19 abril, 2024

Los verdugos de Franco en la Guerra Civil. Yagüe. La Columna de la muerte

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Los verdugos de Franco en la Guerra Civil. Yagüe. La Columna de la muerte

En la mayoría de los trabajos relacionados con la represión franquista se ha incidido en las víctimas, estos artículos ponen nombres y caras a los responsables directos de las atrocidades que cometieron.

Los verdugos de Franco en la Guerra Civil. Yagüe. La Columna de la muerte (I) / José Luis Garrot Garrot

Se conoce como columna de la muerte a las tropas comandadas por el entonces teniente coronel Juan Yagüe que partieron de Sevilla en dirección a Madrid, dejando su paso un reguero de terror y sangre. Dirigió la columna hasta el 20 de septiembre de 1936, cuando tras la toma de Mérida fue sustituido por el general Varela.

El historiador Francisco Espinosa hace un fiel retrato de lo que hacía la columna de la muerte: Las columnas que mandó Yagüe, al mando de Asensio, Castejón y

Yagüe Blanco, Juan

Yagüe era un militar que había participado en la guerra de Marruecos. Ya en la guerra del Rif se familiarizó con las tácticas de implantación del terror en las zonas dominadas. Estos métodos represivos los continuó con su participación en la represión que se llevó a cabo tras la revolución de Asturias de 1934. Fue en Asturias donde tuvo un fuerte enfrentamiento con el general Eduardo López Ochoa, al que acusó de ser cómplice de los revolucionarios, incluso le amenazó con una pistola, al ordenarle éste que no continuara con las matanzas indiscriminadas que estaban llevando a cabo las tropas que estaban bajo su mandato.

Entre las muchas barbaridades que se cometieron durante su estancia en Asturias, está el fusilamiento de más de cincuenta hombres y mujeres –algunos se encontraban heridos- que fueron asesinados en el patio del hospital de Oviedo. Otro trágico suceso se produjo en Carbayín. En este lugar fueron enterrados veinte cadáveres para ocultar las torturas a las que habían sido sometidos.

Tal era la crueldad de Yagüe que envió un emisario a Madrid para quejarse ante Franco y Gil Robles del trato humanitario que López Ochoa estaba dando a los mineros. López Ochoa le contó a Juan Simeón Vidarte los problemas que tuvo con Yagüe:

Yagüe con uniforme de falangista.

Falangista convencido, Yagüe participó activamente en el complot que desembocó en la sublevación del 17-18 de julio. Durante las maniobras que se celebraron en Llano Amarillo entre el 5 y el 12 de julio, la tienda de Yagüe se convirtió en el Estado Mayor de la sublevación. En el banquete celebrado tras la finalización de las maniobras se escucharon múltiples voces gritando ¡café!, palabra que se haría tristemente famosa como presagio del asesinato de múltiples personas y que significaba «Camaradas, arriba Falange Española». Como coordinador del golpe en el norte de África, Yagüe es responsable último de todos los asesinatos allí cometidos desde el 17 de julio hasta su partida a la Península.

Tras las matanzas llevadas a cabo Yagüe no mostraba el menor arrepentimiento. Ante la matanza perpetrada en Badajoz, el periodista John T. Whitaker –corresponsal del New York Herald Tribune- le preguntó por lo ocurrido, a lo que Yagüe contestó: Por supuesto que los matamos. ¿Qué esperaba usted? ¿Qué iba a llevar cuatro mil prisioneros rojos conmigo, teniendo mi columna que avanzar contra reloj? ¿O iba a soltarlos en la retaguardia y dejar que Badajoz fuera roja otra vez?

Matanza de Badajoz.

De que era completamente consciente de las matanzas que estaban llevando a cabo, lo demuestra lo que le comentó al periodista francés Jacques BerthelEs una espléndida victoria. Antes de avanzar y ayudados por falangistas vamos a acabar de limpiar Extremadura. Sin duda esta frase es un reconocimiento de la represión sistemática que se estaba llevando a cabo en la retaguardia. En su hoja de servicios se puede leer sobre lo ocurrido en Badajoz: .

Mario Neves entrevistó a Yagüe preguntándole si era cierto que la noche anterior habían fusilado a 2000 personas, a lo que Yagüe contestó: No deben ser tantos. El cinismo llevado a su máxima potencia.

