El documento que desmiente a Juan Sebastián Elcano: no fue el primer español en llegar a Indonesia
Diez años antes, en 1512, un sevillano desconocido llamado Cristóbal de Morales ya viajó a las islas Molucas en la expedición del navegante portugués Francisco Serrão
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Cuando la nao Victoria apareció con las velas hechas jirones en Sanlúcar de Barrameda, el 6 de septiembre de 1522, con los mástiles partidos y el casco desconchado, parecía un barco fantasma. A bordo viajaban solo 18 marineros harapientos y famélicos, con el cuerpo cubierto de llagas. Los únicos supervivientes de los 241 hombres que habían partido de ese mismo puerto tres años antes. Uno de ellos era Juan Sebastián Elcano, capitán de aquella nave ruinosa que acababa de completar la primera vuelta al mundo de la historia.
Antes de salir de su camarote, le escribió al Rey Carlos I para informarle de su llegada y de los pormenores de aquel viaje que los historiadores comparan con la conquista del espacio. En su carta, Elcano enumeraba los hitos conseguidos, entre los que estaban, también, haber cruzado América a través de un estrecho ignoto, surcado el poco conocido océano Pacífico, recorrido el archipiélago de las Filipinas y, sobre todo, haber terminado con éxito la misión principal: encontrar las míticas islas Molucas, en la actual Indonesia, conocidas como las ‘islas de las Especias’, que se habían convertido en el Eldorado que ambicionaban todas las potencias europeas.
El navegante vasco estaba convencido, además, de que había sido el primer español en llegar a las Molucas. Para dejar constancia de ello, se trajo consigo a 13 nativos desde la isla de Tidore, de los cuales solo tres llegaron con vida. Sin embargo, se equivocaba, aunque no lo supiera. Juan Sebastián Elcano no fue el primero en llegar a Indonesia, sino un marino desconocido de Sevilla, llamado Cristóbal de Morales, que formó parte de la anterior excepción portuguesa capitaneada por Francisco Serrão en 1512.
Así quedó recogido, por lo menos, en el libro ‘Viaje a Oriente por las costas del este de África y Malabar’, de Duarte Barbosa, cuñado de Magallanes, que formó parte de la expedición. En la obra, el cronista portugués no solo describió las numerosas culturas que había visitado, sino que también dejó detalles de nuestro desconocido marino sevillano. Este dato, sin embargo, no aparecía citado en el relato principal de la crónica, sino en un anexo fechado en 1521, que solo fue incluido en tres de las copias manuscritas que se realizaron después, en Barcelona y Alemania, según cuenta a ABC el responsable del hallazgo, Antonio Campos.
La edición de 1866
Este doctor por la UNED, especializado en la historia de los españoles en Indonesia durante la Edad Moderna, se encontraba revisando una de las muchas ediciones que se publicaron del manuscrito de Barbosa. En concreto, una inglesa publicada en 1866, basada en la copia manuscrita en Barcelona que sí incluía el citado anexo. A continuación descubrió que dicha copia se encontraba digitalizada en la Universidad de Barcelona, aunque nadie se hubiera percatado de este detalle. «El descubridor, por lo tanto, sería realmente este editor británico… ¡Yo sólo lo he rescatado del olvido! Pero supongo que a él le daría igual si había un español o no en la primera expedición portuguesa a Indonesia», apunta Campos.
El anexo en sí contaba lo siguiente: «En el nombre de Dios salimos de la ciudad de Malaca [ciudad de la actual Malasia] en una carabela con cinco marineros y tres pilotos malayos. El capitán era Francisco Serrão, con otros tres cristianos, que eran portugueses, y un castellano en el año de 1512. De allí navegamos hasta la ciudad de Pegu [ubicada en la actual Myanmar]». A continuación insiste en el mismo detalle: «Cuando Francisco Serrão huyó de Malaca con tres portugueses y Cristóbal de Morales, sevillano, en una carabela que hurtó de Malaca, en la cual metió a ciertos marineros malayos naturales de Malaca, cerca de los años de nuestro señor Jesucristo de 1512».
En el resto de la crónica se relata todo el periplo de Serrão, con la llegada a la actual Indonesia. Poco antes, el primer virrey portugués de la India, Albuquerque, se había enterado de la existencia de las islas de las Especias por medio de unos marineros en el puerto de Malaca, en la península Malaya, que era el lugar de encuentro de los comerciantes indios, árabes y chinos. Entonces contrató a guías locales y envió barcos en una misión de exploración bajo el mando de António de Abreu y su teniente Francisco Serrão. Faltaban diez años para que Magallanes y Elcano iniciaran la suya.
El naufragio
Abreu logró regresar a Malaca, pero el barco de Serrão, sobrecargado de clavo, nuez moscada y macis, chocó contra un arrecife. Él y su tripulación fueron rescatados y llevados a la isla moluca de Ternate, en Indonesia, por el sultán local Sirrullah. «Yo no sabía nada de este documento», reconoce Tomás Mazón Serrano, investigador responsable del proyecto Rutaelcano.com y autor ‘Elcano, viaje a la historia’ (Encuentro, 2020). «Me llama la atención –añade– que hable de un viaje en 1512 en el que Serrão recorre buena parte del sudeste asiático, después de haber naufragado, y que vaya un español con él, porque no viene relacionado en la cronística portuguesa de la época, sobre todo en la de Joao de Barros, que participó en aquel mismo viaje que llegó al sur de las Molucas. Eso me sorprendió».
Para Mazón, aunque no sea en lo sustancial, porque lo importante fue la vuelta al mundo, esta carta cambia un poco el relato del posterior que se hizo del viaje de Magallanes y Elcano en 1521 y 1522. «La razón es que cuando Elcano llega a Indonesia después de morir Magallanes, dice que es el primer castellano que llega allí. Por supuesto, no tiene noticias de que en el grupo de Serrão hubiera un castellano. Pensaba que todos eran portugueses y, sin embargo, según este documento no era así», concluye.
Origen: El documento que desmiente a Juan Sebastián Elcano: no fue el primer español en llegar a Indonesia