables que se utilizaban para conseguir dicha mano de obra esclava. Su procedimiento consistía en obtener la mayor cantidad posible de mano de obra al menor coste.

El siguiente en subir al estrado fue Alfred Jodl, fiel seguidor nazi apenas tuvo problemas en cumplir las órdenes que le llegaban se sus superiores más inmediatos como Keitel o Hitler, por ejemplo, la orden de ejecución sumaria para los comandos aliados capturados y de agentes secretos que trabajaban en la Europa ocupada, así como de comisarios soviéticos. El prinicpal argumento de jodl en su defensa era que se había limitado a cumplir con su deber y que, en la medida en que su opinión tenía peso, consideraba que Alemania se había visto abocada a una serie de guerras, muchas de ellas contra su propia voluntad. Jodl afirmó que en más de una ocasión había estado en desacuerdo con las directrices del Führer y que había hecho todo lo posible por hacerle entrar en razón.

Franz von Papen, antiguo canciller, representaba a una parte importante de la sociedad alemana que había saludado la llegada de los nazis al poder. La fiscalía no encontró indicios de que participara en los planes de ocupación de Austria por la fuerza ni que estuviera de acuerdo con ellos cuando se llevaron a cabo.

El abogado especializado en derecho penal Egon Kubuschok, izquierda, se encargó de defender al Gabinete del Reich, Reichsregierung, así como al que fuera Canciller de Alemania durante la República de Weimar, Franz von Papen, derechaEl abogado especializado en derecho penal Egon Kubuschok, izquierda, se encargó de defender al Gabinete del Reich, Reichsregierung, así como al que fuera Canciller de Alemania durante la República de Weimar, Franz von Papen, derecha
El siguiente en sentarse en el banquillo de los acusados fue Arthur Seyss-Inquart, participó en la anexión de Austria al Reich. Hizo deportar a los judíos al este y envió a los opositores políticos a campos de concentración. A partir de septiembre de 1939 y de mayo de 1940, Seyss-Inquart gobernó respectivamente los territorios de Polonia y Holanda que habían sido ocupados tras una guerra de agresión. Tenía conocimiento del inicio de la acción AB, Ausserordentliche Befriedigungsaktion o acción especial de pacificación, por la que fueron asesinados varios intelectuales polacos. En los Países Bajos aplicó una política de terror y envió mano de obra forzosa a Alemania. Supervisó la deportación de judíos holandeses a Auschwitz. Participó conscientemente en los crímenes de guerra y en los crímenes contra la humanidad.

Le tocaba el turno a Albert Speer, para muchos asistentes se erigió como el acusado que despertó más compasión. Cuando advirtió que Hitler estaba decidido a continuar con la guerra aun sabiendo que aquello supondría la ruina y la destrucción del pueblo alemán, supuestamente diseñó un plan para asesinarlo.

La franqueza aparente de las afirmaciones de Speer y su voluntad de asumir responsabilidades ocultaban, sin embargo, las terribles realidades sobre las que se habían basado sus éxitos personales. Gran parte de ese éxito se debió a la importación de mano de obra esclava, ésta fue la base de la acusación contra Speer, que dijo no saber nada de las sobrecogedoras condiciones de trabajo de los obreros. Aunque era Sauckel quien dirigía la obtención de mano de obra esclava, fue Speer quién le informó sobre la previsión de los trabajadores necesarios, y sabía que éstos se conseguirían por la fuerza. Hacia el final de la guerra se opuso a la orden de tierra quemada dictada por Hitler.

Albert Speer sentado ante el micrófono en el estrado de los testigos. Junio de 1946Albert Speer sentado ante el micrófono en el estrado de los testigos. Junio de 1946
Contantin von Neurath desempeñó un importante papel como ministro de Asuntos Exteriores en la reocupación de Renania en 1936. Estuvo presente en la conferencia de Hossbach, testificó que las afirmaciones que Hitler realizó aquel día le provocaron un ataque al corazón. Dimitió poco después pero, aun conociendo los planes del régimen, siguió vinculado a él como ministro sin cartera, Se encargó del Ministerio de Asuntos Exteriores en tiempos del Anschluss y participó en las negociaciones de Múnich. Como protector de Bohemia y Moravia a partir de Marzo de 1939, von Neurath instauró un gobierno similar al que practicaba Alemania en los territorios ocupados mediante la guerra de agresión. Se ilegalizó a la oposición y se promulgaron leyes antisemitas. Alegó que la represión se realizó bajo las órdenes de Himmler y que como atenuante intervino en la liberación de prisioneros checos.

