Un congreso arroja luz sobre la misteriosa etapa de Cervantes en Portugal
Lisboa reúne el 28 y 29 de noviembre a grandes expertos en la obra del excepcional escritor
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Después de intentar fugarse de la cárcel al menos tres veces, Miguel de Cervantes quiso pasar página de aquella oscura etapa argelina y se plantó en Lisboa para ganarse los favores del rey Felipe II, justo cuando la Corte se había trasladado a Portugal. Entre Tomar y la capital transcurrieron al menos seis meses de su vida… y muy probablemente más, aunque un halo de oscuridad envuelve aquellos años ibéricos, entre 1580 y 1582.
Para tratar de arrojar luz sobre esas tinieblas, el Instituto Cervantes de Lisboa organiza unas oportunas jornadas bajo el título de «Cervantes y Portugal: Historia, arte y literatura». Dos días, 28 y 29 de noviembre, en manos de destacados expertos que se afanarán en explicar el contexto que se encontró el autor al cruzar la frontera.
El director de la institución, Javier Rioyo, abrirá el congreso, coordenado por el presidente de la Asociación de Cervantistas, José Manuel Lucía Megías, y el investigador Aurelio Vargas Díaz-Toledo, de la Universidad de Oporto.
Las sesiones se desarrollan en la Biblioteca Nacional de Portugal, donde las disertaciones enmarcarán igualmente la presencia en la época del Duque de Alba y las circunstancias de la Inquisición lusa.
El profesor de la Universidad de Extremadura Miguel Ángel Teijeiro bucea en las tres amistades portuguesas que tuvo don Miguel: Francisco de Aguiar, los hermanos Sousa Coutinho y el doctor Antonio de Sosa.
El máximo responsable del Instituto Cervantes de Lisboa recuerda, en declaraciones a ABC, que el escritor «llegó a Portugal con una recomendación bajo el brazo». De acuerdo con sus palabras, desembarcó en una ciudad «que le fascinó porque estaba en auge después de haber sufrido una epidemia de peste».
Javier Rioyo añade: «Se cree que residió en la zona de Campo das Cebolas, en Lisboa, aunque hay muchas incógnitas en el aire. Pero los cervantistas creen que aún han de salir a la luz documentos inéditos que aclaren todas esas circunstancias».
No se puede olvidar que la capital portuguesa vivió un devastador terremoto en 1755, que destruyó numerosos archivos locales. De ahí que resulte tan difícil precisar los acontecimientos que marcaron el devenir de Cervantes.
Su figura no tardó en adquirir grandes dimensiones en Portugal, y hoy la editorial más importante del país vecino lleva el significativo nombre de Don Quixote.
Además, pueden trazarse algunos paralelismos entre Camoes y él, tal cual disecciona el ensayista brasileño Osvaldo Orico en su libro «Camoes y Cervantes». De forma paralela, puede visitarse una exposición con ilustraciones para el Quijote firmadas por Júlio Pomar, verdadero mito viviente de la pintura lusa con sus 90 años.
Origen: Un congreso arroja luz sobre la misteriosa etapa de Cervantes en Portugal