MADRID.- Franco murió en la cama. Es una verdad innegable. Pero no fueron pocos los que intentaron asesinarlo incluso antes del golpe de Estado. Aunque para muchos se quedó en una mera idea, otros tantos se pusieron manos a la obra e intentaron acabar con la vida del dictador pensando que así se acabaría su dictadura.

Lo intentaron, sobre todo, los anarquistas, pero también los falangistas y algunos monárquicos tuvieron encima de la mesa su asesinato como única vía para el retorno del rey. Los intentos de acabar con la vida del Generalísimo se sucedieron hasta 1970. Sin embargo, y como es evidente, ninguna tuvo éxito. El peligro nunca llegó a rozar a Franco.

Este reportaje ha sido elaborado con la información del libro Matar a Franco de Antoni Batista (Editorial Debate), la obra Los atentados contra Franco, de Eliseo Bayo y el documental de TVE Objetivo: Matar a Franco. 

1. Tres anarquistas antes del golpe de Estado

El primer intento de matar a Franco lo protagonizaron tres anarquistas en las Islas Canarias (Antoni Vidal, Antonio Tejera y Martí Serasols) el 14 de julio de 1936 . El Comité Confederal de la CNT de Canarias y la FAI decidieron ejecutar al general Franco que, en aquel entonces, era comandante militar de las islas, según publica Antoni Batista en la obra publicada este año Matar a Franco. Para los anarquistas, acabar con Franco era la mejor manera de abortar o, al menos, paralizar el golpe de Estado que la derecha estaba tramando.

Los anarquistas solicitaron apoyo logístico al gobernador civil de la República en Canarias, Manuel Vázquez Moro, quien se negó en rotundo. Franco aún era un militar que había jurado lealtad a la República. No obstante, los tres anarquistas encontraron la ayuda de la propietaria del restaurante Odeón y regente de la Comandancia Militar de Canarias, en la plaza Weyler de Santa Cruz de Tenerife. La cantina tenía acceso a la nave del pabellón donde estaba la habitación de Franco. Por ahí penetraron Vidal, Tejera y Serasol la noche del 14 de julio de 1936 y consiguieron llegar a la puerta del dormitorio de Franco.

El gobernador civil que negó ayuda para asesinar a Franco fue detenido tras el golpe de Estado militar y  fusilado el 13 de octubre

Sin embargo, para desazón de los atacantes, la puerta estaba cerrada a cal y canto y también la ventana. El día antes habían asesinado a Calvo Sotelo y había llegado a los oídos del futuro dictador que él también podría ser asesinado. Tras escuchar sus disparos, unas fuentes señalan que Franco comenzó a gritar «socorro y ayuda» y, otras, como su primo el teniente coronel Francisco Franco Salgado-Araújo, Pacón, escribió que ni se inmutó y siguió durmiendo. Esta última versión también fue sostenida por su hagiógrafo Luis de Galinsoga.

En un primer momento, los tres asaltantes, pese a fracasar en su objetivo, lograron escapar. Cabe resaltar que el gobernador civil que negó ayuda para asesinar a Franco fue detenido tras el golpe de Estado militar del 18 de julio de 1936 y fue fusilado el 13 de octubre del mismo año. «No permitió que mataran a Franco, y Franco lo mató a él», sentenció el libro.

2. Amadeo Hernández, de camino al funeral de Balmes

Un día después, el 15 de julio de 1936, fue asesinado el general Amadeo Balmes en Las Palmas y Franco acude al entierro. La noche del 16 de julio Franco se embarca en el Viera y Clavijo. En el barco la policía detiene a Amadeo Hernández, a quien acusaron de querer asesinado a Franco contratado por el Frente Popular. Lo condenador a cuatro años de cárcel, fue enviado a la península y fusilado junto a otros tres republicanos que fueron acusados de querer volar el Hotel Madrid, donde se encontraba Franco en Canarias.

3. Un atentado en el túnel de La Laja

El mismo 18 de julio de 1936 Franco tiene que salir de la capital de Gran Canaria para trasladarse a la Base Aérea de Gando, donde le espera un avión para trasladarle a Marruecos y ponerse al frente del Ejército de África. El camino habitual para este trayecto debía haber llevado a Franco a coger la carretera del Sur hacia Gando pasando forzosamente por el angosto paso del Túnel de La Laja y allí, según diversos historiadores locales, le estaba esperando una emboscada. Un retén armado quería fusilarlo.

