Navegando rumbo al más allá: los misteriosos barcos de piedras de la región báltica | Ancient Origins España y Latinoamérica
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Las extrañas secuencias de grandes piedras descubiertas en la región báltica se encuentran entre los vestigios más misteriosos dejados por las antiguas civilizaciones precristianas en Europa. Estas formaciones están dispuestas delimitando contornos que recuerdan al casco de un barco, aunque estos “navíos” fueron construidos para tierra firme y no para navegar.
En muchos países cercanos al mar Báltico se han descubierto estas enigmáticas estructuras con forma de barco. Evocan en cierto modo a las legendarias naves de las que se creía que trasladaban a los difuntos al mítico Valhalla u otros reinos de ultratumba. No obstante, los investigadores aún están intentando descubrir cuál era el verdadero propósito que llevó a la construcción de estos monumentos.
¿Por qué construir un barco con piedras?
Desde su descubrimiento, los barcos de piedras han sido considerados un extraño tipo de tumba. La mayor parte de ellos están datados entre los años 1000 a. C. y 1000 d. C., aunque también los hay más antiguos. Si se confirmara finalmente que eran cementerios, este hecho daría a entender que quienes los construyeron no cambiaron sus hábitos funerarios en mucho tiempo.
La costumbre de erigir dichas construcciones era al parecer una antigua idea característica de la Edad del Bronce, aunque persistió como tradición. Las excavaciones han confirmado que los barcos de piedras a menudo servían de tumbas para enterramientos tras una cremación. Las losas o piedras estaban dispuestas en torno a la fosa o tumba, aunque por alguna razón que desconocemos se les daba la forma de un barco.
Barcos de piedras de la época vikinga, Menzlin (Alemania). (CC BY-SA 3.0)
Habitualmente se cree que los barcos de piedras se construían en los cementerios, aunque algunos de ellos se encuentran alejados de cualquier otro yacimiento arqueológico.
Los barcos de piedras presentan tamaños diversos: algunos de ellos son monumentales, otros más pequeños. El más grande hallado hasta la fecha ha sido descubierto en Dinamarca. Es el ‘barco de piedras de Jelling’ que fue destruido en su mayor parte, aunque los arqueólogos descubrieron que originalmente medía 170 metros de largo. Este barco de piedras podría estar vinculado a la reina Thyra, esposa del rey Gorm el Viejo de Dinamarca, que reinó entre los años 936 y 958 d. C.
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Uno de los más famosos barcos de piedras conocidos fue excavado en 1989. Recibe el nombre de Piedras de Ale, en sueco Ales stenar. Este monumento se encuentra en la región de Escania, en el sur de Suecia. Su contorno oval mide 67 metros de largo. Los investigadores han sido capaces de realizar una datación de radiocarbono del emplazamiento, y los resultados obtenidos demuestran que la zona estuvo habitada hace entre 5.500 y 1.400 años. Este ‘barco’ está formado por 59 grandes piedras; cada una de ellas pesa aproximadamente 1,8 toneladas.
Piedras de Ale, Escania (Suecia). (CC BY-SA 2.0)
Desgraciadamente, la tecnología actual no ha permitido a los investigadores determinar con más exactitud la fecha de la construcción y el uso de este barco de piedras. No obstante, mediante análisis comparativo los investigadores han deducido que el monumento fue erigido a finales de la Edad del Hierro nórdica.
Otros restos descubiertos en el lugar han aportado más información de la que se había encontrado en muchos otros yacimientos de barcos de piedras. Por ejemplo, los arqueólogos descubrieron en las Piedras de Ale una vasija de arcilla decorada con restos humanos incinerados. Otros hallazgos realizados en el yacimiento proceden de épocas diversas. Se han datado entre los años 540 d. C. y 650 d. C. un poso de alimentos y los restos de un ave, aunque otros materiales proceden del período 330 d. C. – 540 d. C. Este hecho sugiere que el lugar no se utilizaba únicamente como tumba, sino que en él también se celebraban ceremonias religiosas.
Barcos de piedras del túmulo de Anund, Suecia. (CC BY-SA 3.0)
Es posible que hubiera también barcos de piedras ubicados en el norte de Polonia, Letonia y Estonia. Sin embargo, la última construcción de este tipo hallada al sur del mar Báltico se encuentra cerca de Anklam, en la región alemana de Pomerania Occidental.
Este yacimiento ha sido datado en el siglo IX d. C., y constituye un raro ejemplo de este tipo de construcciones en esta región del mundo. A consecuencia de la actividad agrícola desarrollada en esta zona, la mayor parte de sus kurganes junto con otras estructuras precristianas han quedado dañados. El mismo destino siguieron los barcos de piedras de esta región. Es muy posible que sus piedras, dispuestas formando siluetas de barcos en las edades del Bronce, del Hierro y vikinga, fueran reutilizadas al construirse otros edificios más modernos, como castillos, puentes, etc.
Los barcos de piedras bajo una nueva perspectiva
Con los resultados del estudio realizado por Joakim Wehlin, de la Universidad de Gotemburgo y Gotland, se ha adoptado un nuevo punto de vista en relación con estos megalitos. Wehlin analizó barcos de piedras de diferentes yacimientos de la Edad del Bronce construidos en la región báltica. Sin embargo, la mayor parte de su trabajo se centró en monumentos de mayor tamaño, como los bien conservados barcos de piedras de la isla sueca de Gotland. En declaraciones recogidas por la redactora de LiveScience Megan Gannon, Wehlin explicó algunas de sus fascinantes conclusiones:
Podrían haber sido utilizados para otros rituales y actividades relacionados con la vida marítima, como la enseñanza de la navegación y ceremonias de embarque y desembarco. Parece como si no se enterraran habitualmente cuerpos completos en estos barcos, y de hecho hay barcos de piedra que ni siquiera albergan tumba alguna. En cambio, sí que muestran en ocasiones huellas de otro tipo de actividades. Así pues, en ausencia de los difuntos, tiende a aparecer el rastro que dejaron los supervivientes.
Situación geográfica de los barcos de piedras de la isla sueca de Gotland. (Public Domain)
Las conclusiones de Wehlin están confirmadas por los descubrimientos realizados en los yacimientos de los barcos de piedras. Aparte de los enterramientos y los elementos habituales en las prácticas funerarias, numerosos equipos de arqueólogos han hallado herramientas, rastros de fogones y hogueras, esquirlas de sílex, carbón, vestigios de construcciones de madera, y otras piezas diversas. Todo ello parece sugerir que los barcos de piedras habrían sido centros en los que se desarrollaban numerosas actividades sociales, no solo funerarias.
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Barcos de piedras que viajan a la eternidad
El símbolo del barco constituye una de las formas más populares de describir el viaje al más allá, y lo encontramos en numerosas culturas de todo el mundo. Los investigadores creen que en la región báltica los barcos de piedras formaban parte importante de las ceremonias de los pueblos que los construyeron. Algunos de ellos sin duda tenían relación con ritos funerarios, aunque en la mayoría de los casos otro tipo de funciones no pasan de ser una mera especulación.
Algunas guías de viajes sugieren en la actualidad que los barcos de piedras eran considerados en el pasado lugares especiales y centros de poder, aunque existen muy pocas pruebas concretas que avalen esta hipótesis. No obstante, los barcos de piedras se cuentan aún a día de hoy entre las más fascinantes construcciones megalíticas de Europa.
Imagen de portada: Piedras de Ale en Kåseberga, unos diez kilómetros al sudeste de Ystad. (CC BY-SA 3.0)
Autor: Natalia Klimczak
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.