La misteriosa enfermedad que pudo estar detrás de los extraños comportamientos de las Brujas de Salem – BBC News Mundo
Los juicios de Salem fueron uno de los casos de brujería más famosos de la historia. Varias niñas fueron castigadas y decenas más acusadas de esta práctica a finales del siglo XVII. Sin embargo, detrás de sus comportamientos extraños, que incluían convulsiones y cambios de personalidad, pudo estar una enfermedad neurológica autoinmune. ¿En qué consiste?
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«Sus extremidades se contraían y, martirizadas de tal manera… sus brazos, cuellos y espaldas giraban hacia aquí y hacia allá, y luego de nuevo. Sus bocas dejaban de moverse, sus gargantas se ahogaban. Sufrían ataques de dolor». Esta es una descripción contemporánea de las primas Betty Parris y Abigail Williams, las primeras mujeres en ser castigadas en Salem, Estados Unidos.
Su manera de hablar era confusa y sus extremidades sufrían contorsiones. Gemían, gritaban y convulsionaban. Era 1692. Betty tenía 9 años y Abigail 11.
El médico le informó al reverendo Samuel Parris que las niñas (su hija y su sobrina, respectivamente) estaban embrujadas.
En poco tiempo, al menos otras cinco niñas en la aldea de Salem desarrollaron síntomas similares. Varias mujeres comenzaron a ser acusadas de brujería, entre ellas Tituba, una esclava, y Sarah Good, una mendiga sin hogar.
Luego siguieron una serie de acusaciones y los residentes del lugar terminaron denunciando a más de 200 personas.
Tanto aquellos con una «mala reputación» como los feligreses consagrados, fueron llevados a la cárcel. Bridget Bishop, «conocida por sus chismes y sus hábitos de promiscuidad», fue la primera en ser colgada, un 10 de junio.
Hongos de centeno
En total, veinte personas fueron ejecutadas y varias otras murieron en prisión.
¿Pero, qué causó esos extraños síntomas en Betty, Abigail y sus amigas hace más de tres siglos y finalmente condujo a todas esas muertes?
Una teoría popular (propuesta en 1976 por Linnda Caporael, en la revista Science) es que la causa fueron los hongos de centeno. Al ser ingeridos accidentalmente (de cultivos infectados), estos parásitos causan «ergotismo convulsivo»: espasmos musculares, alucinaciones y convulsiones.
Otros, creen que la causa fue el estramonio, una planta psicoactiva también conocida como «la trampa del diablo».
Más tarde, se consideró la encefalitis letárgica, un misterioso trastorno del sueño que puede ser provocado por una toxina ambiental, una infección bacteriana o viral o un trastorno autoinmune.
Sin embargo, estas ideas fueron descartadas.
Las niñas de Salem no tuvieron ninguno de los síntomas clave del envenenamiento con hongos de centeno, que incluyen graves afecciones gastrointestinales, un color de piel lívido y un apetito voraz.
Y mientras que este tipo de envenenamiento puede causar distorsiones perceptivas (arcoíris multicolores, halos, imágenes persistentes) como cuando se está bajo los efectos del LSD, las chicas describieron haber sido atacadas por figuras bien definidas.
Una nueva teoría
Ahora ha surgido una nueva teoría, publicada en el Journal of Neurology por Michael Zandi (neurólogo del University College London) y uno de sus estudiantes, Johnny Tam.
Se trata de una enfermedad conocida como encefalitis anti-NMDAR.
La historia de un paciente típico sería esta: la persona inicialmente desarrolla una enfermedad parecida a la gripe. En pocas semanas, se obsesiona con Dios o el diablo, es consumida por la paranoia y atormentada por el insomnio.
Repite las mismas palabras, luego se queda muda. A continuación: convulsiones, contorsiones y extremidades retorcidas, extraños y repetitivos movimientos de la boca y la lengua.
El pulso se acelera o desacelera, la presión arterial sube y baja. El paciente suda, babea, gruñe y hace muecas. Se vuelve catatónico y luego comatoso.
Durante mucho tiempo estos pacientes fueron diagnosticados como histéricos y catalogados como neuróticos, y enviados a asilos donde se volvían más locos o morían.
Ahora sabemos que estos síntomas son causados por un trastorno neurológico, tras una innovadora investigación en 2007, que ha demostrado que un anticuerpo ofensivo reacciona contra los receptores NMDA, de ahí el término encefalitis anti-NMDAR (la «R» significa receptores).
Estos receptores son responsables de la transmisión sináptica de señales a través de las sinapsis del cerebro y la neuroplasticidad (la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar), además del comportamiento, el aprendizaje y la memoria.
Tumor ovárico
El ataque de anticuerpos en pacientes con encefalitis anti-NMDAR parece surgir como parte de una respuesta autoinmune, y tal vez ocurre después de una infección.
Se piensa que el herpes puede serun virus desencadenante, pero los investigadores aún no están totalmente seguros.
Ha sido confirmado que algunas mujeres con encefalitis anti-NMDAR presentan un tumor ovárico llamado teratoma, una masa de carne que a menudo contiene pelos, dientes y huesos.