Con los años se acusó de este intento de atentado a Juan García Suárez, alias el ‘Corredera’, que pasaría 20 años huido de la Justicia y sería asesinado por garrote vil

Sin embargo, el general decidió ir a Gando por la vía marítima tomando una embarcación en el antiguo Muelle de Las Palmas que llegó directamente a la bahía de Gando, donde le esperaba calentando sus dos motores el avión inglés Dragón Rapide financiado por Juan March y gestionado por Luca de Tena. Con los años se acusó de este intento de atentado a Juan García Suárez, alias el ‘Corredera’, que pasaría 20 años huido de la Justicia y sería asesinado por garrote vil en septiembre de 1959.

Túnel de la Laja, donde un retén armado trató de asesinar a Franco

4. El funeral de Mola, una oportunidad real

En junio de 1937 falleció el general Mola, director del golpe, en un accidente aéreo. Franco asistía al entierro y la aviación republicana quería aprovechar la oportunidad para atentar contra la vida del dictador. Sin embargo, una mala coordinación por parte del ejército republicano impidió la llegada de los bombarderos a la zona del funeral.

5. Kim Philby, periodista inglés y espía soviético

El doble espía británico, Kim Philby, que trabajó también a las órdenes de la Unión Soviética, fue reclutado en 1937 por Stalin para asesinar al general Franco, según informó en 2001 el diario británico The Times, que accedió a unos documentos desclasificados del servicio secreto británico. Según el artículo, Stalin encargó matar a Franco a este doble agente a principios del año 1937, mientras cubría como periodista la Guerra Civil (1936-1939) para The Times.

Stalin encargó matar a Franco a este doble agente a principios del año 1937, mientras cubría como periodista la Guerra Civil para ‘The Times’

Philby era la persona ideal para cometer el asesinato. Sus artículos eran verdaderas alabanzas al bando franquista y, de hecho, llegó a ser condecorado por el propio Franco con la Cruz Roja al Merito Militar después de que fuera herido por la metralla de un proyectil ruso.  El plan de asesinar a Franco tuvo que ser abortada, finalmente, tras la desaparición del superior de Philby en esta misión: Paul Hardt, quien había recibido la orden previamente de Yezhov para reclutar a un hombre inglés.

6. El intento de Falange Auténtica: el 1 de abril de 1941

El último intento de Falange apenas sí puede considerarse apenas una tentativa. A finales de marzo de 1939, el coronel Rodríguez Tarduchy y González de Canales se citan clandestinamente en la ermita de San Antonio de La Florida, bajo los frescos de Goya y al pie de su panteón, para hablar de la ejecución de Franco. Los dos coinciden en hacerla efectiva el 1 de abril durante la visita de Franco al Teatro Español para ver la obra Las mocedades del Cid. 

El falangista Pérez de Cabo

El falangista Pérez de Cabo


Días antes, Carduchy convoca una reunión en su casa, en Alberto Aguilera número 40 (Madrid), a los cabecillas de la Falange Auténtica. Asisten Rodríguez Tarduchy como presidente. Patricio González de Canales, secretario, y los jefes territoriales, Juan Bautista Pérez de Cabo (Levante), Ventura López (Santander) y Gregorio Ortega (Canarias). El orden del día era: 1) Estudio del a necesidad de eliminar o no al jefe de Estado y de la situación que se generaría en caso efectivo. 2) Realización de la operación. 3) Estudio de la disolución de la Junta en caso de no aprobarse la eliminación del Generalísimo.

Votaron no matarlo por cuatro y una abstención. El argumento mayoritario era que la muerte de Franco podría significar una invasión nazi y la liquidación material de Falange Auténtica. Además, había convencimiento de que estaban siendo espiados por la Policía. Pérez de Cabo, autor del primer libro sobre la Falange, fue fusilado por adhesión a la rebelión.

7. Conspiraciones de monárquicos y anglosajones

Los generales monárquicos Kindelán y Aranda, de tendencia anglófila, también estaban en contra de Franco porque consideraban que estaba subordinado a los intereses de Alemania. Tenían el apoyo de económico de Gran Bretaña para que convenciera a Franco de mantenerse neutral en la II Guerra Mundial. Los británicos también pensaban que cuanto más tiempo estuviera en el poder más fácil sería que España cayera en manos de la URSS.

