21 noviembre, 2024

El mito de las cargas de la caballería polaca contra los tanques en septiembre de 1939

Ante el aniversario de la invasión alemana de Polonia en 1939, os traigo un excelente artículo de Alberto Gómez Trujillo sobre uno de los mitos más difundidos de la Segunda Guerra Mundial. Polonia en la 2ª Guerra Mundial: historia, uniformes y canciones Cuando nazis y soviéticos lucharon y desfilaron juntos en Polonia Carga hacia la […]

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Carga hacia la gloria

El mito de las cargas de la caballería polaca contra los tanques en septiembre de 1939

Por Alberto Gómez Trujillo y la Asociación Histórico-Cultural Poland First to Fight

El porqué de la caballería ya bien entrado el siglo XX

En 1939 la caballería era aún una de las armas principales del Ejército Polaco; es más, estaba considerada como la élite del mismo, en especial las unidades de Artillería Montada. Los regimientos de caballería eran el destino elegido por la mayoría de los mejores oficiales de cada promoción.

El hecho de que tan avanzado el siglo XX la caballería perviviera como una parte sustancial del ejército parece anacrónico, pero se debía más a las conclusiones obtenidas a través de la experiencia en las ultimas contiendas que tuvieron lugar en territorio polaco, que a cuestiones relacionadas con la larga tradición ecuestre de la nación (que también).

La Primera Guerra Mundial en el este se había librado principalmente sobre suelo Polaco y había sido una guerra de movimientos, contrariamente a lo sucedido en la guerra de trincheras del frente del oeste. La caballería pudo actuar eficazmente.

En la guerra de 1919-1920 entre Polonia y la Rusia Soviética la caballería había jugado un papel fundamental. En las amplias llanuras del este de Polonia los dos ejércitos bolcheviques de caballería, los Konarmia, de Ghay Khan (en el norte) y Budionny (en el sur), habían avanzado imparables flanqueando una y otra vez las posiciones defensivas polacas. En la victoria decisiva polaca en la Batalla de Varsovia, la caballería polaca había sido determinante, y lo volvería a ser al derrotar al Konarmia de Budionny en Komarów, la última gran batalla de la historia librada exclusivamente por tropas de caballería en la que 1.500 jinetes polacos derrotaron a 6.000 soviéticos, causándoles 4.000 bajas a cambio de 300 muertos y heridos en el lado polaco.


Batalla de Komarów (Autor: Jerzy Kossak)

Además, durante los años 20 y la primera mitad de la década de los 30 se consideraba que la mayor amenaza para Polonia lo representaba la Unión Soviética, y el terreno del este de Polonia, principalmente llano, pero plagado de marismas y con caminos y carreteras escasos y primitivos, se prestaba mucho más al movimiento de tropas montadas que al de los primitivos y frágiles vehículos de la época.

Estas consideraciones llevaron a los planificadores militares polacos a concluir que la caballería aún tendría un papel importante que jugar en la defensa de Polonia. Alemania no representó una amenaza hasta pasado el ecuador de la década de los 30, que es cuando comienza el proceso de mecanización del Ejército Polaco.


Batalla de Mokra

La caballería en Septiembre de 1939

Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial el Ejército Polaco disponía de 11 brigadas de caballería, además de otras dos en proceso de mecanización bastante avanzado.

Cada brigada de caballería alineaba a unos 6000-7000 hombres y estaba formada por 3 o 4 regimientos de caballería, mayoritariamente de ulanos (lanceros), una división “Dywizjon” de artillería montada (el término Dywizjon en polaco se refiere realmente a una compañía, pues cada una constaba de 3 baterías de 4 cañones), una pequeña unidad blindada formada por un escuadrón de tanquetas y otro de coches blindados, un escuadrón ciclista y otro de ingenieros, y finalmente un batallón de fusileros. Por su parte, cada regimiento de caballería contaba con unos 800-900 hombres, y tenía un escuadrón de ametralladoras pesadas, un pelotón antitanque y otro ciclista.

Al final del artículo hay un cuadro explicativo de la organización de las brigadas y regimientos de caballería polacos.


Batalla de Mokra

La táctica en combate durante la Campaña de Septiembre

Los manuales militares polacos en 1939 ya no consideraban la carga como un recurso principal de la caballería. De hecho, la lanza había sido retirada en 1936 y sólo se utilizaba en paradas y desfiles. El armamento del ulano era muy similar el del infante polaco de la época y el sable se conservaba sólo como un arma de último recurso.