La piedad no cabía en la personalidad de Yagüe. En una ocasión, estando Yagüe en Badajoz le visitó el obispo de la capital José María Alcaraz; al preguntarle Yagüe que deseaba el obispo contestó: a lo que Yagüe respondió: . El único delito de los hermanos Pla era que pertenecían al partido de Azaña, Izquierda Republicana, pero jamás habían ostentado ningún tipo de cargo. Para hacer rentable el asesinato de los dos hermanos, Yagüe se quedó para su uso personal con el coche de uno de ellos.

En Mérida sus tropas continuaron con sus prácticas habituales. Harold Pemberton –corresponsal del Daily Espress, dijo que los legionarios le ofrecieron a él y a su fotógrafo «orejas de comunistas como recuerdo de la masacre». Las prácticas de Asturias seguían vigentes.

Una muestra más de las intenciones de Yagüe, en una ocasión comentó: […] el hecho de que la conquista de España por el Ejército avance a un paso tan lento tiene esa ventaja: nos da tiempo para purgar el país concienzudamente de todos los elementos rojos.

El 2 de septiembre de 1936 sus tropas entraron en Talavera. Allí volvió a protagonizar una orgía de sangre. De lo ocurrido en esta población toledana tenemos algunos testimonios. John T. Whitaker, que estuvo en Talavera durante dos meses contó lo que vivió durante su estancia: […] No pasaba una noche sin que al amanecer me despertaran los disparos de los pelotones de fusilamiento en el patio del cuartel. La matanza parecía no tener fin. Al final del segundo mes seguía haciendo en Talavera tantos fusilamientos como el primer día […] recuerdo haber visto un bulto en la plaza del pueblo, eran dos jóvenes miembros de la Guardia de Asalto republicana a los que maniataron con alambres, los rociaron con gasolina y los quemaron vivos [9].

Sobre la matanza llevada a cabo en Toledo, Yagüe se mostraba enormemente satisfecho: Convertimos Toledo en la ciudad más blanca de España.

Saturnino Medina Candalija, se salvó milagrosamente de ser uno de los asesinados por las huestes de Yagüe, dejándonos testimonio de su odisea: ¡Que magnánimo!

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Como hemos comentado anteriormente Yagüe fue sustituido por Varela al mando de la Columna Madrid. El motivo fue que cuando Franco decidió enviar su columna para ir a liberar el Alcázar, Yagüe se mostró en desacuerdo. No fue su único desencuentro con el dictador. En abril de 1937 dio un discurso intercediendo por Hedilla –en aquel momento jefe de Falange, y contrario a la unificación, por lo que fue condenado a muerte, posteriormente conmutada-, este discurso provocó que fuera momentáneamente apartado del mando en tropa, castigo que duró poco al ser nombrado nuevamente jefe del Cuerpo de Ejército Marroquí. Otros cargos que ocupó fue el de ministro del Aire para el que fue nombrado el 9 de septiembre de 1939; fue destituido el 27 de junio de 1940 por decirle al embajador de EE.UU. que Gran Bretaña estaba a punto de perder la guerra, y que se lo tenía merecido. En 1941 fue puesto al frente de la Colonia Penitenciaria de San Leonardo, cargo del que fue depuesto por su incompetencia. Tras el final de la guerra fue ascendido a general de división.

En cuanto a ideología es conocida su militancia en Falange, y también su admiración por el nazismo, de ahí que tengamos imágenes suyas posando con dirigentes nazis.

Yagüe con dirigentes nazis durante su visita a Berlín.
Yagüe saludando a Hitler

Por último, he de señalar que es vergonzoso que en 2020 el ayuntamiento de Oviedo, dirigido por el PP y Ciudadanos, le haya vuelto a poner su nombre a una calle de la capital astur, tras fallo judicial que anulo su retirada por defecto de forma, algo que podría haberse subsanado y que ni el PP ni Ciudadanos quisieron llevar a cabo. Esta decisión creo que refleja perfectamente que son un partido y el otro.

Bibliografía reseñada en el capítulo

ESPINOSA MAESTRE, Francisco (2012): Yagüe y la columna de la muerte, en Memoria antifranquista del Baix Llobregat. El genocidio franquista en Extremadura, nº 12, pp. 13-18.

OLMEDO ALONSO, Ángel e IZQUIERDO IZQUIERDO, Joxe (2005): Espacios, lugares y personas de la guerra civil en la provincia de Badajoz, Badajoz.

PRESTON, Paul (2011): El holocausto español, Barcelona.

