Curas asesinos, Iglesia criminal: La Memoria al servicio de la Justicia. Día 195
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!Memoria visual de los presos antifranquistas y de los represaliados por el fascismo y el franquismo en la España de la guerra civil y postguerra
Papas hostiles a la República y a sus valores igualitarios y laicos antes incluso de 1931; arzobispos que exigen la movilización armada de sus fieles contra la Democracia española; obispos que llaman al exterminio de socialistas, comunistas y anarquistas; sacerdotes que elaboran listas de muerte, designan a quién fusilar y animan a los asesinos a intensificar la matanza… Ésta era la Iglesia Católica en los años 30 del XX, de la que también formaban parte los cientos de curas asesinos que llevaban pistola y cartuchera sobre la sotana, participaban en ataques, disparaban ametralladoras desde campanarios, mataban y daban tiros de gracia. Algunos de ellos, en otras entradas de TODOS LOS ROSTROS y aquí:
El cura de Navarra Antonio Oña, armado con pistola y uniforme de campaña, decía a una madre que intercedía por la vida de su hijo condenado a muerte: «Mira hija, si lo matan ahora irá al cielo. Si no lo matan, volverá a la andadas y se condenará. ¿Qué mejor momento para morir que ahora que está confesado?». Fue nombrado canónigo de Pamplona y en 1956 ascendió a Obispo de Mondoñedo.
El cura de Zafra (Badajoz), Juan Galán Bermejo, capellán de la 11ª bandera del 2º Regimiento, estaba entre los asaltantes a a catedral. Descubrió a un miliciano escondido en un confesionario y lo mató con su pistola. Galán se jactaba, mostrando su pistola, de que llevaba «quitados de en medio más de cien marxistas».
Mercaderes, asesinos y embusteros en el Templo. Foto: Misa en Alcalá. Fuente: lavozdelsur.es
El cura de Badajoz, Isidro Lombas (o Lomba) Méndez participó en la represión, pues elaboraba las listas de quienes aún vivían y había que detener para llevarlos a la Plaza de Toros.
Un capellán castrense entró en los barrios obreros sevillanos de La Macarena (Sevilla) con la columna de legionarios y falangistas “a sangre y fuego”.
Cura condecorado. Fuente: coleccindemedallas-serteco.blogspot.com
El sacerdote de Calahorra (Logroño) Francisco Lajusticia vestía el uniforme de Falange con pistola al cinto.
«Había un cura, que era de Santander […] yo lo he visto por aquí estando formados [los presos] … con un látigo de esos de los negreros, así debajo el brazo. Nunca le vi usarlo, pero las palabras de él eran éstas: “lo mejor para éstos es pegarles cuatro tiros y tirarlos [al río], así no sabe nadie dónde están«.
Curas armados en la antigua plaza de Pamplona. Fuente: www.feriadeltoro.net
El coadjutor de la parroquia de Murchante (Navarra) Luis Fernández Magaña, administrador del Conde de Rodezno era requeté y daba los tiros de gracia a los fusilados que habían sido sacados de la cárcel de Tafalla por un grupo de requetés el 21 de octubre de 1936, antes de arrastrarlos a la fosa común.
«Cuando estuve en el penal de Ocaña (Toledo) nos sacaban al patio todos los días para oír misa. ¿Sabes lo que nos decía el padre Rodríguez? Un cura que luego estuvo en Toledo, un cura que llevaba un pistolón debajo de la sotana y que se le notaba el bulto. Nos decía: «vosotros rojos, ¿sabéis a lo que tenéis derecho? ¡De la tierra que pisáis hacia el cielo no tenéis derecho a nada! ¡De la tierra que pisáis hacia abajo tenéis derecho a unos centímetros donde enterraros!«. «Luego este cura Rodríguez cuando tocaba fusilar a una saca, la noche antes te confesaba y por la mañana iba al fusilamiento y se encargaba de dar el tiro de gracia… ¿Qué te parece el pájaro? ¡Eso el cura!”.
Recreación cinematográfica de un grupo de curas armados. Película: «La buena nueva». Fuente: http://www.lehman.cuny.edu
“A mi padre lo mataron por ser de las juventudes comunistas. A mí tío lo mataron en el penal de Ocaña. Un cura lo mató en el patio de la cárcel.”
«En Quintanar (Toledo) estuve 6 meses en la cárcel (…), lo que era una sinvergonzonería era que quien se encargaba de da el tiro de gracia a .los que fusilaban era uno de los sacerdotes que había allí, lo llamaban “El curilla” por la poca cosa que aparentaba físicamente”.
Curas armados. Fuente: www.herenciacristiana.com
El coadjutor de la parroquia de Murchante (Navarra) Luis Fernández Magaña, administrador del Conde de Rodezno era requeté y daba los tiros de gracia a los fusilados que habían sido sacados de la cárcel de Tafalla por un grupo de requetés el 21 de octubre de 1936, antes de arrastrarlos a la fosa común.
«Cuando estuve en el penal de Ocaña (Toledo) nos sacaban al patio todos los días para oír misa. ¿Sabes lo que nos decía el padre Rodríguez? Un cura que luego estuvo en Toledo, un cura que llevaba un pistolón debajo de la sotana y que se le notaba el bulto. Nos decía: «vosotros rojos, ¿sabéis a lo que tenéis derecho? ¡De la tierra que pisáis hacia el cielo no tenéis derecho a nada! ¡De la tierra que pisáis hacia abajo tenéis derecho a unos centímetros donde enterraros!«. «Luego este cura Rodríguez cuando tocaba fusilar a una saca, la noche antes te confesaba y por la mañana iba al fusilamiento y se encargaba de dar el tiro de gracia… ¿Qué te parece el pájaro? ¡Eso el cura!”.
Recreación cinematográfica de un grupo de curas armados. Película: «La buena nueva». Fuente: http://www.lehman.cuny.edu
“A mi padre lo mataron por ser de las juventudes comunistas. A mí tío lo mataron en el penal de Ocaña. Un cura lo mató en el patio de la cárcel.”
«En Quintanar (Toledo) estuve 6 meses en la cárcel (…), lo que era una sinvergonzonería era que quien se encargaba de da el tiro de gracia a .los que fusilaban era uno de los sacerdotes que había allí, lo llamaban “El curilla” por la poca cosa que aparentaba físicamente”.
Curas armados. Fuente: www.herenciacristiana.com
Origen: TODOS LOS ROSTROS: Curas asesinos, Iglesia criminal: La Memoria al servicio de la Justicia. Día 195