19 abril, 2024

 

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Desde las trincheras de la Gran Guerra hasta la Noche de los Cuchillos Largos, las SS evolucionaron de la nada a un aparato estatal con un poder impresionante.

Las Sturmkompanie de la Primera Guerra Mundial

Durante la Primera Guerra Mundial se produjo algo inesperado para los contendientes: la guerra de trincheras. Alemania fue la primera potencia en sacar partido al estancamiento bélico cuando descubrió que un grupo de soldados de élite especializados en el asalto a trincheras sería muy eficaz para dar golpes de mano. Bajo esa idea se formó un pequeño destacamento de asalto experimental llamado Sturmabteilung al mando del capitán Willi Rohr e ideado por el comandante Eugen Kaslow. El nuevo Sturmabteilung desarrolló una serie de tácticas para infiltrarse en las trincheras enemigas sin ser vistos y desbaratarlas. Su método consistía en asaltar las trincheras por los flancos de la siguiente manera: el primer soldado atacaba armado con un objeto punzante o cortante, el segundo transportaba las granadas en una mochila y el tercero sorprendía con el cuchillo o bayonetas.

 

Tres soldados alemanes del Sturmbataillone operan en una zona de combate del Frente Occidental durante la Primera Guerra Mundial.

Cierto éxito tuvieron las primeras infiltraciones de los Sturmabteilung en los Vosgos, aunque su reputación no se ganó hasta 1916 durante la Batalla de Verdún, cuando los tres hombres de Sturmabteilung pasaron a formar los Stosstruppe. Al comprobarse la mejor eficacia de los Stosstruppe se constituyeron las Sturmkompanie y posteriormente concentraciones mayores de hombres en Sturmbataillone o Batallones de Asalto. Los Sturmbataillone adoptaron las cabezas de la muerte como insignia, más conocidas como “Totenkopf”, siendo el 3º Regimiento de Zapadores de la Reserva de Guardia el primero en lucir la calavera.

A lo largo de la Primera Guerra Mundial los integrantes de las Sturmkompanie fueron idolatrados como héroes románticos. Pero nadie entonces se imaginaba que todos aquellos jóvenes se convertirían en los futuros guerreros SS.

Los Freikorps

Tras la humillante derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial muchos alemanes no aceptaron el resultado que consideraban una traición provocada por el bolchevismo. Para hacer frente a la situación revolucionaria y de luchas callejeras en el país numerosos de los antiguos militares y veteranos de las Sturmkompanie formaron los Freikorps. Los Freikorps eran unidades inspiradas en los Freiwilligenkorps, unos cuerpos de voluntarios que se reunían en Alemania desde la Edad Media para defenderla en tiempos de crisis.

 

Miembros del Freikorps en Alemania durante 1919 tras el fin de la Primera Guerra Mundial.

Todos los hombres del Freikorps eran llamados a filas normalmente porque sus integrantes hacían circular carteles, panfletos o lecturas que llamaban la atención a la gente en las calles y hacían que se presentaran para el reclutamiento. Muchos de los hombres que se iban integrando al Freikorps eran personalidades importantes y héroes locales, conservando los integrantes sus uniformes de guerra, las armas y los vehículos para patrullar las calles. La calavera “Totenkopf” fue adoptada en sus filas, pues parte de las unidades que dirigían el Freikorps eran las antiguas Sturmkompanie de la Primera Guerra Mundial. Las formaciones paramilitares alemanas más importantes del Freikorps fueron la Stahlhelm, la Reichskriegsflagge, la Jungdeutscher Orden y la Organisation Rossbach, entre todos estos grupos se encontraban personas que serían muy importantes en el futuro Tercer Reich como Heinrich Himmler, Sepp Dietrich, Reinhard Heydrich, Karl Wolf y muchos otros más.

Un joven llamado Adolf Hitler se dirigió a Munich en 1919 para incorporarse al Freikorps de Baviera que comandaba Franz Ritter Von Epp. Su destino en Baviera fue Munich, donde las luchas armadas de los Freikorps contra los comunistas que proclamaban la revolución eran muy frecuentes, normalmente acababan en sangre. Mientras eso ocurría, el soldado Hitler abandonó la idea de unirse al Freikorps y prefirió dedicarse a la política fundando el Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP).

