24 noviembre, 2024

La poderosa maldición de Jacques de Molay, último Gran Maestre de los Templarios

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El 18 de marzo de 1314, Jacques de Molay y un puñado de sus caballeros templarios, tras soportar torturas y muchas otras humillaciones, fueron enviados a la muerte.

El 18 de marzo de 1314, Jacques de Molay y un puñado de sus caballeros templarios, tras soportar torturas y muchas otras humillaciones, fueron enviados a la muerte. De Molay era un hombre ya anciano, cansado de la vida y orgulloso de sus logros. Sabía que la tragedia que se había abatido sobre sus hermanos y sobre él mismo era el resultado de una conspiración. También estaba al corriente de que el rey de Francia había decidido torturar y finalmente ejecutar a estos hombres inocentes, leales caballeros de Francia. Por esta razón, en el momento de su muerte maldijo a todo aquel que había participado en la maquinación para asesinarle.

La Orden Templaria, también conocida como Caballeros Templarios, Orden del Templo de Salomón, Orden del Temple, o simplemente Templarios, existió durante casi dos siglos en la época medieval. Su historia comenzó en torno al año 1129, cuando se convirtió en una de las organizaciones más prestigiosas de la Cristiandad. Crecieron rápido, ya que muchos deseaban pasar a formar parte de la orden de los caballeros de la capa blanca con la cruz roja. Fueron combatientes muy diestros en las Cruzadas, y sus técnicas financieras fueron innovadoras en su época, en lo que fue una de las formas más antiguas de la banca moderna. Los templarios fueron también grandes constructores de fortalezas en Europa y en Tierra Santa.

El último Gran Maestre de la Orden Templaria

Jacques de Molay nació en torno al año 1243. Fue el 23º y último Gran Maestre de la Orden de los Caballeros Templarios. Estuvo al mando de la orden desde el 20 de abril de 1292 y fue su gran reformador.

Hay muchas más historias más o menos verosímiles sobre él, pero poca información contrastable sobre sus orígenes y su vida. Según una leyenda, cuando realizó el Camino de Santiago a finales del siglo XII dejó su espada como ofrenda en el castillo de Ponferrada ( España).

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Como ya hemos dicho, los templarios combatieron en las Cruzadas, lo que les ayudó a ganar grandes cantidades de dinero. De Molay también pasó mucho tiempo en el Próximo Oriente, para finalmente convertirse en jefe de la Orden.

Ordenación de Jacques de Molay como caballero templario en 1265 en la comandancia de Beaune. Pintura de Marius Granet (1777-1849) (Public Domain)

Ordenación de Jacques de Molay como caballero templario en 1265 en la comandancia de Beaune. Pintura de Marius Granet (1777-1849) ( Public Domain )

Por aquel entonces los templarios ya eran famosos por poseer un tesoro legendario. Los reyes y nobles de Europa creían que eran increíblemente ricos, y algunos incluso llegaron a pensar que en sus correrías por Tierra Santa los templarios habían redescubierto el tesoro del rey Salomón y se habían enriquecido con él.

Haciendo caso de estos rumores, el rey de Francia Felipe IV decidió pedir dinero prestado a la Orden, pensando que tendría crédito casi ilimitado. Los templarios eran muy buenos administradores, pero cuando realizaban un préstamo esperaban recibir su reembolso algún día.

Este fue el principio del fin para los templarios: Felipe IV de Francia no tenía intención de devolver la cuantiosa deuda que había contraído con la orden. En lugar de reembolsar el dinero que les debía a los templarios, decidió aprovecharse de la situación. Pidió ayuda al papa Clemente V, y en 1307, numerosos miembros de la orden templaria fueron detenidos en Francia. Dio comienzo entonces la pesadilla de las torturas destinadas a obtener falsas confesiones que “probaran” que los templarios adoraban al Diablo. De Molay fue también depuesto de su cargo por orden del papa Clemente V en 1307.

La ejecución de los templarios

Por orden de Felipe IV, las torturas a los templarios se llevaron a cabo de las formas más terroríficas conocidas. Uno por uno, los hombres torturados por la inquisición medieval, aportaron falsas confesiones para poner fin a su sufrimiento. No obstante, el valeroso Gran Maestre se retractó de su confesión, y Felipe IV decidió quemarle en la isla del Sena que hay ante la catedral de Notre Dame de París.

