En 1936, los falangistas ASESINARON en Sigüenza al cartero SOCIALISTA FRANCISCO GONZALO DE FRANCISCO | RecueRda RepúBlica, documento memoria
En Sigüenza puede decirse que la guerra empezó el 13 de Julio de 1936. Francisco Gonzalo de Francisco, “el carterillo de Sigüenza” era miembro del sindicato de Carteros Rurales. Fue fundador y pres…
En Sigüenza puede decirse que la guerra empezó el 13 de Julio de 1936. Francisco Gonzalo de Francisco, “el carterillo de Sigüenza” era miembro del sindicato de Carteros Rurales. Fue fundador y presidente de la Casa del Pueblo de Sigüenza. También fundador de la Agrupación Socialista y del Sindicato de Oficios Varios, miembro de la Comisión Gestora Municipal, y defensor de los intereses obreros.
En junio de 1936, los pequeños huertos y cultivos que algunos de los humildes trabajadores de las salinas usaban como complemento a su mermada economía, se perdieron casi totalmente por una terrible tormenta de pedrisco. La miseria y el hambre hizo que estos empleados pidieran ayuda al patrón, quien se aprovechó de la situación rebajándoles el sueldo. La UGT organizó una protesta pidiendo justas mejoras laborales. La guardia civil disolvió la concentración a tiros, hiriendo a varias personas, y deteniendo a otras muchas. Los señoritos reaccionarios consideraban inaceptable cualquier reclamación.
Francisco Gonzalo denunció estos hechos en el semanario “Abril” de Guadalajara, de carácter de izquierdas, y como respuesta recibió serias amenazas por los esbirros de los señoritos locales. El 13 de Julio, un grupo numerosos de fascistas se reunió en la taberna de Salustiano Tundidor, “el Tundi”. Con ellos se reunió el señorito Estanislao de Grandes, para planificar el asalto a la Casa del Pueblo y cometer algunos asesinatos de hombres de izquierda de la localidad.
Se decidió que la escuadra del señorito Ochoa fuera la encargada de realizar la agresión a la Casa del Pueblo. Grupos de 60 o 70 fascistas tomaron las calles aledañas a la Casa del Pueblo armados con pistolas y escopetas. La escuadra de Ochoa se situó en la puerta de entrada, y encañonaron a dos jóvenes que intentaban subir a la Casa, los cuales lograron huir y refugiarse en la casa del alcalde.
Francisco Gonzalo había salido de la Casa del Pueblo sobre las once, a requerimiento del alcalde, Francisco Lafuente, de Izquierda Republicana. Sabían de la reunión de los fascistas pero Gonzalo se opuso a que la guardia civil se personase en la taberna del “Tundi” ya que pensaba que había que cerciorarse mejor de los hechos que allí se estaban tramando. Gonzalo salió de la casa del alcalde y momentos después le telefoneaba desde el Bar Motor diciendo que no hiciese nada todavía.
A continuación sonaron numerosos disparos en el portal de la Casa del Pueblo, donde se hallaba reunida la directiva del Sindicato de Oficios Varios. Dos minutos después Gonzalo se disponía a traspasar la esquina entre la calle de San Roque y el Centro Obrero dirigiéndose a la Casa del Pueblo. Allí mismo fue asaltado por un grupo de falangistas entre los que se encontraba Román Ochoa, fabricante de harinas, los hermanos “Gaceos”, jornaleros, y debían encontrarse también los hermanos Bueno, rentistas, conocidos como “los hijos del bosque”. Los asesinos dispararon contra Francisco, que cayó mortalmente herido de cuatro balazos.
Cuando varios transeúntes intentaron recoger al herido para socorrerle, recibieron una lluvia de piedras y disparos de los emboscados, desistiendo en el intento de atender a Gonzalo. El día 15, a las siete de la mañana, fue trasladado el cadáver de Gonzalo desde la Casa del Pueblo al depósito del cementerio para practicarle la autopsia. A las 11 de la mañana partió la comitiva para acompañar a la viuda y a sus tres hijos y dar sepultura al cadáver. Más de 2.000 personas en el más absoluto silencio y con el puño en alto desfilaron por las calles de Sigüenza.