La función de la caballería polaca era combatir como infantería montada, actuando como una reserva móvil, capaz de desplazarse y desplegarse rápidamente para acudir en apoyo de la infantería, cubriendo huecos en la defensa cuando fuera necesario o abriendo camino en el ataque. Para ello cada regimiento disponía de cañones anticarro Bofors de 37 mm (en número insuficiente), rifles antitanque Wz35, ametralladoras ligeras y pesadas, etc…

Aunque de todos es conocido el desenlace final de la Campaña de Septiembre de 1939, hay que decir que la caballería se desenvolvió muy bien por lo general, incluso en los casos en los que se vio enfrentada contra los tanques alemanes, sin ánimos de ser exhaustivos daremos algunos ejemplos:

  • El 1 de septiembre se libró la Batalla de Mokra, en cual la 4ª Divisón Panzer fué detenida durante un día entero por la Brigada de Caballería Wołyńska. Durante el ataque sobre las posiciones defendidas por el 12º Regimiento de Ulanos “Podolski”, la 4ª División Panzer perdió unos 40 carros y vehículos blindados. Cuando finalmente la Caballería Polaca tuvo que retirarse, al día siguiente, había sufrido unas 500 bajas contra los 1.200 muertos y heridos y 40 tanques destruidos que tuvieron los alemanes.
  • También el mismo de 1 de septiembre, durante la Batalla de los Bosques de Tuchola, en el corredor de Pomerania, la 20º División Motorizada Alemana fue detenida por la Brigada de Caballería “Pomorska”, llegando el jefe de la división a solicitar permiso para retirarse ante una “intensa presión de la caballería”.
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Carga del 19º de Ulanos en Mokra (Autor: Edward Mesjasza)

¡A la carga!

Aclarado este extremo, hay que decir que sí que hubo de cargas de caballería sable en ristre, durante la breve Campaña de Septiembre de registraron algo más de una docena de ellas. Fueron acciones puntuales en que las que había una posición ventajosa clara para la caballería, o bien la situación era ya totalmente desesperada. Por lo general estas cargas fueron contra unidades de infantería, nunca directamente contra unidades acorazadas, y en la mayoría de los casos estas cargas culminaron con éxito para la caballería atacante.

Durante la ya mencionada Batalla de Mokra, el 1 de septiembre, una carga del 19º Regimiento de Ulanos de Wolynia (Wołyński) rechazó a las unidades de infantería de la 4ª División Panzer, cuando éstas intentaban flanquear las posiciones defensivas de la Brigada Wołyńska).

En Janow, el 1 se septiempre, un escuadron de del 11º Regimiento de Ulanos de la Legiones, perteneciente a la Brigada de Caballeria “Mazowiecka” cargó contra una unidad de caballería alemana y la puso en fuga, tras un breve choque en el que los polacos sufrieron unas 30 bajas y algo más 40 los alemanes.

El 2 de septiembre en la aldea de Borowa, un escuadrón del 19º Regimiento de Ulanos de Wolynia (Wołyński) cargó contra un escuadrón de caballería alemana, que escapó sin aceptar el choque…

Cuando el 11 de Septiembre el 20º Regimiento de Ulanos “Rey Jan III Sobieski”, de la Brigada de Caballería “Kressowa”, fué rodeado y destruido en el bosque de Psary, cerca de Szymanów, el escuadrón del teniente del teniente Jan Burtow cargó para romper el cerco, logrando escapar para unirse al 22º Regimiento de Ulanos.

En la noche del 11 al 12 de septiembre, el 11º Regimiento de Ulanos de las Legiones y el 6º Regimiento de Infanteria de las Legiones recibieron la orden de atacar la ciudad de Kałuszyn, que estaba ocupada por tropas alemanas de la 1ª División Panzer, concretamente por el 44º Regimiento y el Regimiento SS “Deutschland”. La orden de avanzar fue malinterpretada y el escuadrón del teniente Andrzej Żyliński se lanzó a la carga consiguiendo entrar en la ciudad a pesar de perder a 33 de sus 85 hombres. La infantería polaca aprovechó la brecha en las defensas alemanas para entrar en la ciudad y liberarla. Al día siguiente la ciudad estaba en manos polacas y la 1ª División Panzer en retirada. Se desconocen las bajas por parte polaca, aparte de los 33 ulanos caídos durante la carga. Las bajas alemanas fueron de 120 muertos, 200 heridos y 84 desaparecidos. El mayor Krawutschke, que mandaba el 44º Regimiento de Infantería, se suicidó.

El 13 de septiembre un escuadrón del 27º Regimiento de Ulanos “Rey Stefan Batory”, bajo el mando del capitán Boris Gierasiuk, tras poner en fuga a los alemanes, cargó contra ellos en su persecución, reconquistando en el proceso la ciudad de Maliszew y haciendo numerosos prisioneros.