El atentado contra Franco nunca fue una posibilidad real. Tampoco hubo un plan orquestado pero estuvo encima de la mesa hasta 1948, cuando Estados Unidos y Gran Bretaña dispusieron que el régimen de Franco ya sólo era un peligro para los propios españoles. 

8. Volar el Congreso de los Diputados

Enrique Marco Nadal ofreció al documental Objetivo: Matar a Franco su testimonio sobre el intento de asesinar al dictador, que él mismo protagonizó. El anarquista Marco Nadal, junto a otros compañeros, había recorrido el subsuelo de Madrid y localizado el punto exacto que quedaba debajo de las Cortes, actual Congreso de los Diputados, para colocar una carga de «goma x», según señala el propio Nadal.

Nadal fue detenido en 1947 por su actividad sindical y por, tal y como recoge su sentencia de muerte, haber pedido a Francia 100 de kilos de explosivos

Nadal, sin embargo, fue detenido en 1947 por su actividad sindical y por, tal y como recoge su sentencia de muerte, haber pedido a Francia cerca de 100 de kilos de explosivos, que Nadal asegura que eran para este fin. Finalmente, y gracias a su hermana, conmutaron la pena de muerte de este hombre por 20 años de prisión.

9. El intento de atentado de ‘los maños’ que termina en robo

En 1949, el grupo anarquista Los Maños, establecido en el Pirineo francés, viajó a Madrid con la idea de acabar con la vida del caudillo. Los Maños eran un grupo anarquista, dirigido por Wenceslao Giménez Orive, y sus integrantes eran, en gran medida, huérfanos de represaliados por la dictadura, que buscaban venganza. La historia de este intento de atentado fue contada por uno de los integrantes de este grupo, Mariano Aguayo al documental Objetivo: Matar a Franco.

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En febrero de 1949, el grupo viajó a Madrid tras contactar con un militar que, a cambio de 200.000 pesetas, ofrecía los planos de El Pardo para volarlo por los aires. Como no tenían ni un duro, el grupo decidió atracar un banco y escogieron una sucursal del Popular en la calle de Embajadores. Tras robar un coche de lujo y pedir al conductor que esperara en el parque del Retiro para devolvérselo tras el atraco.

Uno de los integrantes de los maños desveló a la Policía la ubicación del grupo en el año 1950. Wenceslao se suicidó con cianuro tras ser detenido.

El atraco fue un éxito y los aspirantes a asesinar al dictador se dirigieron al mítico parque del centro de Madrid donde habían quedado con el militar que les iba a proporcionar la información a cambio del dinero. Sin embargo, el militar nunca apareció. «No sabemos si lo descubrieron a él antes o es que se echó para atrás», señaló Aguayo al documental de TVE.

Uno de los integrantes de los maños desveló a la Policía la ubicación del grupo en el año 1950. Wenceslao se suicidó con cianuro tras ser detenido.

10. Los anarquistas vuelven a la carga: 17 de mayo de 1947

Un grupo de anarquistas españoles, triunfantes en Francia en la batalla contra el nazismo, intentó también asesinar al dictador. A finales de abril de 1947, el grupo Los Maños y el héreoe Ramón Vila Capdevilas, alias Caraquemada, planean matar al jefe de la Brigada Social en Barcelona, Eduardo Quintela, y a Franco en la misma ciudad que conocían al dedillo. Era el Plan Mil 1. 

Ramon Vila Capdevila

Ramon Vila Capdevila

La primera de ellas tuvo lugar en la cuenca minera del Bages, en Sallent (Barcelona). El grupo pretendía sembrar de minas la calzada por donde debía pasar la comitiva de Franco y abrir fuego con metralletas y morteros. Eran alrededor de cincuenta milicianos bien equipados. Sin embargo, un error de cálculo llevó a que los atacantes dispararon antes de tiempo llevando a la Guardia Civil y al Ejército a abortar el paseo de Franco.

Domenec Ibars se sintió culpable de lo ocurrido e intentó, sin éxito, vaciarle un cargador de nueve milímetros al dictador durante su paseo triunfal por Barcelona. El documental Objetivo, matar a Franco también recoge que Ibars llegó a tener preparado un atentado contra Franco en pleno centro de Barcelona a través de una explosión, pero que al acercarse un grupo de niños, prefirió abortar la misión. El 5 de noviembre de 1949 Ibars fue detenido. Pasó 20 años en la cárcel y nunca vio a su mujer y a su hija.

