Sicarios franquistas asesinaron al alcalde republicano de Granada

En 1912 fue elegido académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes Nuestra Señora de las Angustias de Granada y en los años 30 fue corresponsal de la Real Academia Hispanoamericana de la Ciencias y las Artes. En su trabajo como historiador destaca la ‘Carta del Conde de Oropesa sobre la situación interior de la Chancillería’ (1911); ‘Elementos de Historia de España’ (1914-1915)’; ‘Historia de España’ (1926-1928), e ‘Historia de la Civilización Española y sus Relaciones con la Universal’ (1927).

Fue Vicerrector (1922-24) y Decano de la Facultad de Filosofía y Letras (1930-34)de la Universidad de Granada. En 1917 se casó con Lola Burgos Martell, que pertenecía a “lo más sobresaliente de la sociedad granadina”», su padre era un gran propietario de tierras, minas y negocios azucareros, además de conocido personaje del Partido Conservador.

José inició su vida política en Granada en Acción Social Católica, daba conferencias en el círculo de obreros católicos. Fue jefe provincial de la comunión tradicionalista carlista en Granada en la década de 1910 inaugurando el Requeté granadino. También se implicó con los “scouts” católicos. A lo largo de los años 20 se distanció del catolicismo social, en 1925 participó en la fundación del Ateneo Científico, Literario y Artístico y fue elegido presidente el año siguiente. En 1927 ingresó en la logia masónica “Alhambra n.º 39” de Granada.

En esta época se afilió a Acción Republicana de Manuel Azaña, era uno de sus hombres de confianza. En las elecciones municipales de abril de 1931, que provocaron la proclamación de la II República, fue elegido concejal del Ayuntamiento de Granada por la Coalición Republicano-Socialista. Salió elegido diputado a Cortes el 28 de junio de ese año, participando activamente en los debates sobre la reforma agraria. Tras la dimisión de Jesús Yoldi, en 1932 accedió a la alcaldía de Granada hasta marzo de 1933. Tras integrarse en Izquierda Republicana (IR) fue elegido diputado en febrero de 1936.

A raíz del golpe fascista del 36, Palanco fue rápidamente detenido por los sublevados, maltratado delante de sus familiares, e ingresado en la cárcel de Granada. El ambiente de terror, amenazas, malos tratos, sacas, fusilamientos le afectó psicológicamente; fue internado en el manicomio y desde allí conducido al juzgado siendo condenado a muerte en un proceso irregular. En la madrugada del 15 al 16 de agosto fue fusilado en las tapias del cementerio de san José y arrojado a la fosa del patio de la ermita.

Su viuda pudo rescatar sus restos para inhumarlos primeramente en el cementerio granadino, y definitivamente en 1974, en el panteón de la familia Burgos, en el camposanto motrileño.

Origen: Sicarios franquistas asesinaron al alcalde republicano de Granada