23 noviembre, 2024

Masacre de las Fosas Ardeatinas – La Segunda Guerra

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La Masacre de las Fosas Ardeatinas fue una acción llevada a cabo el 24 de marzo de 1944 por las tropas de ocupación de la Alemania nazi en Roma, en la cual fueron asesinados 335 civiles italianos.

La Masacre de las Fosas Ardeatinas fue una represalia nazi, ordenada personalmente por Hitler, a raíz de un ataque del grupo partisano GAP (Gruppi d’Azione Patriottica) el 23 de marzo de 1944 en Roma, Via Rasella.

El blanco fue la 11ª compañía del 3er batallón del Polizeiregiment Bozen. Este batallón había sido conformado en octubre de 1943 con italianos germanohablantes de la norteña provincia de Bolzano (Bozen en alemán). Muchos de ellos eran veteranos del Ejército italiano que habían servido en el frente ruso y optado por enrolarse en la policía antes que regresar a Rusia con la Wehrmacht.

El ataque fue llevado a cabo por 16 partisanos, emplearon un artefacto explosivo casero consistente en 12 kg de TNT empaquetados en una caja de acero, que a su vez fue insertada en una bolsa que contenía otros 6 kg de TNT y tubos de hierro rellenos de TNT. La bomba fue escondida en un carrito de basura y puesta en posición por un partisano disfrazado de barrendero, mientras que los otros actuaban como vigías.

El detonador se encendió cuarenta segundos antes de que los policías llegasen al lugar donde se hallaba la bomba. La explosión causó la muerte instantánea de 28 policías (tres más morirían en días posteriores) y dos civiles italianos. Los partisanos, algunos de los cuales arrojaron bombas de mano a los soldados o dispararon sobre ellos, lograron huir indemnes mezclándose entre los transeúntes.

La matanza fue organizada y dirigida por Herbert Kappler, en aquel entonces comandante de la Gestapo en Roma y responsable de la redada del gueto judío en 1943 y de las torturas cometidas contra los partisanos detenidos en la cárcel de Via Tasso.

Las víctimas fueron sacadas de la cárcel romana de Regina Coeli, lugar en el que se encontraban detenidas por ser judíos o miembros de la resistencia italiana.

Las fosas, antiguamente cavas de arena, fueron utilizadas para cometer y ocultar la masacre, y, después de la guerra, convertidas en un santuario para recordar los hechos.

Después de la guerra, Kappler fue enjuiciado y condenado por un tribunal italiano y enviado a prisión. Enfermo de cáncer, logró fugarse del hospital militar del Celio escondido en una maleta, pocos años antes de morir.

El principal colaborador de Kappler, el capitán de las SS Erich Priebke, fue arrestado y condenado por la Masacre de las Fosas Ardeatinas después de una larga permanencia en Argentina.

El Papa Pío XII, quien conocía la decisión de efectuar la masacre antes de que la misma se realizara, ha sido criticado por su pasividad y en especial por no solicitar una postergación de los fusilamientos, con la esperanza de que la demora calmara los ánimos de venganza o permitiera la conquista de Roma por los Aliados.


1. ANTECEDENTES

Roma es una de las ciudades más hermosas que existen, tiene un pasado tan lejano que recorrerla es atravesar más de dos mil años de historia, según la zona por donde uno camine. Allí, en la Roma renacentista, en el Largo Argentina, llamada así en honor de la Argentina, donde entre otras cosas se halla el teatro donde se estrenaron las óperas de Verdi.

En la Roma de todos los siglos y de los mas de dos milenios, está la Roma del antiguo gueto judío, que atestigua una presencia continuada desde el siglo II antes de nuestra era, y al que se entra atravesando la columnata del Pórtico d’Ottavia, los restos del palacio que el emperador Augusto regaló a su hermana Octavia.