11. Tiroteo en Ponferrada al Mercedes blindado

El 28 de julio de 1949 estuvo a punto de cambiar la historia de España. Un día antes, el Ayuntamiento de Ponferrada había entregado al Generalísimo la primera Medalla de Oro de la ciudad, además del título de alcalde honorario, según recoge el ABC del día 29 de julio, que retrata también el caluroso recibimiento que recibió Franco.

Sin embargo, no todo fueron abrazos. El diario estadounidense Milwaukee Sentinel publicó que Franco sufrió un intento de atentado cuando abandonaba la ciudad para dirigirse a León a la inauguración de un centro hidráulico. La información también fue publicada en la agencia de noticias The International News Service, que pertenecía en aquel momento al conocido magnate Willian Rndoplh Hearst y por el diario España Libre, que se editaba en Estados Unidos por el Órgano de Sociedades Hispanas Confederadas de los Estados Unidos.

Un grupo de guerrilleros apostados en los montes de la salida de Ponferrada disparó contra el vehículo que transportaba a Franco

Según estas informaciones, un grupo de guerrilleros apostados en los montes de la salida de Ponferrada disparó contra el vehículo que transportaba a Franco alcanzando a varios miembros de la comitiva pero sin alcanzar al Generalísimo, ya que viajaba en el Mercedes blindado que le había regalado Hitler.

12. Bombardeo aéreo frustrado en Donostia: 12 de septiembre de 1948

A las ocho de la mañana de aquel 12 de septiembre, un grupo de anarquistas españoles formado por, entre otros, Primitivo Pérez, José Pérez Ibañez, Antonio Ortiz y Laureano Cerrada con la ayuda de Georgis Fontenis, que compró una avioneta valorada en tres millones. El plan era bombardear el yate de Franco uno de los dos días de regatas en La Concha, gran acontecimiento posterior a la Semana Grande. El grupo cargó cuatro bombas incendiarias de diez kilos y otras veinte de fragmentación, robadas de un polvorín alemán.

«Cargamos en la avioneta alrededor de 120 kilos de bombas y no cargamos más porque ya no había sitio», señaló Ortiz en declaraciones a TVE.

Franco a bordo de la embarcación junto a su mujer, Carmen Polo.- OBJETIVO: MATAR A FRANCO

Franco a bordo de la embarcación junto a su mujer, Carmen Polo.- OBJETIVO: MATAR A FRANCO

Sin embargo, el plan no se pudo realizar porque en el vuelo, la avioneta, una Norecrin F-BEQB nº 139, se encuentró con un hidroavión que los desvía de La Concha y luego aparecieron hasta seis cazas del Ejército del Aire. Los atacantes decidieron posponer el ataque. Cerrada propone guardar el material y bombardear Aiete, el palacio en el que Franco instala su veraneo emulando a los borbones. La lluvia, sin embargo, impide este segundo atentado.

13. El ‘Plan Mil 1’, segundo intento: 2 de marzo de 1949

Pedro Adrover, el Yayo, que ya había intentado atentar contra el Generalísimo, volvió a intentar asesinar a Franco en la catedral de Barcelona. El Yayo colocó en un explosivo en una caja de zapatos que situó en la tercera capilla, entrando a mano derecha, consagrada a San Pancracio y San Roque. Según fuentes anarquistas -recoge la obra Matar a Franco– la bomba estalló antes de tiempo, cuando la catedral estaba vacía, porque la mala mar retrasó mucho el atraque del crucero Méndez Núñez, donde llegaba el dictador.

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14. Defensa Interior con la CNT a la cabeza

Ya en 1962, viaja a la península Octavio Alberola, hijo de un anarquista español exiliado en México durante la Guerra Civil, viaja a Europa para asesinar a Franco. La CNT acaba de reunificarse y junto a Cipriano Mera y Juan García Oliver crean Defensa Interior, que lleva el peso de los planes para atentar con Franco. Estudiaron las diversas residencias del dictador para encontrar el lugar idóneo y escogieron el Palacio de Aiete, en Donostia. La idea era colocar un explosivo en la cuesta que llegaba hasta el palacio.

«Queríamos volver a nuestro país y cuanto antes derrotáramos a Franco antes volveríamos»

Juli Hermosilla, exiliada en Francia, fue enviada a Donostia para recoger información sobre la actividad alrededor del Palacio. «Queríamos volver a nuestro país y cuanto antes derrotáramos a Franco antes volveríamos», señaló Hermosilla a TVE.