  1. [1] Espinosa, 2012: 16.
  2. [2] La matanza de Carbayín la dirigió el guardia civil Lisardo Doval Bravo.
  3. Tomado de Preston, 2011: 133-134.
  4. [4] En aquellos momentos Casares Quiroga era el presidente del Gobierno de la República.
  5. [5] No abundaremos sobre lo ocurrido en Badajoz, remito a mi trabajo GARROT GARROT, José Luis (2020): La matanza de Badajoz. Responsables, testigos y testimonios reales frente a la historiografía franquistaen https://asambleadigital.es/la-matanza-de-badajoz-responsables-testigos-testimonios/
  6. [6] Tomado de Espinosa, 2012: 16.
  7. [7] Los hermanos Luis y Carlos Pla eran unos industriales que tenían varios negocios entre ellos el conocido Garaje Pla.
  8. [8] Ver Espinosa, 2012:16.
  9. [9] Tomado de Preston, 2011: 448.
  10. [10] Tomado de Olmedo/Izquierdo: 21-23.
  11. [11] Posteriormente pasaría a denominarse San Leonardo de Yagüe.
  12. [12] Publicado en el Diario de Burgos el 8 de octubre de 1937.
  13. Tella tenían por costumbre acabar con las vidas de todo oponente, realizar alguna masacre de carácter ejemplarizante en cada lugar que entraban, dejar un rastro de sangre y eliminar a los prisioneros [1].
  14. [2]. Inmediatamente mandé que detuviera y fusilase a aquellos legionarios, y él lo hizo así. Éste fue el motivo de mi altercado con Yagüe [3]
  15. Casares Quiroga destituyó a un estrecho colaborador de Yagüe, el teniente coronel Heli Rolando de Tella, al frente de la Primera Bandera de la Legión en Melilla el día 2 de julio. Al día siguiente mantuvo una conversación con Yagüe al que le ofreció el puesto que quisiera en España o ser agregado militar en Roma. Yagüe le respondió que prefería quemar el uniforme si no continuaba en la Legión. Entre las capacidades de engaño de Yagüe y la mucha ingenuidad, o estupidez, de Casares [4], éste último quedó convencido de la fidelidad del militar. Tal fue su convencimiento que comentó a Ignacio Hidalgo de Cisneros: Yagüe es un caballero, un perfecto militar, tengo la seguridad de que jamás hará traición a la República. Me ha dado su palabra de honor y de militar de que siempre la servirá con lealtad y los hombres como Yagüe mantienen sus compromisos sin más garantía que su palabra. Cómo sicólogo Casares Quiroga no tenía precio.
  16. «carnicero de Badajoz»[5], no fue solamente en la capital pacense donde dejó un reguero de sangre, ciudades como Mérida, Zafra, Talavera o Toledo, entre otras, también sufrieron el terror sembrado por sus tropas.
  17. [6]
  18. [7], que los van a fusilar,
  19. [8]
  20. [9]
  21. [10]
  22. [11] (Soria), en el que volvía a mostrar su cara: Al que se resista, ya sabéis lo que tenéis que hacer, a la cárcel o al paredón, lo mismo da. Nosotros nos hemos propuesto redimiros y os redimiremos, queráis o no queráis. Necesitaros, no os necesitamos para nada, elecciones, no volverá a haber jamás ¿para qué queremos vuestros votos? Primero vamos a redimir a los del otro lado, vamos a imponerles nuestra civilización, ya que no quieren por las buenas, por las malas [12].
  23. [12]

Los verdugos de Franco en la Guerra Civil. La Columna de la muerte (II) Castejón, Asensio, Tella y Delgado

 En la mayoría de los trabajos relacionados con la represión franquista se ha incidido en las víctimas, estos artículos ponen nombres y caras a los responsables directos de las atrocidades que cometieron

Los verdugos de Franco en la Guerra Civil. La Columna de la muerte (II) Castejón, Asensio, Tella y Delgado

La columna de la muerte comandada por Yagüe se componía a su vez de varias columnas dirigidas por Antonio Castejón Espinosa; Carlos Asensio Cabanillas; Heli Rolando de Tella [1]; y Francisco Delgado Serrano; de todos ellos hablaremos en las siguientes páginas.

Estos oficiales antes de incorporarse a la Columna Madrid llevaron a cabo actuaciones por Andalucía, como siempre implantando el terror a su paso y dejando a miles de víctimas en los campos, las cunetas de las carreteras y las tapias de los cementerios.

