Vidal i Barraquer, ¿un cardenal en el exilio olvidado por el Vaticano?
Bajo la dictadura del general Franco, el Estado español denegó varias veces la vuelta del exilio del cardenal Vidal i Barraquer hasta su muerte, en 1943, sin que ni el Vaticano ni sus allegados pudieran hacer nada para poder promover su vuelta a casa. Así lo confirma el extenso documento que uno de sus más fieles allegados hasta su muerte, el religioso Joan Viladrich, escribió tras su deceso y que desde el pasado mes de octubre forma parte del de l’Arxiu Històric de Cambrils, que promoverá su difusión.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!El texto redactado por Viladrich es realmente extenso, según los responsables del catálogo municipal. Consta de un total de 857 páginas escritas en catalán, con una máquina de escribir de origen francés en un fino papel cebolla, trufadas con comentarios a lápiz para matizar significados y acompañadas de varias fuentes documentales para verificar algunos de los datos.
El paquete de memorias que recorre el periplo vital arzobispo Francesc Vidal i Barraquer durante algunas de las etapas más oscuras de su vida, un documento que firma Joan Viladrich, el que fuera su más fiel colaborador hasta sus últimos días en los que la muerte le encontró en Friburg (Suiza) y que fue redactado después de su muerte.
Como epílogo de los actos celebrados el año pasado que conmemoraron el 150 aniversario de su nacimiento, la familia de Vidal i Barraquer ha hecho entrega recientemente de estos documentos. Fueron redactados poco tiempo después de la muerte del Cardenal y Viladrich los entregó, mediante una carta fechada en La Valsainte, el 21 de agosto de 1945, al párroco Anselm Albareda, entonces director de la Biblioteca Vaticana.
En opinión de los expertos, esta documentación es un valioso material para comprender a una de las figuras clave de la resistencia contra el franquismo desde el mundo episcopal. Las memorias de Viladrich recogen una amplia franja temporal que, en cuatro diferentes volúmenes, abraza desde el levantamiento y la revolución de julio del 1936 para recorrer la ocupación de Tarragona, la huida al extranjero de Vidal i Barraquer hasta su deceso.
Vidal i Barraquer
Una figura incómoda para la Iglesia y el Franquismo
“El documento prueba claramente como Vidal i Barraquer murió en una posición gris, contando con un apoyo velado del Vaticano, y sin poder volver a casa”, explica el historiador Manel Tarés, quién ha analizado la documentación, especialmente el último volumen, que analiza la marcha precipitada del cardenal y sus intentos frustrados por volver.
Tarés explica que los documentos escritos por Viladrich demuestran que Vidal i Barraquer intentó, en varias ocasiones volver a España, pero el gobierno de Franco le demostró que se le consideraba ‘persona non grata’, a causa de su apoyo a la Segunda República y su posterior oposición a firmar la carta colectiva del episcopado español de apoyo al general Franco, en 1937.
Durante su estancia en el exilio, Vidal i Barraquer participó en el cónclave de 1939 que eligió el Papa Pío XII, una posición que, según Tarés, demuestra su estrecho contacto con las altas instancias del Vaticano. “Vidal i Barraquer contó con el apoyo de Pío XI pero, a su muerte y con la subida de su sucesor, la institución religiosa le defendió de una manera muy neutra y no supo encontrar la manera de activar su vuelta a casa”.
“¿Se hubiera podido hacer más para facilitar su retorno?”, se pregunta Tarés, que explica que la documentación recoge los hechos y los varios intentos de Vidal i Barraquer para que esta posibilidad cristalizara, aunque matiza que el autor es muy prudente sobre su posición. “Viladrich se muestra muy cauto en todo momento para dar su opinión pero deja muy claro en sus anotaciones que se le prometieron apoyos de palabra que nunca se certificaron por escrito”, señala Tarés.
El testimonio de Viladrich
Se ocultó de las guerrillas anarquistas en el Monasterio de Poblet
Otro de los hechos remarcables que recoge el testimonio de Viladrich es la ocultación de Vidal i Barraquer en el Monasterio de Poblet, entonces desafectado, cuando huía de los ataques de las guerrillas anarquistas provenientes de l’Hospitalet de Llobregat, que des desplazaron hasta Vimbodí para dar presa al cardenal.
“Junto a varias personas de su estrecha confianza, Vidal i Barraquer fue llevado hasta el monasterio, en el que entonces residía el diplomático, egiptólogo, antropólogo, escritor reusense Eduard Toda, quién fue, junto con las autoridades locales, una figura importante para evitar su eliminación”, explica el historiador.
De hecho, se sabe que el Cardenal fue enviado a la prisión de Montblanc de donde, gracias a la intervención de Ventura Gassol y Joaquim Guitert, entre otras, pudo ser rescatado para partir al extranjero. En esta operación, fue imposible salvar a algunas personas de su máxima confianza, como su obispo auxiliar, Manuel Borràs, que fue detenido también en la capital de la Conca de Barberà.
Un documento que se podrá consultar en la red
Según confirman fuentes del consistorio cambrilense, la documentación aportada por la familia de Vidal i Barraquer permite una aproximación muy directa a la figura del cardenal, ya que Viladrich fue persona de su máxima confianza. Del mismo modo, los expertos del Arxiu Municipal destacan que las memorias son importantes para conocer la evolución vital y espiritual del cardenal en un marco contextual de gran complejidad como fueron los años treinta y cuarenta del siglo XX.
“Es importante poder contar con información de primera mano como esta, que ha sido redactada por testimonios que vivieron en primera persona los hechos”, destaca el responsable del Arxiu Municipal de Cambrils, Pedro Otiña, al tiempo que añade que “etas no son unas memorias al uso, sino que cuentan con varios documentos que Viladrich añade para refutar sus tesis, lo que las hace especialmente interesantes”.
Por este motivo, el Arxiu Municipal de Cambrils impulsará la difusión de esta documentación, una vez finalicen los trabajos de conservación y digitalización del fondo, para que pueda ser consultado en red. “La voluntad de la familia es que se den a conocer estas memorias y estamos muy orgullosos de poder hacerlo”, explica Otiña. Muy pronto, las memorias de Viladrich serán un poco más accesibles a todos.
Origen: Vidal i Barraquer, ¿un cardenal en el exilio olvidado por el Vaticano?