Cuando el Freikorps se enteró de que uno de sus soldados era dueño de un partido político que defendía sus mismas ideas y estaba teniendo muchísimo éxito, empezó a mirar con buenos ojos al partido de Hitler y a sus hombres que eran conocidos bulgarmente como “nazis”. Ernst Röhm, jefe de la Bandera del Freikorps de Munich (Reichskriegsflaffe) ofreció a Hitler sus hombres como fuerza paramilitar del partido, el cual aceptó, formándose los Zeitfreiwilligen de voluntarios como milicia equipada con uniforme militar de campaña y armados con pistolas. Gracias a esta formación paramilitar los mítines enemigos fueron hostigados y los propios defendidos. Un año después, en 1920, se crearon los Guardias de Sala (Saalschutz) para proteger a los oradores nacionalsocialistas en las reuniones, aunque luego, en 1921, se constituyeron las SA (Sturmabteilung) con el mismo nombre de las unidades de la Primera Guerra Mundial.

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La Stabswache en el Putsch de Munich bloquea una calle. Casualmente en la fotografía y aunque no fueran conocidos ni aún eran importantes dentro del nacionalsocialismo aparecen personalidades como Heinrich Himmler (portador del estandarte) y Rudolf Hess (segundo por la derecha).

Hitler en 1923 contaba con las fuerzas paramilitares de las SA y el Freikorps. Para Marzo de ese año también se creó la Stabswache consistente en un grupo de escolta personal de doce guardias que juraron lealtad a su persona. La Stabswasche era independiente de la SA y del Freikorps. En Abril ya formaban la unidad más de un centenar de hombres al mando del capitán Julius Schreck con sede en el bar Torbräu.

El 9 de Noviembre de 1923 estalló el Putsch de Munich, un golpe de Estado nacionalsocialista para derrocar a los traidores del Armisticio de la Primera Guerra Mundial. Aquel 9 de Noviembre los Freikorps y las SA salieron a las calles en camiones para proclamar la revolución alemana, al mismo tiempo que la Stabswache hacía parada en el monumento del Hall Feldherrnhale y Hitler esperaba en la cervecería. Cuando se dieron cuenta de que el golpe había fracasado, los nacionalsocialistas avanzaron cogidos de los brazos contra la policía y el Ejército Gubernamental (Reichswehr). Pero entonces repentinamente los soldados dispararon y el portaestandarte que llevaba la bandera nacionalsocialista cayó abatido manchando con su sangre la tela. Hitler fue detenido y los Freikorps protagonizaron su última batalla contra los gubernamentales junto al Hall Feldharrnhale, donde hubo numerosas bajas que terminaron en derrota. El resultado del Putsch de Munich fue la encarcelación de Hitler y la disolución de los Freikorps para siempre.

Creación de las SS

 

Schutzkommando, los primeros SS seleccionados por Adolf Hitler.

Al salir Hitler de la prisión en 1924, comprendió que necesitaba una escolta personal leal y capaz también de elimniar de las calles a la oposición. Por eso en Abril de 1925 Julius Schreck, a partir de antiguos miembros del Freikorps creó una organización subordinada a las SA con el objetivo de servir a Hitler hasta la muerte, se le llamó Schutzkommando, aunque después cambió el nombre por el de Sturmstaffel. Sin embargo la nueva organización volvió a modificar el nombre definitivamente por recomendación del viejo aviador Herman Göering, denominándose esta vez SS (Schutzstaffel) en honor a conmemorar una antigua escuadrilla de cazas de la Primera Guerra Mundial.

Una de las primeras medidas de las SS fue la de enviar circulares a los grupos regionales del NSDAP para que presentaran voluntarios a las selecciones de sus miembros. Los hombres que se incorporaban a las SS tenían que ser entre 25 y 35 años, estar registrados por la policía como residentes locales, tener dos padrinos, unas buenas condiciones físicas, ser fuertes, sanos y poseer elevada disciplina. Una vez reclutados los aprobados, se dividían en Zehnerstaffeln, es decir, en un grupo de diez hombres y un jefe. Precisamente a lo largo de 1925 surgieron decenas de Zehnerstaffeln por toda Alemania como guardias de élite de todos los oradores del NSDAP. Sus uniforme era a imitación al de combate aunque de color negro, llevando todos brazaletes con la esvástica y gorra negra con la imagen de la calavera “Totenkopf”, vestimenta que sin duda inspiraba una sensación a las masas de poder y control.

La organización SS

La primera vez que las SS demostraron su poder fue en Chemnitz, Sajonia, a finales de 1925. Ocurrió cuando el NSDAP se atrevió a hacer un mítin público en la zona comunista de Chemnitz. Para aseguar las calles se llamaron a 50 hombres de las SS de la misma Chemnitz y de las ciudades de Dresde, Zwickau y Plauen. Una vez en Chemnitz, los SS se enfrentaron a varios centenares de manifestantes comunistas que iban armados con cuchillos y barras de hierro. En aquel instante comenzó una guerra callejera y urbana donde los pocos hombres de las SS dieron una gran paliza a los bolcheviques. Tal fue el triunfo nacionalsocialista en la batalla callejera que a partir de ese momento los mítines en Sajonia se pudieron hacer sin apenas oposición y de manera muy segura.