Comandante Castejón

La sangrienta represión llevada a cabo por Castejón comenzó bien pronto. En Sevilla los barrios obreros habían opuesto una brava resistencia al golpe, liderado en la capital andaluza por Queipo de Llano. Su resistencia la pagaron caro, con una despiadada represión dirigida por el comandante Castejón.

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En estos barrios obreros, especialmente en Triana, pero también en La Macarena, San Julián y San Marcos, la llevó a cabo con 200 hombres, cincuenta de ellos falangistas, la mayoría socios del Círculo de Labradores. La represión dirigida por Castejón fue salvaje, de su trabajo escribió: La limpieza fue rápida y eficaz.

Asesinados en las calles de Triana.

Una mujer recordaba cómo se vivía en un barrio obrero sevillano en los días posteriores al golpe:

Placa en homenaje a los asesinados en Triana.

Tras la masacre en Sevilla capital, las tropas de Castejón continuaron su macabra tarea de exterminio por la provincia; pueblos como Alcalá de GuadairaValencina del AlcorArahalOsuna o Morón de la Frontera, conocieron también los sanguinarios métodos del militar sublevado.

Tras la toma de un pueblo Castejón explicó la táctica que siguió: En cada pueblo que tomaba ordenaba a las «gentes de orden» que elaboraran una lista de republicanos, esta tenía que reflejar al menos al 1% de la población para ser fusilada.

En Alcalá de Guadaira, primer pueblo sevillano que tomó Castejón, fueron asesinadas 137 personas, otros 350 fueron encarcelados y torturados, muriendo muchos de ellos a causa del trato recibido.

A Osuna llegó el 28 de julio, tras tomar el pueblo volvió a poner en práctica la costumbre de llevarse prisioneros atados como si fueran una reata de burros. En esta ocasión fueron 25; antes de llegar a Lora del Río fusilaron a 23, dejando sus cadáveres en el campo sin enterrar; de los dos que quedaron vivos uno sería asesinado días después, el otro moriría en la primavera de 1938.

En Arahal, cuando estalló el golpe 36 derechistas de la localidad fueron detenidos; el día 22 fueron puestos en libertad, 23 de ellos se quedaron en el pueblo. Después de que el pueblo fuera bombardeado por la aviación sublevada, un grupo de hombres armados llegados desde Sevilla prendieron fuego al Ayuntamiento con los derechistas dentro, murieron 22. Algún testigo de la época mantiene que la gente que llegó de Sevilla eran fascistas e incendiaron el Ayuntamiento para tener una excusa para la posterior represión. Esta represión segó la vida de 700 personas.

La salvajada que llevó a cabo Castejón en Arahal fue festejada por Queipo, comentando el día 24 de julio la actuación en este pueblo: . No fue la única masacre a la que hizo alusión Queipo, en parecidos términos se pronunció tras el baño de sangre llevado a cabo por Castejón en Morón de la Frontera.

En Puente Genil había habido 115 víctimas de derechas, contando los muertos en combate contra los milicianos. Sólo en el primer día se asesinó a 501 personas. Esa misma noche Queipo dijo por radio: . En esta localidad cordobesa el número de asesinados superó las 1500 personas.

Castejón con Queipo de Llano

Ya incorporado a las tropas comandadas por Yagüe, el primer pueblo al que llegó Castejón, junto a Asensio, en su avance hacia Badajoz, fue Fuente de Cantos, lugar en donde se había matado a doce derechistas. De la salvaje represión en este pueblo extremeño hablaremos más detenidamente cuando nos ocupemos del personaje que dejó Castejón para dirigir la represión, el guardia civil Ernesto Navarrete Acal. Esta era una práctica muy habitual de Castejón, una vez cometidos los primeros asesinatos en caliente, dejaba un grupo destinado a continuar la represión, como por ejemplo hizo en Los Santos de Maimona en donde dejó encargados de la represión a veinte falangistas y carlistas.

Firma de Castejón, que tantas muertes causó.
Eloy González Barrero

El que no hubiera habido víctimas de derechas, lo corroboró el 2 de julio de 1937, el vicepresidente de la Comisión Gestora Municipal en carta enviada al Gobernador Civil de Badajoz: .

Varias imágenes de la matanza llevada a cabo en Llerena.