Martin Bormann, en paradero desconocido desde los últimos días de la guerra se le juzgó in absentia. A partir de enero de 1942 tenía el control de todas las leyes y directivas dictadas por Hitler. Estaba al corriente de los planes de asesinato en masa en Rusia. Fue un miembro activo en la persecución de los judíos, en 1943 ratificó una ley que les negaba el amparo de los tribunales y los situaba bajo la jurisdicción de la Gestapo. Desempeñó un papel importante en el programa de trabajos forzados.

En 1944, transfirió la competencia de los prisioneros de guerra del OKW a la SS. Fue responsable de la campaña para linchar a los soldados de las fuerzas aéreas aliadas.

A fnales de agosto de 1946 todo quedó a la espera de los veredictos y las sentencias.


G. Los veredictos

El punto culminante del juicio se produjo el 1 de octubre de 1946. Los horrores que cometieron los nazis quedaron al descubierto. Por fin los jueces habían llegado a un veredicto y los acusados regresaban al banquillo. Ante todo el mundo esperaban el destino que les aguardaba.
Portada de la edición especial, Sonderausgabe. El titular se hace eco de las sentencias de los veintidós acusados del proceso principal, entre las que se incluyen doce penas de muerte y tres absoluciones, Schacht, Papen y FritzschePortada de la edición especial, Sonderausgabe. El titular se hace eco de las sentencias de los veintidós acusados del proceso principal, entre las que se incluyen doce penas de muerte y tres absoluciones, Schacht, Papen y Fritzsche
El primer cargo, la acusación de conspiración que habían presentado los norteamericanos, fue el más costoso a la hora de llegar a un consenso por parte de los ocho jueces del tribunal. Para alcanzar un acuerdo, tuvieron que reducir sustancialmente el alcance del cargo de conspiración, que inicialmente era el principal. Por lo que respecta a los otros tres cargos, sólo se consideró pertinente el de guerra de agresión y únicamente a partir de 1937, la fecha del memorando Hossbach.

Se tardaron dos días en leer la sentencia, puesto que abarcaba un período de veinte años desde el ascenso de los nazis hasta sus actos de guerra y comprendía tanto un resumen de las pruebas como las resoluciones del tribunal sobre el alcance de los cargos. Hasta el segundo día no se comenzó a abordar el papel de cada uno de los acusados y declarar si se habían probado los cargos contra ellos.

Los veredictos de los jueces sorprendieron a casi todos los presentes en la sala, la gran mayoría incluyendo a la gente que seguía de cerca el juicio pensaba que todos los acusados serían declarados culpables de todos los cargos y condenados a la horca. La sorpresa fue que algunos de ellos evitaran la muerte e incluso fueron absueltos.


H. Las sentencias

Uno a uno, los que habían sido hallados culpables fueron llevados a la sala de vistas para escuchar las sentencias. Muchas sentencias fueron, como poco, desconcertantes. Al igual que con los veredictos hubo cierto descontento después de escucharlas.

Los acusados: Los veredictos y las sentencias


Karl Dönitz

  • Veredicto: culpable de los cargos tercero y cuarto
  • Sentencia: diez años de prisión

Rudolf Hess

  • Veredicto: culpable de los cargos primero y segundo
  • Sentencia: cadena perpetua

Joachim von Ribbentrop

  • Veredicto: culpable de todos los cargos
  • Sentencia: pena de muerte

Wilhelm Keitel

  • Veredicto: culpable de todos los cargos
  • Sentencia: pena de muerte

Alfred Rosenberg

  • Veredicto: culpable de todos los cargos
  • Sentencia: pena de muerte

Hans Frank

  • Veredicto: culpable de los cargos tercero y cuarto
  • Sentencia: pena de muerte

Wilhelm Frick

  • Veredicto: culpable de los cargos segundo, tercero y cuarto
  • Sentencia: pena de muerte

Ernst Kaltenbrunner

  • Veredicto: culpable de los cargos tercero y cuarto
  • Sentencia: pena de muerte

Walther Funk

  • Veredicto: culpable de los cargos segundo, tercero y cuarto
  • Sentencia: cadena perpetua

Hjalmar Schacht

  • Veredicto: absolución

Hans Fritzsche

  • Veredicto: absolución

Constantin von Neurath

  • Veredicto: culpable de todos los cargos
  • Sentencia: 15 años de prisión

Albert Speer

  • Veredicto: culpable de los cargos tercero y cuarto
  • Sentencia: 20 años de prisión

Arthur Seyss-Inquart

  • Veredicto: culpable de los cargos segundo, tercero y cuarto
  • Sentencia: pena de muerte

Franz von Papen

  • Veredicto: absolución

Alfred Jodl

  • Veredicto: culpable de todos los cargos
  • Sentencia: pena de muerte

Fritz Sauckel

  • Veredicto: culpable de los cargos tercero y cuarto
  • Sentencia: pena de muerte