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Jacques de Molay sentenciado a la hoguera en 1314, de la Crónica de Francia o de St. Denis. (Public Domain)

Jacques de Molay sentenciado a la hoguera en 1314, de la Crónica de Francia o de St. Denis. ( Public Domain )

Tras siete largos años, se puso fin a la tortura diaria de Jacques de Molay, y los cardenales acordaron sentenciarle a muerte. Según los testigos de la ejecución, de Molay no mostró miedo alguno, y pareció soportar el dolor durante su lenta muerte en la hoguera.

La mayoría de las piras para ejecuciones se preparaban de tal manera que las víctimas morían con rapidez. No obstante, en el caso de Jacques de Molay, prepararon la pira de tal manera que ardiera lentamente. Pero el último Gran Maestre, antes de su muerte hizo oír su voz con fuerza una vez más. Las consecuencias de sus últimas palabras probablemente provocaron que el rey y los cardenales se arrepintieran de no haberle permitido morir en unos pocos minutos, como al resto de caballeros.

Una maldición que aterrorizó a toda Europa

Mientras ardía en la hoguera, Jacques De Molay maldijo al rey Felipe IV de Francia , a sus descendientes, al papa Clemente V y a todos aquellos que habían sido responsables de su ejecución. De Molay exclamó que en el plazo de un año y un día, Clemente V y Felipe IV morirían. Predijo además que el linaje de Felipe IV dejaría de reinar en Francia.

Templarios quemados en la hoguera. (Public Domain)

Templarios quemados en la hoguera. ( Public Domain )

Ocurrió tal y como había anunciado De Molay, y la muerte alcanzó en primer lugar al papa Clemente V . Éste perdió su batalla contra una dolorosa enfermedad el 20 de abril de 1314. Poco después del Papa, el rey Felipe IV murió tras sufrir un accidente cuando estaba cazando. Una muerte trágica fue también el destino de todos los herederos de Felipe. Entre 1314 y 1328 murieron tanto los tres hijos varones como los nietos del rey francés. Catorce años después de la muerte de Jacques De Molay, la dinastía de los Capeto había dejado de existir, tras haber reinado en Francia durante 300 años.

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Retrato del papa Clemente V de Aviñón, Francia. (Public Domain)

Retrato del papa Clemente V de Aviñón, Francia. ( Public Domain )

¿Fue real la maldición de Jacques De Molay? ¿O cumplieron sus caballeros la venganza del Gran Maestre? La historia del último Gran Maestre y su terrible maldición causó conmoción en las cortes reales europeas. Del mismo modo, provocó la ruina política en Francia, ya que algunos de sus dirigentes temían colaborar con una familia real que parecía estar maldita.

Inspirados por la maldición

La historia se convirtió en el eje principal de la famosa serie de novelas históricas de Maurice Druon Los Reyes Malditos Estos libros fueron publicados entre los años 1955 y 1977, y describen cómo era la realidad en tiempos de Jacques de Molay. También han sido adaptados para diversas películas y mini-series de televisión.

En septiembre del 2001, Barbara Frale, paleógrafa italiana que trabaja en los Archivos Secretos del Vaticano, descubrió un documento conocido como el Pergamino de Chinon . En él se afirma que en 1308 el papa Clemente V absolvió a Jacques de Molay y al resto de la cúpula de los caballeros templarios de los cargos de que les acusaba la Inquisición. Seis años más tarde, el Vaticano publicó el documento como edición limitada de 800 copias.

En junio del 2011, el papa Benedicto XVI pidió perdón por la muerte de Jacques de Molay y reconoció que el Gran Maestre templario había sido víctima de falsas acusaciones. Siglos después de que la tragedia tuviera lugar, el Vaticano admitía que el Papa había prestado apoyo a unos asesinos, a sabiendas de que los templarios eran inocentes.

Origen: La poderosa maldición de Jacques de Molay, último Gran Maestre de los Templarios | Ancient Origins España y Latinoamérica

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