29 marzo, 2024

La persecución nazi de homosexuales

Identificación policialFotografías de Rudolf Muller, homosexual detenido en Hamburgo en 1934, y la insignia rosa utilizada en los campos de exterminio (c) Coll. Staatsarchiv Hamburg
Identificación policialFotografías de Rudolf Muller, homosexual detenido en Hamburgo en 1934, y la insignia rosa utilizada en los campos de exterminio (c) Coll. Staatsarchiv Hamburg

El marco es imponente: el Memorial de la Shoah, en el Marais parisino. Recibe a los visitantes con sus “paredes de nombres”: los de los 76.000 judíos de París

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El marco es imponente: el Memorial de la Shoah, en el Marais parisino. Recibe a los visitantes con sus “paredes de nombres”: los de los 76.000 judíos de París (11.000 niños), deportados y asesinados en los campos de exterminio. Y acoge, desde hoy, otra memoria de perseguidos, la de los homosexuales y lesbianas en la Europa nazi. En los campos de concentración, la insignia amarilla de los judíos era el único grado inferior a la de color rosa, destinada a las personas que allí se encontraban debido a su condición sexual.

Triángulo rosa utilizado por los nazis para identificar a personas homosexuales

Triángulo rosa utilizado por los nazis para identificar a personas homosexuales

REDACCIÓN / Terceros

Pero Florence Tamagne, especialista de la historia de la homosexualidad, autora de un compendio sobre el periodo 1919-1939 en Berlín, Londres y París, y curadora de la exposición, pretende “mostrar no solo la amplitud de la persecución nazi, sino también la riqueza de las subculturas lesbiana y gay desde principios del siglo XX en Europa”. La muestra se apoya en cantidad de documentos inéditos, de Alemania pero también de Francia, y en una biblioteca consecuente y mal conocida.

El artículo 175

“Porque se trata de señalar la situación no solo en Alemania y Austria sino en los países dominados por los nazis durante la Segunda Guerra”, la exposición reúne ensayos y novelas, especialmente en alemán y francés, e imágenes documentales. Y exhibe el Código Penal alemán, abierto en la página del artículo 175, que desde el siglo XIX penalizaba las relaciones sexuales entre hombres. Este artículo prevaleció durante décadas y solo se modificó en 1968 (República Federal alemana) y en 1969 (República Democrática Alemana). El país reunificado no lo revocó hasta 1994. En Francia, si la Revolución abrogó en 1791 el delito de sodomía, Vichy persiguió la homosexualidad desde 1942. Entre otras medidas instituía una mayoría de edad diferenciada -amores heterosexuales, desde los 13 años; homosexuales desde los 21-, que subsistió cuatro décadas.

La muestra, cronológica, evoca las primeras reivindicaciones ­homosexuales con ese pedido de abrogación del artículo 175, en 1897, del sexólogo Magnus Hierschfeld, más tarde perseguido por los nazis. Cabarets como ElDorado (Berlín) o Le Monocle (París) y bailes travestidos como el Magic City parisino, tienen vida pública en las primeras tres décadas del siglo XX.

“Salvo en Austria, que lo penalizaba, el lesbianismo fue generalmente invisibilizado”, explica Tamagne. Pero en Alemania una revista lesbiana salió mensualmente de 1924 a 1933. Y es que la misma ambigüedad que permitió la alianza de Stalin y Hitler, permitió “el tono homosexual de las juventudes hitlerianas”, con la valorización de “amistades viriles” y “una estética homoerótica bien visible en las esculturas monumentales de Arno Breker y Joseph Thorak o el cine de Lieni Riefenstahl”, afirma Tamagne.

Gais nazis

Himmler lanzó una ofensiva homófoba interna de degradación y aniquilación

De hecho, Ernest Rohm, jefe de las SA, destacamentos de asalto, soporte de la toma del poder por Hitler, “era un homosexual notorio”. Víctima propiciatoria de la matanza entre nazis de la noche de los cuchillos largos (la del 29 al 30 de junio de 1934).

Ernst Röhm, ejecutado por los nazis por su homosexualidad

Ernst Röhm, ejecutado por los nazis por su homosexualidad

o.Ang. / Terceros

Por eso mismo, desde 1934 el partido comunista de Alemania trata la homosexualidad de “perversión fascista”. Heinrich Himmler, uno de los responsables de la solución final, lanzó una ofensiva interna homófoba desde 1927. En un discurso del 18 de febrero de 1937, se comprometió a “degradar a los homosexuales que descubramos en nuestras SS y, tras el cumplimiento de la pena establecida por el juez, internarlos en campos y abatirlos durante una “tentativa de evasión”.

Lo cierto es que las víctimas del artículo 175, en la Europa nazi, sufrieron más prisión que deportación. En los campos, informa la muestra, los triángulo rosa no sobrepasaban el 1% del efectivo global, aislados “por miedo al contagio”. Y las lesbianas fueron todavía menos presentes “o asimiladas a otras categorías -judías, políticas, derecho común-, aunque a menudo violadas y prostituidas en el burdel del campo, bajo promesa de liberación próxima”.

Chawa Złoczower y Hella Olstein en Francia en 1934

Chawa Złoczower y Hella Olstein en Francia en 1934

REDACCIÓN / Terceros

La muestra recupera historias como la de la polaca Chawa Ztoczower (1891-1943): con 21 años emigra a Estados Unidos, se rebautiza Eve Adams y abre en 1925, en Nueva York, Eve Adams Tea Room, un café salón literario, refugio de lesbianas según la policía, que la expulsa a Polonia en 1927. En los años 1930, en París, vive con Hella Olstein, judía polaca. En 1943 son arrestadas en Niza y parten a Auschwitz “en el tren nº 63 del 17 de diciembre”.

Otro caso llamativo es el de los hermanos Erika y Klaus Mann, los hijos de Thomas Mann, homosexuales e izquierdistas, dos condiciones que explican su huida de Alemania en 1933. En Amsterdam, Klaus publica una revista antinazi, y Erika, en Suiza, monta espectáculos antifascistas en su cabaret satírico Pferffermühle (molinillo de pimienta).

Marca rosa en los campos

La insignia amarilla de los judíos era el único grado inferior a la del colectivo homosexual

Entre 1937 y 1938 los hermanos desembarcan en Estados Unidos, en donde Erika es corresponsal de guerra y Klaus se alista en el ejército. Nada de esto les sirve tras la guerra para eludir el celo del FBI, en manos del homosexual homófobo John Edgar Hoover, que los persigue por su homosexualidad e izquierdismo. Klaus se suicida en 1949 en Cannes. Erika Mann se exilia, nueva y definitivamente, en Suiza.

Origen: La persecución nazi de homosexuales

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