El sangriento genocidio japonés del que nadie habla – Historia – culturacolectiva.com
Eran llamados «Salvajes». Las civilizaciones que nacieron América en la época prehispánicafueron vistas como asquerosas, desagradables y lastimeras representaciones de la realidad para los conquistadores europeos cuando llegaron por primera vez a esta tierra. Sin embargo, ese no fue su motivo principal para cometer genocidio, dentro de sus mentes existía la superioridad, la idea de que los nativos no merecían poseer ese continente y que debía pasar a manos de individuos inteligentes, más aptos para poner orden.
Ese mismo pensamiento se mantiene desde la prehistoria. El deseo de poder, los complejos de grandeza. Hace a los soldados tratar con violencia a sus contrincantes, violar a sus mujeres y quitarles hasta el último grano de humanidad.
Constantemente se recuerdan esos hechos como prueba del pasado oscuro de la historia; fragmentos que el mundo debe tomar en cuenta si quiere seguir viviendo. Se habla de las masacres que causaron los Nazis, la Unión Soviética y hasta Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, existe una nación que ha limpiado tanto su imagen que el planeta ha olvidado sus crímenes y genocidios: Japón.
El horror japonés
Japón desarrolló fuertes intereses similares a los del Partido Nacional Socialista en Alemania; su imperialismo se extendió hasta que durante la Depresión económica de 1930 el fascismo cobró fuerza en el aspecto militar. El emperador Hirohito estaba en contra de los intereses comunistas de China y las tensiones crecieron hasta que se desató el enfrentamiento asiático más grande del siglo XX, la Segunda Guerra Sino-Japonesa.
China fue apoyada por E.U, la Unión Soviética y Alemania en contra de Japón, cuyo poder militar era superior. La guerra duró desde 1937 hasta 1945, cuando la nación nipona fue derrotada por las fuerzas norteamericanas.
En ese periodo, el ejército japonés fue culpable de múltiples atrocidades en contra de la humanidad. Uno de los más olvidados es el genocidio conocido como la Masacre de Nankín, donde se aproxima que murieron hasta 300 mil civiles inocentes desarmados. El violento e inhumano suceso no fue más que una forma brutal de los nipones para intimidar y provocar al gobierno.
¿Qué sucedió?
A pesar de que algunos nacionalistas japoneses aún insisten en que el suceso nunca tuvo lugar, existen múltiples recuentos periodísticos, registros históricos y declaraciones de veteranos que hablan sobre la masacre.
En aquel entonces Nankín era la capital de la República de China. Japón había logrado controlar Shanghai así que era inevitable mantener las defensas sobre la ciudad. Alemania aconsejó a Chiang Kai-shek, líder militar, crear defensas alrededor del resto del territorio dejando a los nipones tomar control de la población. El gobierno abandonó a su pueblo.
Los periodistas Asami Kazuo y Suzuki Jiro afirman que las primeras acciones de los japoneses fueron crear concursos de asesinatos entre los militares de alto rango. Aquellos que mataran más personas al acabar el día ganarían diferentes premios. Asimismo, la masacre se llamó La violación de Nankín debido a todos los abusos sexuales en contra de todas las mujeres que eran capturadas por los militares. El príncipe Yasuhiko Asaka era el encargado del área y no hizo nada por detener los horrores.
El libro «Imperialismo japonés y la masacre de Nankín» presenta evidencia de que los soldados abusaron de aproximadamente de 20 mil, incluyendo niñas. Fueron violadas con armas, heridas de muerte con palos de bambú. Iris Chang escribió que forzaron a familias a cometer actos de incesto sólo como forma de entretenerse.
Chang también revela que un tercio de la ciudad fue saqueada y destruida. 100 mil personas murieron a sangre fría, decapitados, violados o desmembrados. Los prisioneros de guerra, cuya vida estaba protegida por las leyes bélicas, fueron asesinados. El evento duró seis semanas.
¿El motivo?
No hubo órdenes directas ni razones para crear dicha masacre. El propósito era capturar la ciudad y controlarla, tomándola como centro clave para la expansión japonesa. Sin embargo, los soldados que habían pasado por Shanghai habían asesinado más personas de lo que habían pensado y como indica Jonathan Spence en su análisis sobre el suceso: pudo haber sido causado por estar aburridos, por la frustración o simplemente fue el complejo de superioridad, lo que los llevó a quitarle la humanidad a miles de personas, destruirlas, quemarlas y olvidarse de ellas para eventualmente llegar a su hogar.
Nunca fueron castigados. Algunos de ellos pelearon contra Estados Unidos y su sueño imperialista murió con la caída de las dos bombas atómicas siete años después; otro hecho que resultó en la muerte de inocentes mientras los responsables se mantienen en edificios donde nadie los puede lastimar.
Eran salvajes, tal como eran percibidos los nativos americanos cuando llegaron los conquistadores. Quizá así es la humanidad y no hay nada que pueda cambiarlo.
Fuentes:
«Japanese Imperialism and the Massacre in Nanjing», Gao Xingzu; Wu Shimin; Hu Yungong; Cha Ruizhen. (2012)
» The Search for Modern China» Spence, Jonathan D. (1999)
«The Rape of Nanking» ,Chang, Iris. (1997)
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