29 marzo, 2024

La revolución invisible de Helios Gómez, el miliciano que luchó por los gitanos en la Guerra Civil

Montaje con un retrato de Helios Gómez durante la década de 1930 y la página de la revista 'Crónica', sobre varios de los carteles e ilustraciones que realizó durante la Guerra Civil
Montaje con un retrato de Helios Gómez durante la década de 1930 y la página de la revista ‘Crónica’, sobre varios de los carteles e ilustraciones que realizó durante la Guerra Civil

Se cree que el pueblo romaní vivió el conflicto español sin querer involucrarse, siendo fiel a su estilo de vida nómada y sobreviviendo del comercio al margen del conglomerado de ideologías, pero este artista sevillano anarquista y comunista fue una excepción

Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!

«Los gitanos son víctimas en España de una injusticia tradicional», denunciaba Helios Gómez (Sevilla, 1905 – Barcelona, 1956) sobre la discriminación que sufría su pueblo en una entrevista realizada en la residencia de la Alianza de Intelectuales Antifascistas de Madrid. Fue publicada por la revista ‘Crónica’ el 18 de octubre de 1936 y es uno de los pocos testimonios que se conservan de este anarquista y artista romaní que llegó a comisario político de la UGT y organizó varias columnas en el bando republicano durante la Guerra Civil. En ese momento se encontraba recuperándose de las heridas que le habían producido unas esquirlas de metralla en un enfrentamiento contra los franquistas en la capital.

Portada de la revista 'Claridad' de Buenos Aires en 1936, realizada por Helios Gómez
Portada de la revista ‘Claridad’ de Buenos Aires en 1936, realizada por Helios Gómez

Si tenemos en cuenta lo poco que los historiadores se han interesado por la participación de los gitanos en la guerra, esta entrevista es una joya. Una página completa, algo no muy habitual en la prensa de la época, que incluía un retrato fotográfico del protagonista con la cara llena de gasas y dos dibujos realizados por él. Sin embargo, lo más insólito es que, con sus respuestas, Gómez intentaba echar por tierra la idea de que la comunidad romaní vivía aislada del conflicto, como si fuera un enfrentamiento entre seres de otro mundo ajeno al suyo:

«Esta guerra es la justificación y reivindicación de mi pueblo. En Sevilla, los gitanos de la Cava, del Pagés del Corro y del Puerto Camaronero estuvieron diez días batiéndose a la desesperada contra Queipo de Llano. En Barcelona, los de Sans, la barriada de mayor significación proletaria, fueron los primeros que se movilizaron con escopetas de caza, viejos pistolones y navajas para detener a las fuerzas sublevadas del Cuartel de Pedralbes. Luego he visto a los gitanos batirse como héroes en el frente de Aragón, en Bujaraloz y en Pina. Muchos vinieron con la columna de Alberto Bayo a Mallorca y desembarcaron en Puerto Cristo. En la isla también los había organizados en una centuria del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC) que pelearon como leones en un parapeto que se llamó de la Muerte. Y ahora mismo se está formando una columna de Caballería en la que los primeros inscritos son gitanos».

LEER  La última "contraarmada" inglesa en 1597 | Espejo de navegantes

No se encuentran muchos más testimonios de representantes del pueblo romaní en los periódicos publicados entre 1936 y 1939. Menos aún, con un titular tan explícito como el que encabezaba el encuentro con este miliciano: ‘Los gitanos en la Guerra Civil’. En esos años, la prensa no se ocupaba de ellos, salvo para relacionarlos con episodios delictivos y describirlos, de manera despectiva, como «andariegos», «indocumentados» y «de alegre discurrir», cuyos hijos «nacen en los caminos».

La excepción de Helios Gómez

El interés no aumentó con el paso del tiempo. En las últimas dos décadas, tan solo un par de estudios han intentado averiguar cómo vivió, sufrió y luchó los romaníes. Uno de ellos fue el publicado por Eusebio González Padilla en 2009: ‘El pueblo gitano en la Guerra Civil y la posguerra en Andalucía Oriental’. «Cuando consulté la bibliografía para enterarme de lo que se había escrito sobre el tema, me di cuenta de que no había absolutamente nada. La materia que iba a abordar era tan original que me costó mucho hacerlo», explicaba el autor a ABC sobre el complicado trabajo de documentación que tuvo que sufrir.

Como experto en la evolución de esta comunidad e investigador del grupo ‘Historia del Tiempo Presente’ de la Universidad de Almería, González Padilla era consciente de que la intervención del pueblo romaní en otros conflictos pasados tampoco había sido muy estudiada. Sin embargo, este caso le resultó especialmente singular, ya que se trataba de un conflicto más o menos reciente sobre el que se habían publicado una cantidad ingente de libros, tesis, novelas, artículos o películas. En este sentido, Helios Gómez es una excepción, pues en los últimos años ha sido protagonista de varios estudios y documentales, donde es presentado casi como el único gitano que alcanzó cierta visibilidad en la guerra.

