La guerrilla antifranquista en Extremadura.
Empezamos pues por un repaso a la actuación de los anarquistas de la tierra o de sus provincias limítrofes que cruzaron la muga para sus acciones. La primera partida que actuó por la zona sur de Badajoz fue la del libertario Juan Manuel García Martínez “Chato de Malcocinado”, fugado de la prisión de Azuaga en 1940. Esta partida se uniría posteriormente, entre finales de 1941 y principios del 42, a la del “Chato de Huelva”. Bajo este apodo se encontraba Lorenzo García Romero, también libertario y natural del Cerro de Andévalo. La partida cada vez fue más numerosa, hasta que al final decidieron crear tres grupos, uno dirigido por cada uno de los “Chatos” y otro por José Martín Campos “el Tripa”, otro libertario proveniente de la provincia de Sevilla y a quien alguna fuente le da militancia socialista.
Dentro de la 2ª Agrupación, que actuó en alguna ocasión por tierras pacenses pero sobre todo en la vecina Ciudad Real, destacamos entre sus filas a algunos anarquistas extremeños como Manuel Martínez de la Mata “el Mera”, de Cabeza del Buey, o Eusebio Liborio Lombardía “Lavija” y Fernando Maraña Falcón “el Joven”, ambos provenientes de Guareña y que llegaron a alcanzar puestos de mando en dicha agrupación. De hecho, “Lavija” llegó a ser nombrado jefe de la misma. “Lavija” murió en las calles de Madrid en noviembre de 1946, mientras “el Joven” consiguió llegar hasta Barcelona, donde formó otro grupo, esta vez de guerrilla urbana, hasta que fue abatido en septiembre de 1947.
Dentro de la 3ª Agrupación , el grupo del libertario de Villaviciosa de Córdoba Bernabé Caballero Calvo “Cojo de la Porrada” actuó por tierras de Badajoz desde julio de 1946, siendo encargado de las actuaciones de la Agrupación por tierras extremeñas desde julio del 47. Entre otras actividades, los guerrilleros de Bernabé, en pequeños grupos, organizaban reuniones durante la siega con numerosos grupos, tanto para darles propaganda como para lanzarles proclamas políticas y laborales, tras lo cual volvían rápidamente a desaparecer. También realizaron sabotajes en las infraestructuras viarias, además de los inevitables atracos. Finalmente, la partida fue descubierta el 17 de octubre de 1947 en una de sus bases, la situada en el burdel de Fregenal de la Sierra, regentado por Luisa Ramos “la Cortada”, donde murieron tras fuerte tiroteo Bernabé y su hermano Domingo, que con su resistencia lograron ganar el tiempo suficiente para que el resto de la cuadrilla pudiera huir. Entre dicha fecha y el 6 de mayo del siguiente año fueron detenidos o aniquilados el resto de la partida.
Fue Extremadura tierra en la que actuaron varias mujeres integradas en la guerrilla, cosa que no era nada bien vista desde la alta jerarquía guerrillera. Entre las diversas partidas y agrupaciones, sabemos que en enero de 1944 se echaron al monte Saturnina Serrano González, Concepción Pinel Redondo y Concepción Pérez Serrano. Estuvieron unos meses con la guerrilla y fueron detenidas en abril, purgando largos años de cárcel. En la provincia de Cáceres, encontramos a una guerrillera sin identificar, detenida el 21-5-45 junto al Villar del Pedroso tras un tiroteo en el que murió “Pelos Grifos”. Casimira Álvarez Felipe “La Jopa”, de la partida de “Quincoces”, se echó a la sierra en 1943, siendo finalmente detenida el 8-6-1946. Daniela Barroso Escudero “La Daniela”, de la partida de “Quincoces” desde 1943, acabo entregándose en julio de 1946. Flora Martín estuvo unos meses huida en la sierra de Santa Bárbara, en las cercanías de Plasencia, para entregarse posteriormente. Rosa Padilla Pulido “La Rosa” se integró en 1943 en la partida de “El Francés”, se ocultó en Madrid a finales de 1946 y fue asesinada en dicha ciudad por un grupo comunista. Las hermanas María y Paula Rodríguez Juárez, “La Goyoria” y “La Migueleta”, respectivamente, de la partida de “Chaquetalarga”, fueron finalmente abandonadas por sus “compañeros” en la guerrilla y detenidas el 30-3-1948. Carmen Ruiz Rubio “La Vivillo”.
Los restos de Sagrario Vera tras ser tiroteada por la guardia civil.IMANOL
Mención especial para “el carnicero de Extremadura”, sobrenombre con el que fue conocido el impresentable de Manuel Gómez Cantos, un saco de estiércol y mala hostia embutido en un traje de teniente coronel de la guardia civil, con quien no me voy a extender pues merecerá un capitulo especial dentro de la sección “el Enemigo”. Solo decir que como era más fácil matar civiles que enfrentarse a la guerrilla armada, pues a ello se dedicó con extrema saña y realizó matanzas en lugares como Alía en 1942 o la de Castilblanco, que tuvo que frenar el cura. En Mesas de Ibor, pueblo que ocupó la guerrilla, ejecutó a tres guardias civiles por cobardía ante el enemigo, y como el franquismo era una dictadura con todas las letras, solo fue condenado por no haber consentido que a dichos guardias les fueran ofrecidos los auxilios espirituales… En fin, sin comentarios.
Origen: Memòria Repressió Franquista.: La guerrilla antifranquista en Extremadura.