Este teniente nos dejó más recuerdos de la actuación de la columna Castejón: Pertenecer a una columna de limpieza es triste y poco brillante. Sólo mitiga esa tristeza el convencimiento de la necesidad de nuestra misión y el noble agrado con que en todas partes se nos recibe y que nosotros, desterrados forzosos de nuestros hogares, tanto agradecemos. Continúa González Toro, refiriéndose a Llerena: .

Los que continuaban resistiendo en el pueblo se encerraron el Ayuntamiento, fueron eliminados lanzando granadas de mano, a los que estaban heridos los remataron con las bayonetas.

Trabajos de exhumación de cadáveres en la fosa del Romanzal.

En Llerena se produjeron dos momentos en los que la represión llegó a su máximo grado, el primero en la toma del pueblo, y el segundo tras el intento frustrado de reconquistar la plaza por las tropas republicanas el 31 de agosto. Los días 2 y 6 de septiembre se llevaron a cabo fusilamientos masivos; en el primero fueron asesinadas 31 personas –entre ellas once mujeres-, que tras ser asesinados fueron rociados con gasolina y quemados.

Sobre la llevada a cabo tras la toma del pueblo, Margarita Muñoz Macedo, recordó el testimonio de su madre Rafaela:

Al parecer a Castejón no le importaba ejercer el mismo de verdugo, según el hijo del jefe de la Policía Local, Miguel Ángel Troncos, a su padre le asesinó el propio Castejón.

Como no podía ser de otra manera las «hazañas» de Castejón fueron recompensadas; en 1937 es ascendido a coronel, recibiendo el mando de la 102 División, situada en el frente andaluz; al final de la guerra fue ascendido a general.

Afortunadamente con Castejón no ocurrió lo que aún se mantiene con otros verdugos franquistas; el 28 de abril de 2015 le fue retirada la medalla de oro de la ciudad de Sevilla, que le había sido concedida en 1961.

Bibliografía reseñada en el capítulo

ESPINOSA MAESTRE, Francisco (2003): La columna de la muerte, Barcelona

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GARCÍA MÁRQUEZ, José Mª (2012): Las víctimas de la represión militar en la provincia de Sevilla (1936-1963), Sevilla.

GARROT GARROT, José Luis (2020b): La columna de los Ocho Mil, en https://asambleadigital.es/la-columna-de-los-8000/

LAMA, José María (2006): La amargura de la memoria: República y guerra en Zafra (1931-1936), Badajoz.

OLMEDO ALONSO, Ángel (2009): Llerena 1936. Fuentes orales para la reconstrucción de la memoria histórica, Badajoz.

PRESTON, Paul (2011): El holocausto español, Barcelona.

RICHARDS, Michael (2015): Guerra civil, violencia y la construcción del franquismo, en Paul Preston (ed.) La República asediada, Barcelona, pp. 201-238.