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En Abril de 1926 Josef Berchtold asumió el mando de las SS cuando Julius Schreck fue nombrado escolta personal y chófer de Hitler. Por aquel entonces las SS ya contaban con unos 1.000 hombres en sus filas, mientras que el NSDAP en total disponía de más de 75 Schutzstaffeln por toda Alemania. Para coordinar tal espectacular crecimiento se creó un Mando SS (SS-Oberleitung) en el cual Josef Berchtold se autoproclamó a si mísmo “Líder (Reichsfüher)” de las SS. Pero poco duró su mandato porque en Marzo de 1927 Berchtold renunció a su cargo de Reichsführer, tomando el puesto en su lugar Erhard Heiden.

Desde hacía tiempo las SS se encargaban de realizar los rituales especiales del partido y tradiciones pangermánicas. La organización se convirtió en el más importante custodio de los valores nacionalsocialistas y de la raza. Hitler al comprobar su honorable lealtad les entregó la Blutfahne, es decir, la bandera del partido manchada de sangre que fue enarbolada en el Putsch de Munich. Los hombres de las SS también se dedicaron a repartir panfletos propagandísticos en las calles o a conseguir suscriptores para el periódico del NSDAP llamado Völkischer Beobachter. A medida que crecían las SS, sus camaradas de la SA los miraban con recelo y envidia, llegando a pensar que algún día serían más poderosos que ellos.

 

Entrega personal de Adolf Hitler a las SS de la “Blutfahne”, la bandera nacionalsocialista manchada de sangre por los caídos en en el Putsch de Munich.

El 6 de Enero de 1929 Erhard Heiden dimitió como jefe de la SS debido a la mala racha de la organización durante 1928. Como nuevo Reichsführer se alzó un hombre que parecía poco prometedor llamado Heinrich Himmler, aunque la mayoría de sus críticos se llevarían una sorpresa en el futuro. Entre los que no se sintieron bien con el nombramiento estaban las SA, ya que no podían comprender como un hombre bajito, con gafas y esquelético tomara el liderazgo de las SS. Lógicamente se echaron a reír porque pensaban que se lo podrían comer fácilmente, pero se equivocaban hasta el fondo, pues Himmler sería el que se comería a todos ellos.

Una de las primeras decisiones de Himmler fue entrevistarse con Hitler y hacer que aprobara un plan de reclutamiento para convertir a las SS en el mejor cuerpo de élite político-militar que jamás hubiese visto Alemania. Hitler aceptó y modificó la normativa para facilitar el alistamiento en las SS. Entre las novedades para los interesados es que debían pagarse su propio uniforme y equipamiento y la edad se redujo hasta los 18 años. Con estas medidas centenares de antiguos combatientes de la Primera Guerra Mundial, veteranos del Freikorps y muchos jóvenes patriotas se presentaron a filas.

Inesperadamente el 1 de Abril de 1931 las SA dieron un golpe de efecto al propio NSDAP para hacerse con el poder en las ciudades de Brandeburgo, Hesse, Pomerania, Meckelemburgo y Silesia. Sin embargo el golpe en Berlín fracasó porque las SS se mantuvieron fiel a Hitler. Gracias a la fortaleza de los hombres de las SS, hicieron que fracasara el plan de las SA. Ante estos sucesos la fractura entre SA y SS quedó patente.

Guerra en las calles

Para 1932 el NSDAP había escalado en el Parlamento (Reichstag) de una manera impresionante. Paralelamente las SS contaban con más de 50.000 miembros en sus filas, de los cuales 900 eran oficiales, lo que equivalía a un crecimiento impresionante en sólo dos años. Para coordinar tal cifra las compañías de las SS se vieron obligadas a convertirse en regimientos con un líder llamado Standarten. A pesar de todo seguían sobrando hombres y para encuadrar a los restantes se constituyeron brigadas. Llegó a haber 40 jefes Standarten en toda Alemania.

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Guardia de élite de las SS aporta seguridad a un mítin nacionalsocialista junto al público en Nuremberg. Sus uniformes negros son inconfundibles entre la masa.