En noviembre, de hecho, se realizó la exposición ‘Días de ira. Comunismo libertario, gitanos flamencos y realismo de vanguardia’ en el centro cultural La Virreina, en Barcelona, para reivindicar la figura de este pintor, cartelista y poeta que transitó por la vanguardia del arte además de combatir en las trincheras contra el franquismo. «Fue un artista de trayectoria singular, que se reconocía como sevillano, gitano y barcelonés, y que estaba inscrito en algunas de las más interesantes redes de creación de su tiempo», explicaba a EFE el comisario de la muestra, Pedro G. Romero.

LEER  El Vaticano y la fuga de nazis por la ruta de las ratas | Alemania | DW | 27.02.2020

Arte y revolución

El compromiso político de Helios Gómez es una rareza. Los pocos historiadores que se han ocupado de este campo creen que la mayoría de los gitanos vivieron la guerra como un conflicto en el que no quisieron verse involucrados. Fueron fieles a su estilo de vida nómada y sobrevivieron del comercio al margen del gran conglomerado de ideologías, partidos políticos, sindicatos y organizaciones que convivían en el país durante aquellos años. Pero él sintió la llamada de la revolución al tiempo que comenzó a desarrollarse como artista.

Nacido en Triana y se formó profesionalmente aprendiendo el oficio de decorador de cerámica en alguna de las numerosas alfarerías del barrio sevillano. Estudió después en la Escuela Industrial de Artes y Oficios de la capital andaluza. Sus primeras obras aparecieron en el diario anarquista ‘Páginas Libres’ e ilustró también libros de escritores como Rafael Laffon y Felipe Alaiz. En 1925 expuso por primera vez en el Kursaal de su ciudad y, un año después, en el Ateneo de Madrid y en la Galería Dalmau de Barcelona. Fue en ese momento cuando se convenció de la necesidad de un cambio político y se adhirió a varios grupos anarquistas.

En palabras del escritor y crítico francés Jean Cassou, «Gómez era artista por ser revolucionario y revolucionario por ser artista». En 1927, durante la dictadura de Primo de Rivera, huyó a París y se instaló en Bruselas, donde también expuso y trabajó como decorador. Un año después viajó a Ámsterdam, Viena y la Unión Soviética, donde estuvo dos meses antes de instalarse en Berlín. Allí colabora en algunas publicaciones y publica su primer álbum, titulado ‘Días de ira’.

Regresó a Barcelona poco antes de comenzar la Segunda República, donde sigue colaborando con numerosas revistas republicanas y comunistas como ‘La Rambla’, ‘La Batalla’ y ‘Nueva España’. En ese año publicó el manifiesto ‘Porqué me marcho del anarquismo’ e ingresó en la Federación Comunista Catalano-Balear. En 1931, hizo lo propio en el Partido Comunista de España (PCE) y empezó a trabajar como ilustrador en el ‘Mundo Obrero’, hasta que fue detenido en Madrid por su militancia un año después y enviado a prisión. Sus siguientes años transcurrieron entre España y el extranjero, siempre participando en todo tipo de movimiento insurgentes y enarbolando la bandera gitana allá por donde iba.

LEER  Los torturadores de la niña Natalia: violada por su padre, su tío y el novio de su madre

El estallido de la Guerra Civil

«El estallido le sorprendió en Barcelona. La primera ametralladora que se tomó a los facciosos en la calle de Caspe estuvo en sus manos. Luchó en los barrios de la Ciudad Condal y en los campos de Aragón. Cuando el capitán Alberto Bayo se marchó a Ibiza y a Mallorca, Helios se fue de comisario político de la columna Baleares y actuó en todas las operaciones», detallaba la revista ‘Crónica’. En la misma entrevista, Gómez defendía que la situación de su pueblo cambiaría a raíz de la contienda: «De esta guerra civil, que alumbrará tantas cosas magníficas en España, también ha de salir la reivindicación de los gitanos y su integración total a la vida».

Poco después de publicarse, Gómez se fue a luchar a Andalucía, donde fue elogiado por sus superiores y compañeros. También combatió en la batalla cordobesa de El Carpio, en la que escribió su episodio más siniestro al matar a un capitán de su propio Ejército por haberle aplicado a él y a sus compañeros una medida disciplinaria desproporcionada. A raíz de ello tuvo que huir para evitar las represalias. Después fue expulsado del PSUC y regresó al bando anarquista como miliciano de la XXVI División, la antigua columna Durruti, con la que pasó a Francia en 1939.

En 1942 volvió a Barcelona y siguió empeñado en su lucha. Creó el grupo Liberación Nacional Republicana, que no tuvo mucha vida, y pudo realizar algunas exposiciones más a pesar de la censura franquista con obras de carácter surrealista, así como algunos murales decorativos que nada tenían que ver con la política. Pero sus idas y venida a prisión fueron constantes. Estuvo encarcelado la Modelo de la Ciudad Condal entre 1945 y 1946 y, después, entre 1948 y 1954. Allí pintó un oratorio conocido como La Capilla Gitana. El régimen franquista hizo caso omiso de la orden de liberación que se había firmado en 1950 y estuvo retenido otros cuatro años más. Falleció en 1956. Ningún periódico informó de su muerte.

Origen: La revolución invisible de Helios Gómez, el miliciano que luchó por los gitanos en la Guerra Civil

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Este sitio web utiliza cookies. Al continuar utilizando este sitio, acepta nuestro uso de cookies.