Estos tumores también tienen tejido neural, los cuales expresan receptores de NMDA.
Una vez más, el sistema inmunitario podría ser el culpable: es probable que estos receptores desencadenen la producción de anticuerpos, que luego reaccionan de forma cruzada con los receptores de NMDA del cerebro y con los del teratoma.
Curiosamente, la ketamina también es un antagonista de estos receptores, por lo que una sobredosis de ketamina produce síntomas similares a la encefalitis anti-NMDAR.
Durante los tratamientos para suprimir el sistema inmunitario, el 75% de los pacientes con encefalitis anti-NMDAR se recuperan completamente o al menos de manera sustancial (aunque también puede ocurrir una mejoría de manera espontánea).
Para aquellos pacientes con un teratoma ovárico, si se retira el teratoma, se acaba el «embrujo».
Este padecimiento también se ha identificado en hombres, tanto jóvenes como de edad avanzada. Pero las mujeres son las más afectadas, sobre todo en sus primeros 20 años.
Preguntas sin respuesta
Entonces, ¿podría esta condición estar vinculada con los extraños comportamientos de las llamadas brujas de Salem?
El neurólogo británico Zandi y su estudiante Tam analizaron las descripciones de Betty y Abigail, y creen que estamos ante una posibilidad distinta, por las siguientes razones:
- La ansiedad y los delirios de persecución aparecen en la encefalitis anti-NMDAR y parecen haber estado presentes en las niñas de Salem.
- En los casos de encefalitis se producen convulsiones. Las jóvenes tuvieron varios «ataques de dolor».
- Las disquinesias (movimientos involuntarios de las extremidades) de la encefalitis anti-NMDAR pueden coincidir con la siguiente descripción: «sus extremidades se contraían y, martirizadas de tal manera… sus brazos, cuellos y espaldas giraban hacia aquí y hacia allá, y luego de nuevo».
- Hay similitudes entre la pérdida de la inhibición y el estado mental alterado, propios de la encefalitis, y este relato: «Primero entraba y salía de la habitación con violencia…y comenzó a lanzar antorchas de fuego sobre la casa …».
- La sugerencia de que las jóvenes estaban alucinando: «A veces hacía como si volara, estirando los brazos tan alto como podía…».
- El hecho de que en ocasiones las jóvenes fueran tomadas como «tontas», tal vez indiquecatatonia.
- La inflamación del cerebro puede afectar el habla: «sus bocas dejaban de moverse, sus gargantas se ahogaban…».
«Sus padecimientos parecen increíblemente similares a una enfermedad que no fuimos capaces de tratar hasta el siglo XXI», dice Zandi. «¿Y por qué no es posible que la encefalitis anti-NMDAR haya existido en ese entonces?».
Suena convincente, pero algunas preguntas siguen sin respuesta. ¿Por qué Betty y Abigail habrían desarrollado simultáneamente una condición que no es infecciosa?
Zandi señala que existen varias condiciones autoinmunes que son hereditarias, por lo que es posible que ambas sufrieran la misma enfermedad.
Sin embargo, el neurólogo reconoce: «sí, es más probable que solo una la haya tenido, y no ambas».
En cuanto al resto de las jóvenes, el misterio persiste en gran medida, dice Zandi.
Un drama sociopolítico
«Los factores sociopolíticos pueden haber apuntalado otros casos, y quizás otras afecciones médicas se hayan etiquetado incorrectamente como brujería, incluida la epilepsia», dice.
El psicólogo Nicholas Spanos, quien también ha explorado otros posibles factores, ve los acontecimientos de Salem como un «drama sociopolítico desarrollado por la cosmovisión compartida de los puritanos del siglo XVII».
Quizás las jóvenes representaron el papel de los demonios (tal vez sin quererlo) y los roles fueron aprendidos y legitimados por esta comunidad religiosa: «Tan pronto como ella (la bruja acusada) se acercó, todos se retorcieron».
Testigos de los juicios de Salem aseguraron haber sido mordidos cuando una acusada se mordió el labio en la corte. Y cuando ella movió su mano, los testigos dijeron haber sido pellizcados.
Es revelador que las mujeres hayan estado aparentemente en perfecto estado fuera de la sala del tribunal: «Muchas de ellas, que tienen varios ataques extraños en un día, se muestran en los recesos sanas y suntuosas, robustas y lujuriosas, como si nada las hubiera afligido».
Aún así, la posibilidad de que la encefalitis anti-NMDAR haya afectado incluso a una de las jóvenes es intrigante, incluso si las influencias sociopolíticas y religiosas tuvieron su papel.
En Salem, un indulto en mayo de 1692 permitió la liberación de unas 150 mujeres acusadas de ser brujas.
Ann Putnam Jr., una de las jóvenes «poseídas», se disculpó formalmente al escribir una carta a la iglesia de la aldea de Salem, en 1706.
Se cree que Betty Parris se casó más tarde y formó una familia en Sudbury. El destino de Abigail Williams sigue siendo desconocido.
Las teorías que intentan explicar los extraños comportamientos de las «brujas» de Salem abundan.
La encefalitis anti-NMDAR es la más reciente. Y luego vendrán otras.