Al ver los comunistas y socialistas el enorme poder del NSDAP crearon milicias armadas que se denominaron el Frente Rojo. Sin embargo las SA y las SS reaccionaron y los debates eletorales se convirtieron en una guerra urbana. El Gobierno al ver las luchas campales en las calles y la situación de anarquía, prohibió a los paramilitares nacionalsocialistas y comunistas vestir los uniformes de partido. Sin embargo el Gabinete del varón Franz Von Papen convenció en últimas instancias al Gobierno de que se suspendiera tal ley, por lo que al final se aceptaron las vestimentas otra vez.

Mientras las SS se enfrentaban al Frente Rojo por todas las calles de Alemania, 13 miembros SS murieron en 1932 además de 100 resultar heridos. Los SS idearon un eslogan para la guerra callejera que decía “Los mejores días de combate (Die Kampfzeit war die beste Zeit)”. Las elecciones de 1933 se acercaban, precisamente el ambiente de caos urbano entre las SS y los comunistas era el pretexto que quería Hitler para ganar, ya que sus escuadras SS daban la imagen de ser los únicos capaz de poner orden en Alemania.

Finalmente en 1933 el NSDAP ganó las elecciones y Hitler fue nombrado Canciller de Alemania, aunque en seguida se le reconoció como Führer. Poco después el Parlamento del Reichstag fue incendiado y las culpas se echaron a los comunistas. Para el 29 de Febrero Hitler redactó un decreto que otorgaba poderes policiales a las SA y las SS, en este caso las SS recibieron armamento y equipo militar por parte del Estado por ser la policía auxiliar. Tras el decreto todos los opositores de derechas o izquierdas fueron detenidos o apaleados, se los llevaron a prisiones o al recién inaugurado campo de concentración de Dachau, aunque en seguida surgieron otros campos como Sachsenhausen a las afueras de Berlín o Buchenwald cerca de la ciudad de Weimar. Pronto se empezó a conocer a las SS de los campos de concentración como Totenkopfverbände.

Purga de las SS contra las SA

El líder de las SA Ernst Röhm empezó a hablar de una segunda revolución, ya que no estaban de acuerdo con el nuevo enfoque de las ideas nacionalsocialistas de Hitler y en especial con sus SS. Cuando las SS comenzaron su confrontación política contra las SA, estos recibieron el nombre de “filetes (fleishschnitten)”, ya que consideraban que eran pardos por fuera y rojos por dentro. En aquellos días Hitler había creado una nueva escolta personal llamada Leibstandarte-SS Adolf Hitler ante el peligro que podía correr su vida por si atentaban. Comprendió entonces el problema nacional que suponían Rhöm y sus SA, así que decidió dar un golpe dentro del propio partido antes que su compañero. Para ello emplearía a las fieles SS.

 

Heinrich Himmler, Reichsführer y líder de la Allgemaine-SS, pasa revista a milicias de las SS.

Repentinamente entre el 28 y 30 de Junio de 1934 las SS asaltaron y tomaron todos los puntos estratégicos donde había influencia de los traidores de la SA. Ernst Rhöm fue detenido junto a treinta dirigentes de su formación. Por toda Alemania las SS hicieron arrestos y ejecuciones. Por ejemplo Rhöm fue tiroteado en su celda, aunque también se aprovechó la situación de descontrol para saldar viejas cuentas como la del antiguo goberbador bávaro Gustav Von Kahr que le destrozeron la cabeza a golpes.

Un total unos 300 personas fueron ejecutados en la purga conocida como la Noche de los Cuchillos Largos. Gracias a esa victoria sobre sus viejos compañeros, las SS se independizaron totalmente y las SA pasaran a segundo plano bajo mando de Viktor Lutze, un hombre de suma lealtad a Hitler.

Las SS al poder

Sin las SA las SS obtuvieron un poder tan grande dentro del Estado que jamás hubieran sus miembros imaginado. La perspectiva de oportunidad que se abrió tras la “Noche de los Cuchillos Largos” fue la mejor hasta la fecha.

 

Desfile triunfal de las SS ante la nueva época nacionalsocialista que está por venir.

El 20 de julio de 1934 Hitler otorgó a las SS la policía del recién fundado Tercer Reich. Inmediatamente la SS fue denominada Allgemeine-SS, la cual encuadraba en aquel entonces a un total de 200.000 hombres. A partir de ese momento sería el cuerpo de élite de Alemania para preservar la seguridad nacional, de la raza y de la cultura.

Bibliografía:

Robin Lumsden, Historia Secreta de las SS. “Orígenes y primera etapa”, la Esfera de los Libros (2005), p.13-44
Editores de Time-Folio-Books, Hitler y el III Reich, las SS, “Capítulo 1 ¡El futuro nos pertenece!”, Time-Folio-Books (2008) p.11-37

Origen: Origen de las SS | Eurasia1945

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