Baldur von Schirach

  • Veredicto: culpable del cargo cuarto
  • Sentencia: 20 años de prisión

Erich Raeder

  • Veredicto: culpable de todos los cargos
  • Sentencia: cadena perpetua

Julius Streicher

  • Veredicto: culpable del cargo cuarto
  • Sentencia: pena de muerte

Martin Bormann

  • Veredicto: culpable de los cargos tercero y cuarto
  • Sentencia: pena de muerte
[imgtxt pie=»GOERING & CO. TO BE HANGED. Goering y Cía. a la horca. Portada del diario estadounidense The Washington Daily News, fechado el 1 de octubre de 1946″ desc=»GOERING & CO. TO BE HANGED. Goering y Cía. a la horca. Portada del diario estadounidense The Washington Daily News, fechado el 1 de octubre de 1946″]http://s25.postimg.cc/v32x7a3gf/96260005.jpg[/imgtxt]

Las organizaciones acusadas, los veredictos


El gabinete del Reich

  • Veredicto: no criminal.

Cuerpo de Líderes Políticos de NSDAP

  • Veredicto: culpable de los Kreisleiter en adelante.

La gestapo. Geheime Staatpolizei o policía secreta del estado y El SD. Sicherheitsdienst o servicio de seguridad

  • La fiscalía presento conjuntamente los casos de la Gestapo y del SD dada su estrecha colaboración. A partir de 1939 se fusionaron en una sola unidad la RSHA. Reichssicherheitshauptamt u Oficina Central de Seguridad del Reich.
  • Veredicto: criminal con la excepción del personal administrativo y los taquígrafos.

La SA. Sturmabteilung o sección de asalto

  • Veredicto: no criminal.

Las SS. Shutzstaffel

  • Veredicto: criminal, a excepción de los reclutas que no participaron en crímenes.

Estado Mayor y Alto Mando de las Fuerzas Armadas Alemanas

  • Veredicto: no criminal.


I. Cumplimiento de las penas

La fecha de las ejecuciones se mantuvo en secreto para los condenados, pero la noche del 15 de octubre de 1946 ya sabían todos que los ahorcamientos estaban programados para la madrugada del día siguiente.

Hermann Göring se suicidó ingiriendo una cápsula de cianuro dos horas antes de la hora programada para que subiera al patíbulo, construido en el gimnasio del patio de la prisión, a unos treinta y cinco metros del bloque de celdas donde habían transcurrido sus últimos días.

Joachim von Ribbentrop ocupó el lugar dejado por Göring como el primero en ir a la horca. En apenas dos horas los diez condenados fueron colgados. El último fue Arthur Seyss-Inquart. De camino al patíbulo, la mayoría intentaron aparentar coraje. Algunos se mostraron desafiantes, otros resignados, otros rogaron a Dios. Todos menos Alfred Rosenberg pronunciaron unas últimas palabras en el cadalso. Pero el único que hizo referencia a Hitler o a la ideología nazi fue Julius Streicher.

Tres patíbulos de madera se alzaban en el interior del gimnasio, una sala de diez metros de ancho por veinticinco de largo. Se utilizaban dos patíbulos para agilizar el proceso de manera que cuando se abría la trampilla y la víctima desaparecía la policía militar traía al siguiente hombre en ser ejecutado.

Los cuerpos fueron fotografiados para acabar con posibles rumores de que alguno de ellos había logrado escapar, luego fueron incinerados y sus cenizas esparcidas en un río.

Los siete acusados que habían sido condenados a prisión, Raeder, Funk, Von Neurath, Von Schirach, Dönitz, Speer y Hess, cumplieron sus sentencias como únicos reclusos de la prisión de Spandau, en Berlín. Uno a uno fueron liberados, en algunos casos antes de tiempo por problemas de salud, en los casos de von Neurath en 1954, Raeder en 1955 y Funk en 1957 con la excepción de Hess que pasó el resto de su vida en prisión, como único recluso más de veinte años.


J. Vídeo

Película documental proyectada durante el juicio


K. Documentales

Nuremberg. Los nazis a juicio


L. Fuentes

Nuremberg: el mayor juicio de la historia
http://en.wikipedia.org/wiki/File:Defen … trials.jpg
http://www.forosegundaguerra.com/viewto … 32&t=16803
http://es.wikipedia.org/wiki/Juicios_de_N%C3%BAremberg
http://commons.wikimedia.org/wiki/File: … Trials.jpg
http://www.ushmm.org/outreach/es/articl … d=10007722
http://es.paperblog.com/el-juicio-de-nuremberg-541256/
http://www.elholocausto.net/parte01/01cr30.htm
http://www.documaniatv.com/index.html
https://www.youtube.com

Origen: El juicio de Núremberg – La Segunda Guerra

LEER  ¿Qué fue de los templarios en España?

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