Allí en esa conmovedora- por lo antigua – presencia se halla la hermosa sinagoga que tiene en su puerta los homenajes a los judíos muertos por Italia en la Gran Guerra, el homenaje y recuerdo a los asesinados en la Shoá y los nombres de los judíos que fueron cruelmente exterminados en las Fosas Ardeatinas.

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Kappler en 1948, en el Tribunales de Justicia

Justamente porque Roma es una ciudad tan vieja, no pudo eludir los testimonios de una de las peores tragedias que asolaron Europa. La Alemania nazi ocupó Roma en septiembre de 1943, con la caída del régimen de Mussolini y allí la muerte y el sufrimiento se abatieron sobre los romanos, especialmente sobre los antifascistas, opositores al régimen de todas las denominaciones y por supuesto sobre los judíos del antiguo gueto.

El 26 de septiembre los dirigentes de la comunidad judía de Roma fueron llamados a la Embajada alemana de Roma. Allí, el oficial supremo de las SS, Kappler, le exigió la entrega de 50 kilos de oro en 36 horas, a cambio de la vida de los jefes de 200 familias judías romanas.

Los judíos, la mayoría de ellos gente modesta, entregaron todo el oro que tenían, también recibieron contribuciones de los no judíos. No obstante, la noche del 15 de octubre fueron llevados por las SS, 1.022 judíos romanos.

Un testimonio de Kappler, afirmó que la población antisemita no participó de estos hechos, pero que en cambio había un gran grupo de gente que trataba de ayudar a escapar a los prisioneros de los nazis en el momento de su arresto. Dos días después fueron cargados sobre un tren compuesto de 18 vagones de ganado que salió de la estación Roma Tiburtina y llegó a Auschwitz el 22 de octubre.

De todos los deportados volvieron solo quince, entre los cuales solo había una mujer y ningún niño. Esta mujer se llamaba Settimia Spizzichino.

2. ATENTADO DE VIA RASELLA

Llegar a las Fosas Ardeatinas desde la lejana Latinoamérica, es descubrir la otra Roma, la de la ocupación nazi, la que nos anuncia con sus carteles recordatorios y con sus coronas conmemorativas el padecimiento de su población y el drama de sus judíos.

En una antigua cueva se halla un enorme ámbito sepulcral que contiene 335 tumbas, perfectamente alineadas en una semi-penumbra, ellas evocan el drama padecido por 335 personas, dos de los cuales eran casi niños. Integrantes de todas las clases sociales, representantes de todos los oficios de los cuales 75 de ellos eran judíos, “los judíos eran menos de la mitad del 1% de la población de Roma, pero son 50% de los nacidos en Roma que mataron en las Fosas Ardeatinas”.

Todos ellos fueron asesinados por un acto de represalia, cometido por la ocupación nazi que eligió 10 personas por cada muerto en el atentado realizado por los partisanos en Vía Rasella el 23 de marzo de 1944. El anuncio de la represalia fue hecho público posteriormente al asesinato cometido en las Fosas Ardeatinas.

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Carrito de limpieza donde fue colocada la carga explosiva en Via Rasella

Los partisanos habían atacado a la compañía 11ª del 3º batallón, del regimiento de las «SS Polizei Bozen”, el ataque fue hecho con una carga explosiva. Eran 156 hombres que pasaron por ese lugar. Todos ellos eran voluntarios que habían jurado por Hitler y los estaban adiestrando para luchar contra los partisanos.

El batallón dependía del comando de las SS en Italia y de Kappler en Roma. Hubo 33 muertos. Los partisanos habían programado otro atentado al cuerpo de guardia de la calle Tasso, donde se hallaba el cuartel general de la Gestapo para liberar a los prisioneros, pero finalmente se decidieron por el de vía Rasella.


3. LA MASACRE DE LAS FOSAS ARDEATINAS

Inmediatamente, ese mismo 23 de marzo, los alemanes y los fascistas realizaron arrestos en masa, se llevaron a la gente de las fábricas, se sacaron presos políticos de las cárceles, eligieron diez representantes de cada sector que componía la sociedad romana, obreros, aristócratas, intelectuales, políticos, militares, policías, etc., incluyeron un cura y dos niños, se equivocaron y asesinaron cinco personas más que las que fijaba el número establecido por la represalia.

