Segunda Guerra Mundial: Desvelan las gestas de los héroes españoles que aplastaron a Hitler y que Francia ocultó 70 años
La investigadora Evelyn Mesquida saca del olvido a los republicanos que combatieron en el país galo durante la ocupación nazi
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Desde hace más de una década, el nombre de la periodista e investigadora Evelyn Mesquida ha estado ligado a los soldados de la Nueve; la compañía de la Segunda División Blindada aliada formada por soldados españoles que, a lomos de vehículos con apodos tan castizos como «Guadalajara» o «Don Quijote», liberaron París el 24 de agosto de 1944. Durante años, esta alicantina ha sido la voz de sus supervivientes y ha luchado porque su gesta sea conocida. Sus obras sobre esta unidad así lo demuestran.
Ahora, sin embargo, ha decidido abrir su campo de estudio a otros tantos compatriotas olvidados: aquellos que, tras huir del país en la Guerra Civil, se enrolaron en las filas de la mitificada «Résistance». Y lo hace mediante una infinidad de entrevistas personales a los últimos supervivientes, a sus familiares y a veteranos que combatieron mano a mano con ellos. El resultado es «Y ahora, volved a vuestras casas» (Ediciones B), un ensayo con el que busca reivindicar a unos hombres y mujeres que, según afirma, «han sido olvidados deliberadamente por Francia».
-¿Cómo llegaron estos miles de españoles a combatir en la Resistencia?
Todo comenzó tras el éxodo a Francia después de la Guerra Civil. Los periódicos le llamaron la gran retirada porque no se había visto algo tan enorme: un millón y medio de refugiados pasaron la frontera en unos meses. De ellos, más de 300.000 eran veteranos de la contienda. Parte de estos hombres dirigieron su camino hacia la Nueve. El resto fueron a parar a campos de concentración franceses y, en 1939, fueron integrados en las Compañías de Trabajadores Extranjeros. En las mismas tuvieron que ir por todo el país trabajando en la agricultura o construyendo defensas como la famosa Línea Maginot. Cuando llegaron los germanos comenzó su aventura; muchos de los que lograron escapar se “tiraron al monte” y, a la larga, entraron en la Resistencia u organizaron grupos propios.
-¿Fueron pioneros en la organización de grupos de resistencia en Francia?
La realidad es que, cuando los franceses comenzaron a organizarse, muchos de estos pequeños grupos españoles estaban ya formados y dispuestos. Fueron pioneros, por ejemplo, a la hora de sacar dinamita de las minas en las que trabajaban para volar trenes y robar armas a los nazis.
-¿Por qué su historia ha sido olvidada hasta ahora?
Porque los franceses han obviado que los republicanos jugaron un papel muy importante en aquellos días. En España entra dentro de la lógica por los 40 años de franquismo. De hecho, aquí sus familiares desconocían incluso que habían continuado la lucha. Pero los galos han olvidado deliberadamente su papel. Lo han hecho por lógica, porque les interesaba dar a conocer la versión mitificada de que la Resistencia fue masiva.
-¿Qué culpa tuvo Charles De Gaulle en este olvido?
De Gaulle sabía de la existencia de estos grupos de republicanos y de la entrada de La Nueve en París. Es normal hasta cierto punto que, durante veinte años, mantuviera su participación en silencio para reajustar la heroicidad francesa en la guerra. Pero el problema es que solo se ha reconocido su participación tras 70 años. Para mi, eso es ser cómplice de esa historia falsa. Francia debe dar las gracias a los españoles.
-Parece increíble que hayamos pasado por alto a personajes como Francisco Ponzán.
Sí. Es doloroso que no conozcamos a héroes de la IIGM como Ponzán, que fue condecorado en Inglaterra, Estados Unidos y Francia por ayudar a sacar del país a 1.700 judíos y pilotos aliados derribados. No hubo ninguna red que tuviera la importancia de la que él creó. Como ellos, hemos olvidado a otros grupos que recibieron armamento de unos aliados que sabían que los españoles eran buenos combatientes porque contaban con tres años de experiencia en la guerra.
-Más llamativa si cabe es la batalla de la Madeleine.
Fue una de las batallas más importantes de la Resistencia francesa, y fue protagonizada por una treintena de republicanos. Ellos consiguieron, en el verano de 1944, impedir el avance de un millar de alemanes hacia París y obligarles a rendirse. Cuando el general germano se dio cuenta de que había sido vencido por un grupo de “desarrapados” sacó su pistola y se pegó un tiro. Lo curioso es que en los libros galos no dijeron durante años que estos héroes, que fueron condecorados con la Medalla de la Resistencia, eran españoles.
-¿Cuál fue el papel de las mujeres españolas en la Resistencia?
Dedico un capítulo a ellas. Sabemos poco porque, cuando las encontraban, las mataban o las torturaban y no apuntaban sus nombres. La mayoría llegaron en la gran retirada, pero también había extranjeras que se unieron a ella. Lo habitual es que sirvieran de enlace, pero una de las que he podido entrevistar, Conchita Grange, me confirmó que también llevaban armas. Aunque, en ocasiones, para suicidarse si las atrapaban.
-¿Qué sucedió con todos ellos tras la contienda?
Fueron olvidados en Francia y no pudieron regresar a España. Cuando acabó la guerra, lo único que pudieron hacer es volver a las minas en las que habían trabajado. Muchos murieron en el anonimato por silicosis; otros como Miguel Vera (que pudo llegar a general por sus gestas) dedicó su vida a vender helados; Roque Carrión (que creó una gran red de sabotaje contra los nazis) solo pudo trabajar de taxista… Es muy duro. Hoy pervive todavía una injusticia que los franceses deben reparar.