  1. [1] Su verdadero nombre era Heliodoro Tella Cantos.
  2. [2] Preston, 2011: 217.
  3. [3] Se difundió el bulo de que era abuelo del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, mentira propagada para intentar desprestigiar al presidente. Pedro Sánchez no tiene absolutamente nada que ver con Castejón.
  4. [4] Tomado de Richards
  5. [5] Tomado de Preston, 2011:230.
  6. [6] García Márquez, 2012:19.
  7. [7] El juez municipal Francisco Vázquez Arellano anotó en el registro en colisión con la fuerza del Ejército. Una cínica manera de encubrir un asesinato.
  8. [8] Tomado de Preston, 2011: 228.
  9. [9] Aquella misma noche Castejón marchó a Sevilla, incorporándose dos días después a la Columna de la Muerte.
  10. [10] Tomado de Preston, 2011: 252.
  11. [11] Tomado de Preston, 2011: 252.
  12. [12] Fue fusilado en Castuera en abril de 1939.
  13. [13] Gracias a la intervención del sacerdote Daniel Gómez Ordóñez.
  14. [14] Tomado de Lama: 279.
  15. [15] Ver Lama: 487.
  16. [16] Ver Olmedo, 2009.
  17. Olmedo, 2009: 259-294.
  18. [18] Tomado de Espinosa, 2003: 14.
  19. [19] Testimonio de Rafael Maltrana, citado por Olmedo, 2009: 81.
  20. [20] Tomado de Olmedo, 2009: 124.
  21. [21] En Llerena existe una fosa con gran cantidad de restos de asesinados en el puente del Arroyo Romanzal.
  22. [22] Tomado de Olmedo, 2009: 66
  23. [23] Para conocer con detalle lo ocurrido con la Columna de los 8000, ver mi trabajo GARROT GARROT, José Luis (2020b): La columna de los Ocho Mil, en https://asambleadigital.es/la-columna-de-los-8000/
  24. Yagüe se componía a su vez de varias columnas dirigidas por Antonio Castejón Espinosa; Carlos Asensio CabanillasHeli Rolando de Tella [1]; y Francisco Delgado Serrano; de todos ellos hablaremos en las siguientes páginas.
  25. [2] su columna fue la que llevó con más celo las órdenes represoras de Queipo, el entonces comandante de la Legión CASTEJÓN ESPINOSA, Antonio [3]. Castejón era conocido como «El Carnicero de Zafra» y «El Sanguinario».
  26. [3].
  27. [4].
  28. [5]
  29. García Márquez [6], describe su paso por Valencina de Alcor: Cuando Castejón ocupó Valencina del Alcor la columna mató a dos vecinos del pueblo {…} A continuación se llevaron amarrados en cuerda un grupo de trabajadores detenidos y después de atravesar Castillejo de Guzmán y a la salida del pueblo, decidieron eliminar a unos cuantos, de la misma forma que actuaba el ejército en las aldeas rifeñas después de tomarlas. En este caso dejaron siete cuerpos acribillados que, cuando se fue la columna hacia Sevilla, fueron recogidos en una carreta y llevados al cementerio de Castillejo [7] .
  30. [7]
  31. [8]
  32. Haro Lumbreras, que también tendrá su apartado más adelante. Puente Genil fue tomado el 8 de agosto de 1936 [9]. Sobre la toma de Puente Genil, Castejón dijo que la columna mandada por Rafael Corrales Romero se desplegó para contener la desbandada del enemigo y aumentar las proporciones del castigo, sobre sus hombres comentó: Y luego, ya dentro de la ciudad, se castigó de firme [10].
  33. [10]
  34. [11]
  35. «El carnicero de Zafra» se lo ganó merecidamente. Sus tropas tomaron Zafra el 7 de agosto de 1936. Ese mismo día ordenó que se hiciera una lista con setenta nombres (1% de la población), para ser fusilados, a pesar de que en Zafra no había habido ni una sola víctima de derechas; en gran parte debido a la actuación del alcalde socialista Eloy José González Barrero [12].
  36. [13]. Castejón señaló que por cada uno que fuera retirado de la lista había que añadir otro nombre, el objetivo llegar a ese uno por ciento. Cuando partió de Zafra se llevó consigo a los 48 detenidos divididos en grupos de siete; a cada trecho fusilaban un grupo, teniendo que ver los que aún seguían con vida la suerte que les esperaba.
  37. [14]
  38. Román Hernández Rojas «El Chileno». Cuentan que al no encontrar a Felipe Martínez Álvarez –inspector de policía socialista- fue en busca de su novia, conocida como «La Reverte», mató a su perro, posteriormente la asesinó a ella, y después de muerta la violó [15]. Según el historiador José María Lama, en Zafra se asesinó al menos a 177 personas.
  39. Llerena es difícil de calificar. En esta población, según el historiador Ángel Olmedo [16], se asesinó a 373 personas, a los que habría que añadir los milicianos asesinados los días 4 y 5 de agosto, que habían salido a enfrentarse a los sublevados [17]. El teniente González Toro, que formaba parte de la columna de Castejón, señaló el rastro de mujeres enlutadas que la columna dejaba.
  40. [18]
  41. Antonio Miranda Vega utilizó un ardid para paliar la resistencia de los fieles a la república. El día 5 de agosto de 1936, tras prometer su fidelidad a la República, se puso al frente de 110 campesinos diciéndoles que salían para enfrentarse a los sublevados en el camino de estos hacia Llerena; a cierta distancia del pueblo ordenó a sus guardias disparar contra los campesinos, causando varios muertos [19]. Al encontrarse con Castejón les entregó a los campesinos que habían sobrevivido, ordenando este que fueran fusilados en el acto.
  42. [20]
  43. Victorio C. Rafael Quintana, testigo de la matanza de Llerena, cuenta como se llevaban a efecto las ejecuciones: .[21]
  44. [22].
  45. Columna de los 8.000, hechos prisioneros y llevados a esta población para su ejecución [23].

Origen: Los verdugos de Franco en la Guerra Civil. Yagüe. La Columna de la muerte (I)

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