Intentos de escarmiento en tiempos de Franco
La lucha feminista española obtuvo importantes conquistas durante la II República, proclamada el 14 de abril de 1931. La nueva constitución incluía el matrimonio civil con igualdad de derechos y el divorcio. Las mujeres adquirían la ciudadanía plena, la posibilidad de ocupar cargos públicos y desarrollar oficios considerados impropios para el “sexo débil”. Podían estudiar en igualdad de condiciones que los hombres; tenían la patria potestad sobre los hijos en caso de viudez y protección estatal a la maternidad. Poco tiempo después sería conquistado el sufragio femenino.
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La lucha feminista española obtuvo importantes conquistas durante la II República, proclamada el 14 de abril de 1931. La nueva constitución incluía el matrimonio civil con igualdad de derechos y el divorcio. Las mujeres adquirían la ciudadanía plena, la posibilidad de ocupar cargos públicos y desarrollar oficios considerados impropios para el “sexo débil”. Podían estudiar en igualdad de condiciones que los hombres; tenían la patria potestad sobre los hijos en caso de viudez y protección estatal a la maternidad. Poco tiempo después sería conquistado el sufragio femenino.
La historiadora irlandesa Mary Nash comenta:
“Aunque las estructuras de género no se cuestionaron abiertamente, la modernización del Estado, el desarrollo de la democracia política, la secularización de la educación y la creciente participación de las mujeres en el movimiento obrero organizado condujeron al aumento de la conciencia femenina y a una valoración de su condición social. Por primera vez, una pequeña élite de mujeres tuvo acceso a puestos políticos y administrativos de importancia, en tanto que otras se beneficiaron de algún modo de las nuevas tendencias culturales y de la modernización de la sociedad española.”
El franquismo llegó en 1936 para poner freno a toda esa transformación. Arremetió contra la población republicana en general, pero las mujeres tuvieron un lugar “especial” en la represión, por el simple hecho de ser mujeres.
Doria y Mercedes Buxadé Adroher, fueron dos mexicanas que llegaron a Mallorca como enfermeras voluntarias de la Cruz Roja. Eran parte de una expedición republicana que pretendía combatir el alzamiento militar en la isla. Ante el fracaso de la operación fueron detenidas por tropas franquistas junto a otras tres compañeras.
Tras el interrogatorio, las autoridades ordenaron comprobar “si eran vírgenes”. Fueron examinadas por un grupo de monjas y luego violadas repetidamente por varios falangistas. Las exhibieron públicamente y las asesinaron en un cementerio local. Tenían 23 y 18 años, respectivamente.
No son un caso aislado. Desde 2010 se abrió un proceso judicial argentino contra la dictadura española, considerado la primera querella por crímenes por razón de género. En él se presentan cinco casos que muestran la violencia cometida contra las mujeres durante el franquismo, demostrando no solo el enfrentamiento político sino el género como elemento distintivo de la agresión.
No solo eran “castigadas” por sus actividades políticas, sino que debían pagar por tener vínculos familiares con republicanos. El marido de Margalida Jaume Vendrel había sido detenido. Ella tenía siete meses de embarazo. Fue obligada a dar declaraciones sobre su marido para quedar en libertad. No se cumplió esto. Ambos fueron asesinados después de ser torturados. Ella, además había sido violada.
En agosto de 1940, la comunista Matilde Lanza llegó a una prisión mallorquina dirigida por la Congregación de las Hermanitas de los Pobres, uno de los penales más brutales del franquismo.
Por la simpatía que tenía entre las reclusas, las autoridades buscaron adoctrinarla para que luego trabajara a sus compañeras. La convencieron de que si aceptaba bautizarse, mejorarían las condiciones de las prisioneras. Antes de la ceremonia, Matilde se tiró desde el techo de la prisión. Mientras agonizaba inconsciente en el suelo la bautizaron.
Pilar Sánchez, socialista, fue capturada por cuatro falangistas. Según los testigos fue golpeada y violada varias veces en plena calle. Fue atada a un carro y arrastrada por la carretera. Le dispararon y arrojaron su cuerpo a las puertas de un cementerio.
Lidia Falcón, abogada feminista, es la única superviviente incluida en la querella. Fue detenida seis veces, entre 1960 y 1974, y torturada en cuatro de ellas. En su testimonio cuenta que: «Los golpes empezaban en la espalda y el abdomen gritándome puta, así no parirás más».
Estos casos representan a un grupo importante de mujeres que fueron violentadas por el franquismo a través de los métodos más crueles. Muchos bebés fueron arrancados de los brazos de sus madres, se calculan 30 960 niños robados en España. Otras mujeres no pudieron escapar de la humillación pública. Fueron rapadas u obligadas a tomar aceite de ricino, para que no pudieran controlar sus esfínteres, entonces eran golpeadas y luego exhibidas en la calle.
Las mujeres republicanas representaron un adelanto significativo respecto al modelo femenino anterior, y no entraban en consonancia con el régimen franquista. Había que devolverlas a la esfera privada, a su posición de débiles y sumisas. A través de la violencia se buscó arrancarlas de los espacios de poder conquistados.
Las mujeres en el franquismo eran propiedad de los hombres, por lo que estos podían hacer uso de sus cuerpos sin ningún cuestionamiento, más si eran republicanas. Había que erradicar esta ideología desde la raíz, esto explica el uso de descargas eléctricas en zonas genitales, golpes en el bajo vientre y en el estómago para impedir la reproducción.
Todo el horror generado no fue suficiente para que las mujeres españolas abandonaran la pelea por el derecho a decidir sobre sus cuerpos y por la construcción de una sociedad diferente. Son ejemplo de mujeres que continúan en pie de lucha.
Origen: Intentos de escarmiento en tiempos de Franco – Mujer Fariana