La persecución de un ‘bad hombre’: Detonante de la última invasión de México por EE.UU. – RT
Hace cien años, las tropas estadounidenses salían de Mexico después de fallar en su intento de capturar a un ‘bad hombre’: el revolucionario Pancho Villa.
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Hace exactamente un siglo, el Ejército de EE.UU., en el marco de la operación Expedición Punitiva, abandonaba territorio mexicano tras recorrer sin éxito la enorme extensión del Estado de Chihuahua en busca de lo que el actual presidente Donald Trump hubiera llamado un ‘bad hombre’: Pancho Villa.
Esta última intervención abierta del ejército de EE.UU. en México, viene a cuento de la supuesta broma que Trump habría gastado al presidente mexicano Enrique Peña Nieto sobre el conjunto de ‘bad hombres’ (narcotraficantes) que trafican entre los dos países.
«No están haciendo lo necesario para detenerlos. Creo que su ejército está asustado. El nuestro no, así que podría enviarlo para que se haga cargo», habría dicho Trump a Peña.
La Expedición Punitiva tenía por objetivo capturar y dar muerte al mítico revolucionario mexicano Francisco Villa después de que en marzo de 1916 asaltara el campamento militar de Fort Furlong y se llevara armas, municiones y caballos.
En aquel evento histórico conocido como Ataque a Columbus, las fuerzas de Villa entraron al banco local para tomar el dinero que le había sido congelado al revolucionario y en represalia por el velado reconocimiento estadounidense a las fuerzas del nuevo presidente de facto de México: Venustiano Carranza.
Aunque la incursión dejó más muertos del lado de los villistas, fue suficiente motivo para herir el orgullo norteamericano. En México, es usual escuchar que hasta el ataque de Al Qaeda contra las Torres Gemelas, sólo Villa había atacado a EE.UU. en su propio territorio.
El tono de las declaraciones del presidente estadounidense de entonces, Woodrow Willson, -llamó a Carranza «tonto»- recuerda mucho al de estos días entre México y EE.UU.
«Se trató de justificar y de premiar una invasión contra un país con supuestos bandidos que alteraban la paz fronteriza y ponían en riesgo la seguridad nacional del país más expansionista del orbe» escribe Carlos Vigueras, director del Museo Casasola, en su libro ‘Pancho Villa: expedición punitiva / revolución intervenida’, retomado por el diario ‘La Jornada’.
Durante toda aquella década México vivió una guerra interna después de que la revolución mexicana hubiera sido traicionada por el golpe de Estado del general Victoriano Huerta, que después sería relevado por las fuerzas constitucionalistas de Carranza.
Los levantamientos por la falta de cumplimiento del reparto agrario, uno de los principales motores que causaron el levantamiento armado revolucionario contra el general Porfirio Díaz, al frente de México durante 30 años, continuaron también contra los constitucionalistas.
Entre los alzados, acusados de bandidos y «Atilas» por la prensa mexicana, se encontraban el general indígena Emiliano Zapata, que construyó una comuna agraria en el Estado de Morelos, y el famoso Pancho Villa, apodado ‘Centauro del norte’.
Durante la época de Díaz, Estados Unidos mantenía el control de la industria petrolera del país y de los ferrocarriles, y era el destinatario de más de la mitad de las exportaciones. México, prácticamente, formaba una plataforma para alimentar al vecino del norte. Años más tarde la revolución trajo la nacionalización de algunos de estos bienes, hasta las reformas estructurales del gobierno de Peña Nieto.
El sitio Memoria política de México cita el libro ‘Pancho Villa’, de Pere Foix, en el que se lee: «El Gobierno de Wilson protestó enérgicamente ante el Gobierno de Carranza y en una de las notas que Washington envió a México anunció que se procedería a organizar una expedición norteamericana, la cual penetraría en territorio mexicano para ir en persecución del bandido Pancho Villa y fusilarlo en donde lo encontraran, sin formación de causa».
