Historia: La conspiración sobre la muerte de Hitler que se refuerza con un submarino
Los restos de un subacuático nazi enterrado en el fondo del mar de Dinamarca alimentan la sospecha de que el Führer huyó antes del final de la guerra
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Una de las teorías más atractivas y fascinantes de la conspiración en la historia contemporánea es que Hitler nunca murió. Sus días finales comenzaron el 16 de enero de 1945, fecha en la que se recluyó en su búnker al ver que el proyecto del Tercer Reich estaba haciéndose añicos a manos de los aliados, que avanzaban por el este y oeste estrechando el cerco y acorralando a las tropas nazis. Una semana después, Hitler sufrió una crisis nerviosa durante una reunión que refleja muy bien la película «El hundimiento» (2004). El 30 de abril, Hitler ordena a sus ayudantes traer varios bidones de gasolina en la salida exterior del búnker para deshacerse de su cuerpo y del de su esposa, Eva Braun. El matrimonio más trascendental de la historia se encerró en una habitación durante 15 minutos y para cuando entraron en la sala, Hitler tenía un disparo de bala en la cabeza y Braun yacía tumbada por el efecto del cianuro.
Esta es la versión oficial. La versión conspiranoica más extendida es que Estados Unidos salvó a Hitler de la muerte para contar con él para el conflicto que se avecinaba tras la Segunda Guerra Mundial y que dividiría el mundo en dos bloques: el norteamericano y el soviético. Por eso, según la teoría, Hitler habría sido evacuado y conducido hasta la Patagonia a bordo de un submarino, en el que habría fallecido de muerte natural, supuestamente 17 años más tarde. Otra teoría más divertida y mucho más hollywoodiense es que Goebbels, su mano derecha, le asesinó de un disparo tras acusarle de ser judío y luego, convenció a sus respectivas esposas, Magda y Eva, para que se suicidaran a la vez con una cápsula de cianuro. Colocó los dos cuerpos frente al búnker y los prendió fuego. Luego, escapó del búnker disfrazado de religioso.
No poder encontrar los restos de Hitler en el submarino alimenta los rumores de que en realidad logró escapar
De todas estas teorías, quizás nunca sabremos la verdad. O sí. El diario británico ‘The Daily Mail’ parece que tiene la respuesta definitiva. En una noticia publicada esta semana, informan que ha sido descubierto un submarino alemán de hace casi 73 años desaparecido que supuestamente trasladó a líderes nazis a América del Sur. Se sabe que el modelo, un U-3523, fue uno de los submarinos Type XXI de Hitler, un diseño nuevo y muy avanzado que llegó demasiado tarde para frenar la victoria aliada. Se trataba de la primera clase de submarinos diseñados para navegar durante largos períodos de tiempo. Además, gozaba de plena autonomía que le hacía capaz de viajar hasta Sudamérica sin parar ni una sola vez.
Se cree que el U-3523 fue hundido por un ataque del B24 Liberator británico el 6 de mayo de 1945. El no poder encontrar los restos de Hitler en el submarino alimenta la sospecha y los rumores de que en realidad logró escapar. Ahora, los escombros del naufragio se han localizado a diez millas náuticas al norte de Skagen, la ciudad más septentrional de Dinamarca. El Museo de la Guerra del Mar de Dinamarca, que encontró dicha nave sumergida, dijo que no había evidencia de que estuviera escapando con los líderes nazis o el botín.
grandes objetos de valor procedentes de Alemania», afirma Gert Normann Andersen, director del Museo danés. «Creo que el rumor se extendió porque el U-3523 era un bote de larga distancia muy moderno y algunos nazis intentaron escapar con joyas y materiales preciosos en los últimos días», puntualizó Andersen. «Aunque claro, el submarino iba a Noruega, no a América del Sur«, como relatan las teorías de la conspiración.
Varios documentos de la inteligencia estadounidense desclasificados aumentan la sospecha de que Hitler huyó de verdad. Uno de ellos, del 3 de octubre de 1955, contenía denuncias de un ex soldado de las SS llamado Philip Citroën de que el Führer había estado escondido en Colombia para luego ir a Argentina. Incluso, incluía una foto de 1954 tomada en la ciudad colombiana de Tunja con, supuestamente, el mismo Adolf Hitler. El documento decía así: «Según Critroën, los alemanes que residían en Tunja, Colombia, siguieron a ese supuesto Hitler ofreciendo el saludo nazi».
Otro archivo del FBI fechado el 21 de septiembre de 1954 detallaba las declaraciones de testigos que aseguraban que Hitler había llegado a Argentina en dos semanas y media después de la caída de Berlín a bordo de un submarino. «Según un plan preestablecido con seis altos funcionarios argentinos, al amanecer se cargaron todas las provisiones y zarparon hacia las estribaciones de los Andes meridionales», apuntaba dicho informe. También se conoce que varios cargos nazis huyeron a América del Sur, entre ellos Adolf Eichmann, un destacado arquitecto del holocausto, y el médico del campo de concentración de Auschwitz, Josef Mengele.
Sin embargo, este último descubrimiento demuestra que el U-3523 nunca hizo el viaje y se hundió con todos los miembros de la tripulación dentro. Andersen también tiene una copia del último telegrama emitido por el submarino el 5 de mayo de 1945 el cual no menciona ninguna carga preciosa o pasajeros de alto rango en su interior. Los escáners revelan que se encuentra a 123 metros por debajo del agua, por lo que es muy difícil acceder. Toda la proa del barco yace enterrada en la arena, mientras que la popa se encuentra a 20 metros por encima del fondo.
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