El día 15 de septiembre, durante la Batalla de Bzura, el 17º Regimiento de Ulanos “Wielkopolski” recibió la orden de ocupar un cruze del río Bzura en la zona de Brochow establecer una cabeza de puente en la orilla este del río. Para ello varios escuadrones cargaron contra las posiciones de la infantería alemana y tras alcanzarlas desmontaron y combatieron a pie.


Carga del 14º de Ulanos en Wólka Węglowa (Museo del Ejército, Varsovia)

El día 19 septiembre, unos 1000 jinetes del 14º Regimiento de Ulanos de Jazłowiec y el 9º Regimiento de Ulanos de Malopolska (Brigada Podolska), que se retiraban hacia Varsovia junto a los Ejércitos Poznan y Pomerania, cargaron exitosamente en Wólka Węglowa, cerca del bosque de Kampinos, contra las tropas alemanas que se interponían entre ellos y Varsovia. Se calcula que las fuerzas alemanas se componían de unos 2.300 hombres y unos 40 tanques de la 1ª División Panzer, así como de artillería y caballería. Los alemanes se vieron sorprendidos por la carga nocturna y la caballería polaca consiguió romper las líneas, siendo las primeras unidades del Ejército Poznan que consiguieron llegar a la capital para contribuir a su defensa. Las bajas polacas fueron muy altas, pues murieron 105 lanceros y otros 100 resultaron heridos, es decir, un 20% de los participantes. Por su parte los alemanes perdieron unos 120 hombres entre muertos y heridos.

Durante la batalla de Kamionka Strumiłowa, el 21 de septiembre, el tercer escuadrón de la 1º División de Caballería (una unidad improvisada) cargó contra la infanteria alemana cuando ésta se preparaba para atacar posiciones de la infantería polaca, los alemanes abandonaron sus posiciones y se retiraron.

Entre el 21 y el 22 de septiembre los restos de las divisiones de infantería 5º, 20º y 28º, así como el grupo de caballería del Mayor Josef Juniewicz, compuesto por restos de los Regimientos 12º de Ulanos “Podolski” y 21º de Ulanos “Nadwiślański” de la Brigada de Caballería “Wolynska”, del 6º Regimiento de Fusileros Montados de la Brigada “Kressowa” y de la 6º “Dywizjon” de Artillería Montada de la Brigada “Podolska”, trataron de retirarse desde el bosque de Kampinos hacia la fortaleza de Modlin. Entre ellos y su destino había dos regimientos alemanes de la 18º División de Infantería apoyados por artillería, carros y por la Luftwaffe. Las fuerzas polacas totalizaban unos 5.000 hombres, de los cuales 1.500 eran de caballería y contaban sólo con 6 cañones.

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Los soldados polacos atacaron con gran fiereza y consiguieron romper la primera de las tres líneas defensivas que habían preparado los alemanes, pero el ataque se estancó ante la segunda. Los jinetes del Major Juniewicz cargaron contra las líneas alemanas, muriendo en la acción el Major Juniewicz, así como el 90% de los oficiales y el 60% de los soldados que participaron en la carga.

Los jinetes de la 6º “Dywizjon” de Artillería Montada encabezaron la carga que abrió el camino a Varsovia al resto de la unidad. En la Batalla de Łomianki murieron 800 soldados polacos y más de 4.000 resultaron heridos. Las bajas alemanas no se conocen.

Todavía el día 23, cuando ya todo estaba perdido, los Regimientos 25º y 27º de Ulanos, pertenecientes a la Brigada de Caballería “Nowogrodzska”, que se dirigía al sur tratando de llegar a la frontera Rumana, tomaron parte en la Batalla de Krasnobrod. Durante la misma el primer escuadrón del 25º Regimiento de Ulanos realizó una carga que, además de permitir a la brigada reconquistar la ciudad de Krasnobrod y capturar al estado mayor de la 8ª División de Infantería alemana, rechazó un contraataque de la caballería alemana. Sin embargo, durante carga, el escuadrón entró en una zona batida por ametralladoras alemanas y fue prácticamente aniquilado sufriendo 35 heridos y 26 muertos, entre ellos su jefe el teniente Tadeusz Gerlecki. Las bajas alemanas fueron de 47 muertos, 30 heridos y unos 100 prisioneros.


