Marco Junio Bruto el Joven, asesino de César: ¿Traidor o héroe del Imperio romano? | Ancient Origins España y Latinoamérica
Marco Junio Bruto el Joven, conocido habitualmente por el nombre de ‘Bruto’, fue un político que vivió hacia el final de la República romana.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!
Marco Junio Bruto el Joven, conocido habitualmente por el nombre de ‘Bruto’, fue un político que vivió hacia el final de la República romana. Bruto es conocido sobre todo por ser uno de los principales conspiradores involucrados en el asesinato de Cayo Julio César en los Idus de marzo del 44 a. C. Dos años y medio más tarde, Bruto se suicidó tras ser derrotado por el ejército del Segundo Triunvirato en la batalla de Filipos, en el año 42 a. C. Bruto es uno de los personajes principales, si no el protagonista, de la obra de Shakespeare Julio César , mientras que en la Divina Comedia de Dante aparece como uno de los tres hombres condenados a sufrir por toda la eternidad en el centro del infierno.
Infancia y juventud de Bruto
Marco Junio Bruto el Joven nació en el 85 a. C., siendo el hijo mayor de Marco Junio Bruto el Viejo y Servilia. Bruto se jactaba de descender de Lucio Junio Bruto, fundador de la República romana tras destronar al último rey romano, Tarquinio el Soberbio. Siendo niño, Bruto fue educado por el medio hermano de su madre, el político Catón el Joven. Fue adoptado más tarde por un hermano de su madre, Quinto Servilio Cepión. En honor a su padre adoptivo, Bruto cambió su nombre temporalmente al de Marco Junio Bruto Cepión.
Según el antiguo historiador Plutarco, Bruto era un hombre de letras. Esto puede verse, por ejemplo, cuando Bruto acompaña a su tío Catón a Chipre en una misión contra su rey, uno de los hermanos menores de Ptolomeo XII de Egipto. El rey de Chipre finalmente se suicidó, y Bruto fue designado para hacerse cargo del tesoro real. Plutarco afirma en sus escritos que Bruto aceptó a regañadientes, ya que sentía que “prestar una atención tan meticulosa a cuestiones administrativas era algo mezquino e indigno de él, un hombre joven aficionado a las letras.”
Busto de mármol de Bruto, Museos Capitolinos de Roma ( Dominio público )
Bruto es perdonado por César
Plutarco también nos ofrece el testimonio de cómo actuó Bruto en el transcurso de la guerra civil entre César y Pompeyo. A lo largo de este conflicto, parece ser que se esperaba en un principio de Bruto que se pusiera de parte de César, ya que Pompeyo había causado la muerte del padre de Bruto. Sin embargo, Bruto pensó que “era su deber poner el bien público por encima de su propio bien, y considerando que las razones de Pompeyo para ir a la guerra eran mejores que las de César, se unió a Pompeyo.” Pompeyo fue derrotado por César en la batalla de Farsalia en el año 48 a. C., poniendo así fin a la guerra civil. Aunque Bruto había prestado su apoyo a Pompeyo, César le perdonó.
Plutarco cuenta también que César estaba “preocupado por la vida de Bruto, y dio orden a sus oficiales para que no se matara a Bruto en la batalla, sino que le mantuvieran con vida y le llevaran prisionero si se entregaba voluntariamente, y que si insistía en combatir tras ser capturado, le dejaran libre y no le causaran daño alguno.” El historiador afirma a continuación que Servilia había mantenido relaciones íntimas con César, de tal modo que César tenía razones para creer que Bruto podía ser su propio hijo, de ahí su preocupación por él.
Busto de Bruto obra de Michelangelo Buonarroti ( Dominio público )
César concede a Bruto todos los honores
Tras la guerra, César colmó a Bruto de honores. Por ejemplo, le puso a cargo de la Galia Cisalpina cuando César se disponía a emprender una campaña contra Catón y Escipión en África. Sin embargo, Bruto acabaría finalmente traicionando a César, y esta sería la causa de su muerte. Según Plutarco, “Bruto tomaba parte en el poder de César tanto como deseaba. De hecho, si hubiera querido podría haber sido el primero entre los amigos de César y ostentado un inmenso poder; pero el partido de Casio le apartó de este camino.” Aunque César albergaba ciertas sospechas acerca de Bruto, también tenía fe en su carácter.
La traición
Según otro historiador, Dión Casio, Bruto se opuso a la conspiración contra la vida de César desde el principio. Sin embargo, finalmente fue persuadido a unirse a los conspiradores. Otra razón para ello es que se le había comparado continuamente con su antepasado Lucio Junio Bruto, rumoreándose cómo no había vivido a la altura de las expectativas de tan ilustre nombre. De este modo, en los Idus de marzo del 44 a. C., Bruto y sus cómplices asesinaron a César en “uno de los pórticos del Teatro [de Pompeyo]”.
“La muerte de Julio César”, óleo de Vincenzo Camuccini ( Dominio público )
La muerte de César no tuvo como resultado la salvación de la República como esperaba Bruto, sino que sumió a Roma en una nueva guerra civil. Bruto y su cuñado, Cayo Casio Longino, otro de los principales conspiradores, se enfrentaron a los ejércitos del Segundo Triunvirato bajo el mando de Marco Antonio y Octavio en la batalla de Filipos en el año 42 a. C. Habiendo perdido la batalla, Bruto se suicidó, prefiriendo este destino a la rendición o la captura por el enemigo. En épocas posteriores, hubo quien consideró a Bruto un héroe, mientras que para muchos otros fue un villano. En el Julio César de Shakeaspeare, por ejemplo, el personaje de Marco Antonio se refiere a Bruto como “el más noble de todos los romanos”. Por el contrario, en la Divina Comedia de Dante, Bruto es masticado por Satanás en el mismísimo centro del infierno por toda la eternidad.
Imagen de portada: Tobias Menzies caracterizado como Marco Bruto en la serie “Roma”. (Wikimedia)
Autor: Wu Mingren
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.