Fueron llevadas 270 personas de la prisión de la Gestapo, en la Vía Tasso, muchas de ellas apenas podían sostenerse en pie, por las terribles torturas a las que habían sido sometidas, el método habitual ejercido por la Gestapo.

El 24 de marzo de 1944, a las 14 hs. de la tarde fueron llevados a la cuevas en la via Ardeatina, los empujaron en grupos de a cinco hacia el fondo de las galerías, iluminadas por antorchas, allí los obligaban a arrodillarse cabeza abajo, con la nuca hacia sus verdugos donde les dispararon, matándolos con un tiro de pistola.

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Tropas alemanas y italianas detienen a civiles frente al Palacio Barberini, Roma, en marzo de 1944

También Kappler y Erich Priebke realizaron algunas ejecuciones personalmente. Los cadáveres eran echados a un lado y apilados. Cuando todo terminó, hicieron explotar una carga de dinamita para ocultarlos debajo de toneladas de escombros, el agua de la lluvia terminó haciendo mucho más sólido el montón de roca que los cubrió.

Cuando los aliados llegaron, se excavó allí y se encontraron los cuerpos que la ignominia nazi trató de ocultar bajo los restos de las antiguas cuevas que los cubrió.


4. ERICH PRIEBKE

Nacido en 1913 en Alemania, a los 20 años se afilia al Partido nazi. En 1936 es intérprete y traductor de la policía política que luego es integrada a las SS. En 1941 es trasladado a Roma.

Es uno de los más feroces verdugos de la via Tasso, la sede general de la Gestapo en Roma. “Luigi Solinas, del centro de informaciones militares es colgado de un poste de hierro y cubierto de puñetazos, patadas, latigazos: entró un oficial de los SS: el capitán Priebke… que lo miró torvo… profirió una serie de insultos vulgares contra la víctima, luego lo escupió en la cara.

Cuando el detenido responde a la amenaza de Priebke de hacerlo fusilar, afirmando que se cumpla la voluntad divina, el verdugo le contestó que allí la única voluntad que se cumplía era la de los alemanes”.

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Erich Priebke

Priebke tenía fama de ser un eficiente torturador que con medios físicos y químicos lograba hacer hablar a las víctimas. “Me ataron con las manos a la manija de la puerta de la oficina, Priebke siguió pegándome, me rompió la nariz, todavía llevo la marca.

Estaba siempre presente y me golpeaba. Cuando me desmayaba me golpeaba el pecho con la bota diciéndome:“Habla”. A mucha gente que se la citaba como fusilada en realidad lo que se descubrió posteriormente es que había muerto por la torturas infligidas en el cuartel general de la Gestapo en vía Tasso. Priebke había afirmado que era policía y no un militar.

Aun cuando desarrollaban misiones militares, las SS no formaban parte del ejército regular, sino que eran una milicia voluntaria de un partido que actuaba fuera de cualquier legalidad que no fuese la obediencia directa a Hitler por lo que no le correspondía un tribunal militar. Pero no solo fue un torturador, cometió asesinatos cuando disparó sobre algunas de las víctimas en las Fosas Ardeatinas.


5. GALERÍA FOTOGRÁFICA

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Detención de ciudadanos

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Cadáver hallado en el lugar de la masacre

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Placa conmemorativa en una plaza de Roma

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Ubicación de la Fosa Ardeatina

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Interior de las cuevas


6. VÍDEO

Benedicto XVI visitará las Fosas Ardeatinas, lugar de una masacre nazi en Roma

*Nota: enlace a la película que trata este tema (ficha en el foro): Muerte en Roma (Rappresaglia) [1971]

Origen: Masacre de las Fosas Ardeatinas – La Segunda Guerra

LEER  El crimen, también, fue en Álora (Málaga)

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