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

El mismo día, una unidad de caballería polaca, formada por el escuadron de reserva del 14º Regimiento de Ulanos de Jazłowiec y un escuadrón montado de la Policía de Varsovia, junto con un batallón de morteros, fue rodeada por la 81º División de Infantería del Ejército Rojo en la localidad de Husynne, en el valle del río Bug. Apoyados por el fuego de los morteros, 400 jinetes polacos cargaron contra los soviéticos para intentar romper el cerco. La infantería soviética emprendió la huida sufriendo graves pérdidas, pero tras las colinas había unidades acorazadas soviéticas que rodearon a los polacos y tras una encarnizada batalla les obligaron a rendirse. De los 500 soldados polacos que tomaron parte en la batalla, 143 murieron y 139 fueron heridos, el resto fué capturado. Según el testimonio del cabo Włodzimierz Rzeczyck, del 14º de Ulanos, los soviéticos asesinaron a 25 prisioneros de guerra polacos tras la batalla. Las bajas soviéticas totalizaron los 200 hombres.

La última carga de la campaña de Septiembre la protagonizó el 27º Regimiento de Ulanos “Rey Stefan Batory”, que cargó por dos veces contra un batallón alemán de infantería que defendía el pueblo de Morańce. Ambas cargas fueron rechazadas y 20 ulanos murieron, pero los alemanes se vieron forzados a enviar mensajeros bajo bandera blanca para negociar los términos en los que abandonarían la aldea.

Nace el mito


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Portada del La Domenica del Corriere, con una imaginativa ilustración de la carga de Krojanty

La leyenda nace el dia 1 de septiembre, cuando en la aldea de Krojanty, en el margen del bosque de Tuchola, el 18º Regimiento de Ulanos descubrió a la 20º División Alemana vivaqueando. Viendo una situación favorable, el Coronel Martarlerz, al mando del Regimiento, se lanzó a la carga con 2 escuadrones del mismo (unos 200 hombres). Los alemanes, sorprendidos, salieron literalmente corriendo en desbandada y los polacos cayeron sobre ellos a sablazos. Por suerte para los alemanes, una unidad de reconocimiento equipada con auto-ametralladoras y blindados apareció en el lugar durante la refriega, y con sus ametralladoras y cañones rechazaron a los polacos, que hubieron de retirarse al bosque con muchos heridos y dejando 40 muertos en el terreno, entre ellos el jefe del Regimiento.

Aunque en la acción tomaron parte vehículos blindados, esto difícilmente puede considerarse una carga deliberada contra los tanques, ya que éstos entraron en escena una vez iniciada la carga.

Al día siguiente varios periodistas acudieron al lugar y los alemanes les mostraron los cadáveres de los jinetes y sus monturas, les explicaron que habían sido muertos por los blindados, y aquellos escribieron para sus medios como los lanceros polacos cargaban insensatamente contra los tanques. Uno de aquellos periodistas, Indro Montanelli, en su crónica para “Il Corriere della Sera” describió los hechos como un sublime acto de heroísmo de los polacos.

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Lo cierto es que, aunque también el General Heinz Guderian habla de estas cargas contra los tanques en sus memorias, estas nunca ocurrieron.

El mito se consolida

Pero el mito prosperó en la historiografía. De alguna manera, porque a todo el mundo le resultaba conveniente y atractivo, dependiendo de cada punto de vista…

Por un lado, a la propaganda alemana le sirvió para mostrar al mundo como los polacos habían subestimado el poder de las armas alemanas mientras que, por otra parte, a los aliados occidentales les servía para justificar su inacción y falta de auxilio a Polonia en septiembre de 1939 escudándose en el pobre desempeño de un ejército tan anticuado y mal mandado que era capaz de cargar con lanzas contra tanques.

Los soviéticos y el gobierno polaco comunista de postguerra explotaron el mito para desacreditar a las instituciones y líderes de la 2ª República Polaca, arguyendo que no habían preparado la defensa del país y que tampoco habían tenido el menor escrúpulo en mandar a sus soldados a una muerte sin sentido…

Esto era de vital importancia para un régimen impopular que, incluso en un país arrasado por la guerra, no se hubiera podido sostener sin el respaldo del Ejército Soviético, y que intentaba a toda costa denigrar al régimen anterior a la guerra, que era el que la mayoría de los polacos consideraba legítimo.

Lo paradójico es que, por razones totalmente distintas, este mito llegó a gustar a los polacos no comunistas, a los leales al Gobierno Polaco en Londres e incluso al polaco medio de hoy, y muchos aún lo creen cierto. Ya que si se mira desde una óptica romántica y patriótica (y los polacos son ambas cosas), resultan actos de heroísmo sublime…


Carga de Boruszko

Epílogo

Es la tarde del día 1 de marzo de 1945, tropas de la 1ª, 2ª y 6 Divisiónes de Infantería Polaca, apoyadas por los T-34/85 de la Brigada Blindada Polaca “Heroes de Westerplatte” combaten desde primera hora de la mañana tratando de desalojar a la 163º División de Infantería Alemana, fuertemente fortificada en el pueblo de Schoenfeld en Pomerania (hoy es parte de Polonia y se llama Żeńsko, entonces se llamaba Borujsko en polaco).