El veterano anarquista Ángel Aransaez, condecorado por la República francesa por su lucha en la II Guerra Mundial, pidió ayuda a ETA para pasar los explosivos de Francia a Donostia. Yulen Madariaga fue su contacto en ETA, que entregó la maleta con explosivos a los anarquistas en Donostia. La bomba fue colocada en un huerto a unos 100 metros del Palacio de Aiete y en un monte cercano se asentó el comando que debía accionar la bomba a distancia al paso del Generalísimo. Las pilas duraban siete días.

«El problema es que Franco no llegó y las pilas se acabaron. Nadie sabía cuando llegaba. Y por el peligro que representaba dejarlas allí, decidimos hacerlas explotar», reconoce Alberola. Era el 19 de agosto de 1962. Franco llegó el día siguiente a Donostia. La bomba fue atribuida a ETA. 

Francisco Franco a su llegada a Donostia el 20 de agosto de 1962.- OBJETIVO: MATAR A FRANCO

Francisco Franco a su llegada a Donostia el 20 de agosto de 1962.- OBJETIVO: MATAR A FRANCO

15. Segundo intento de Alberola: El puente de los franceses

El lugar elegido para el segundo intento de Alberola para matar a Franco fue el puente de los franceses en Madrid en 1963. La idea era colocar el artefacto explosivo debajo del puente y activar la bomba desde una loma al paso de Franco desde El Pardo. A mediados de mayo, Francisco Granados trae de Francia los detonadores de los explosivos. Sin embargo, no había previsiones de que Franco pasara por allí a corto plazo y el plan se abortó.

16. Un kilo de explosivos para Franco en la Copa del Generalísimo

En agosto de 1964 aterrizó en España el británico Stuart Christie, de 17 años, cruzó la frontera española con el cuerpo envuelto en un kilo de explosivos. Perteneciente a la Federación Anarquista Escocesa se puso en contacto en París con Defensiva Interior. Christie acudió a la oficina American Express, cercana al Congreso, donde debía recibir órdenes. Allí fue detenido por la Policía. Cuatro días después de su detención, la Policía llevó a Christie al lugar donde debía encontrarse con el veterano anarquista Fernando Carvalho Blanco. «Fue muy difícil para mi porque sabía que yo iba a ser la miel en la trampa para atrapar a Carvalho».

«Ya he repetido que no quiero matar a Franco. Solo quiero que sienta, a poder ser en su propio cuerpo, aquel fuego que destruyó Gernika y que posteriormente juró y perjuró que era mío»

«Querían hacerme confesar que tenía preparado un atentado contra Franco junto al compañero británico. No lo consiguieron pese a los numerosos golpes», declaró Carvalho tras ser liberado por la Policía. La final de la Copa del Generalísimo en 1964 en el estadio Santiago Bernabeu era el escenario elegido, tal y como recogía la sentencia del Consejo de Guerra. Cristie fue condenado a 20 años y Carvalho a 30 años siendo el último preso político en salir de la cárcel tras la muerte de Franco. Fue el último plan anarquista para matar a Franco. Defensa Interior tuvo que rendirse.

17. La venganza de Gernika

Joseba Elósegui era capitán de gudaris en Gernika durante el bombardeo nazi. Jamás perdonó aquel despiadado ataque. El 18 de septiembre de 1970 Elósegui preparó su propia venganza. Ese día, el dictador estaba en Donostia presidiendo un partido de pelota vasca en el frontón de Anoeta. El plan de Elósegui era abrazar a Franco envuelto en llamas.  «Ya he repetido que no quiero matar a Franco. Solo quiero que sienta, a poder ser en su propio cuerpo, aquel fuego que destruyó Gernika y que posteriormente juró y perjuró que era mío», escribió Elósegui en su diario.

Sin embargo, a Elósegui no le permitieron la entrada en las tribunas inferiores y tuvo que subir a la segunda galería, desde donde se lanzó envuelto en llamas a lo bonzo mientras gritaba Gora Euskadi askatuta (Viva Euskadi libre). No consiguió llegar hasta su objetivo y a punto estuvo de perder la vida. Fue condenado a siete años de cárcel y, tras la muerte de Franco, Elósegui fue nombrado Senador, cargo que ocupó durante 10 años.