A pesar de que mantenía una guerra abierta contra Villa, el entonces presidente Carranza protestó contra lo que calificó de invasión y pidió la retirada de las fuerzas estadounidenses. Sin embargo, Woodrow Wilson contestó que la opinión pública norteamericana exigía una declaración de guerra contra México y que la única manera de calmar los ánimos era mandar la llamada Expedición Punitiva para asesinar a Villa.
Diversos relatos históricos hablan de la enorme columna de polvo que levantaba el ejército estadounidense a su paso por México. Más de 10.000 soldados, motocicletas con ametralladoras y tanques -los artilleros fueron usados por primera vez-, aeroplanos y caballería entraron en territorio mexicano el 15 de marzo de 1916. Al frente de esta incursión parecida a un espectáculo de Hollywood iba el general John J. Pershing, futuro héroe de la Primera Guerra Mundial, fotografiado años antes junto al propio Villa.
El diario ‘Excélsior’ reporta que algunos historiadores, como el director del Museo Histórico de Columbus, barajan la versión de que, realmente, la incursión de EE.UU. en México se hizo para probar los vehículos mecanizados en combate y las tácticas que usaría en la Primera Guerra Mundial, que estaba a punto de estallar.
Según ‘El Diario’, medio mexicano en El Paso, la población se volcó a favor del revolucionario mexicano, daba informes falsos e inclusive expulsaron a pedradas a los norteamericanos de la población de El Parral.
El libro ‘Buscando a Villa: La historia detrás de la expedición de Pershing en México’, recoge la declaración de un jefe militar estadounidense que dice así: «Los mexicanos se negaban a vender forrajes y provisiones a pesar de que eran pagados a precios excesivos; los guías extraviaban las columnas y en algunas poblaciones las fuerzas americanas eran recibidas al grito de ¡Viva Villa!».
Cartel Reward Pancho Villa
Oficina del Sheriff de ColumbusExposición temporal «De vuelta a Columbus»
Micrositio: http://ow.ly/yLbq305lIBT
Durante 11 meses la expedición buscó a Villa en Chihuahua. Más de 200 villistas fueron asesinados, mientras que civiles mexicanos fueron capturados y ahorcados como supuestos informantes del revolucionario. Sin embargo, la presión de la opinión pública norteamericana ante la inminente guerra mundial y la falta de resultados hizo que en febrero de 1917 las tropas de EE.UU. abandonarán México con más pena que gloria.
Los sucesos de la expedición quedaron en la memoria popular mediante corridos, la épica canción mexicana de la revolución, ahora usados para hablar de narcotráfico. Uno de los corridos más famosos hace referencia al robo de un aeroplano y a la captura de un piloto estadounidense:
Francisco Villa, al ver las fuerzas punitivas,
luego al momento también se preparó,
se visitó de soldado americano
y a sus tropas también las transformó.
Los aeroplanos, al ver la bandera
con las estrellas que Villa les pintó,
se equivocaron y bajaron a la sierra
y prisioneros Villa los agarró.
Villa se convirtió en leyenda mundial precisamente porque el ejército estadounidense nunca le dio alcance. Es famoso un cartel de aquel tiempo, reproducido en posters y playeras, en el que aparece Francisco Villa y la palabra «Reward [Recompensa]» por 5.000 dólares.
Hace un año, en el centenario de la entrada del ejército estadounidense, cuando se organizó una Cabalgata Binacional Villista y abrió las puertas un parque temático en Columbis, Vigueras calificó estos hechos como un «olvido histórico», pues a partir de aquella incursión los recursos de México fueron puestos a manos de EE.UU. durante la guerra mundial.
El sitio Político publicó una columna de opinión en la que recalca que si Trump lanza una expedición a México: «no debe esperar que lo reciban con rosas […] la ventaja del ejército estadounidense en 1917 poco pudo hacer con la extendida resistencia guerrillera contra el imperialismo americano».
Y agrega: «Aunque uno tome al presidente [Trump] literalmente o en serio —o las dos—, el hecho de su amenaza a nuestro vecino del sur constituye una provocación».
Al-Dabi Olvera
Origen: La persecución de un ‘bad hombre’: Detonante de la última invasión de México por EE.UU. – RT