El ataque está empantanado por la dificultad del terreno, y los campos de minas y zanjas y la infantería y los tanques no consiguen romper las defensas alemanas.

En la linde del bosque aparecen dos escuadrones del 3º Regimiento de Ulanos de la 1ª Brigada de Caballería Polaca “Warszawska” y dos baterías de artillería montada de la 4ª Brigada de Caballería Polaca, en total unos 220 jinetes, forman en linea, desenvainan los sables y se lanzan a la carga.

Han pasado ya 5 años y medio desde la última carga de la caballería polaca y la Segunda Guerra Mundial se aproxima a su final. Como sombras del pasado, los jinetes al galope, que llevan uniformes practicamente iguales a los de sus antecesores en 1939, pasan entre la infantería y los tanques T34, cruzan la tierra de nadie y aprovechando la confusión y la sorpresa entran en el pueblo seguidos por la infantería. Tras un feroz combate cuerpo a cuerpo Schoenfeld es conquistado.

En la carga de Borujsko murieron 7 ulanos y 10 resultaron heridos, las bajas polacas totales en la batalla fueron de 147 muertos y 294 heridos, los alemanes tuvieron más de 500 muertos y 50 prisioneros.

Orden de Batalla de una Brigada de Caballería Polaca en 1939
(6000 – 7000 hombres dependiendo el número de regimientos)
Regimientos de Caballería
3 o 4 por brigada. Lo habitual eran brigadas de 3 regimientos, cada uno de unos 900 hombres.
  • 4 Escuadrones de sables por regimiento.
  • 1 Escuadrón de ametralladoras pesadas, dividido en 3 secciones de 4 ametralladoras casa una.
  • 1 Pelotón antitanque.
  • 1 Pelotón ciclista de reconocimiento.
  • 1 Pelotón de comunicaciones.
  • 1 Escuadra de ingenieros.
Unidad de Artillería Montada “Dywizjon” 4 Baterías de 3 ó 4 cañones de 75 mm
Unidad Acorazada Escuadrón de tanquetas (12/13 tanquetas TK3-TKS)
Escuadrón de coches blindados. (8 blindados Wz34 ó Wz 29)
Batallón de Fusileros  
Unidades de Plana Mayor
  • Escuadrón ciclista de reconocimiento.
  • Escuadrón de ingenieros.
  • Tabor de carros para transporte (86 carros).
  • Unidades administrativas.
  • Unidad médica.
  • Unidad veterinaria.
  • Escuadrón de comunicaciones.
  • Pelotón de Policía Militar.

Brigadas de Caballería en 1939

  • Brigada de Caballería “Krakow” (acuartelada en Cracovia), bajo el mando del Brigadier General Zygmunt Piasecki.
  • Brigada de Caballería “Kresowa” (acuartelada en Brody), bajo el mando del Coronel Stefan Hanka-Kulesza.
  • Brigada de Caballería “Mazowiecka” (acuartelada en Varsovia), bajo el mando del Coronel Jan Karcz.
  • Brigada de Caballería “Nowogródzka” (acuartelada en Baranowicze), bajo el mando del Brigadier General Władysław Anders.
  • Brigada de Caballería “Podlaska” (acuartelada en Białystok), bajo el mando del Brigadier General Ludwik Kmicic-Skrzyński.
  • Brigada de Caballería “Podolska” (acuartelada en Stanisławów), bajo el mando del Coronel Leon Strzelecki.
  • Brigada de Caballería “Pomorska” (acuartelada en Bydgoszcz), bajo el mando del Coronel Adam Zakrzewski.
  • Brigada de Caballería “Suwalska” (acuartelada en Suwałki), bajo el mando del Brigadier General Zygmunt Podhorski.
  • Brigada de Caballería “Wielkopolska” (acuartelada en Poznań), bajo el mando del Brigadier General Roman Abraham.
  • Brigada de Caballería “Wileńska” (acuartelada en Wilno), bajo el mando del Coronel Konstanty Drucki-Lubecki
  • Brigada de Caballería “Wołyńska” (acuartelada en Równe). bajo el mando del Coronel Julian Filipowicz.

Origen: El mito de las cargas de la caballería polaca contra los tanques en septiembre de 1939

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