Las atrocidades de cinco sanguinarios soldados nazis que escaparon a la cárcel
A pesar de que Oskar Groening ha sido condenado, otros criminales como Gerhard Sommer o Vladimir Katriuk han evitado las rejas
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No han pasado ni 24 horas desde que el tribunal alemán de Lueneburg declaró al «contable de Auschwitz», Oskar Groening, culpable de haber colaborado en la muerte de más de 300.000 judíos durante su estancia en ese campo de concentración. Con todo, ya son decenas los organismos (y representantes de las víctimas del Holocausto) que han declarado estar a favor de la sentencia (según la cual pasará cuatro años en la cárcel). Sin embargo, también son otros tantos los que critican que haya habido que esperar tanto para que un criminal de guerra haya sido juzgado y condenado.
No es para menos, pues hay otros tantos soldados nazis que, a pesar de estar involucrados (presuntamente, pues todavía no han sido juzgados) en matanzas, actos de odio y crueles prácticas en varios campos de concentración, permanecen en libertad. Varios han evitado pasar por el estrado debido a su edad e, incluso, han fallecido sin haberse puesto delante de un juez para pagar por sus crímenes. Un ejemplo de ellos es el exteniente de las SS Gerhard Sommer quien, a sus 93 años, podría evitar sentarse en el banquillo debido a su Alzhéimer.
Todo ello, a pesar de que –a día de hoy- personas como Kurt Schrimm (de la Oficina Central de Alemania para la investigación de los crímenes nacionalsocialistas) lucha jornada tras jornada para «cazar» a aquellos que hayan conseguido eludir la justicia junto a otras 20 personas, cinco fiscales y dos agentes de policía. «Se lo debemos a las víctimas y a sus familias. Debemos llevar a estos criminales ante la justicia. Ya no estamos sentados en pupitres, esperando hasta que los casos llegan a nosotros. Vamos a la caza de estas personas», explica el germano en declaraciones recogidas por varios medios internacionales.
Cinco asesinos nazis que no han pisado la cárcel
1-Vladimir Katriuk
Vladimir Katriuk fue un official de las SS que, el 22 de marzo de 1943, participó –presuntamente- en una de las masacres más crueles de la Segunda Guerra Mundial, la que se perpetró sobre el pueblo bielorruso de Khatyn. Aquel día, este ucraniano y su unidad sacaron a la ciudad entera de sus casas (mujeres y niños incluidos) y los metieron en un cobertizo. Posteriormente, les prendieron fuego. Aquella jornada mueron 149 inocentes.
Katriusk sobrevivió a la guerra y logró emigrar hasta Canadá con documentación falsa. Allí pasó sus últimos años. Sin embargo, este mismo año el Centro Consultivo de Relaciones Judías e Israelíes solicitó al gobierno del país que reabriese su caso y que fuese juzgado (algo que no se había logrado en un juicio durante 1999, cuando no se hallaron pruebas contra él). Sin embargo, falleció a finales de mayo sin pasar por la cárcel.
Puedes leer la historia completa de Katriusk y de la matanza de Khatyn en el siguiente enlace: Khatyn, la sangrienta masacre en la que los nazis quemaron vivos a bebés y niños.
2-Gerhard Sommer
Gerhard Sommer, extenienet de las SS, es otro de los alemanes que podría quedarse sin ser juzgado. Este germano estuvo acusado de participar, el 12 de agosto de 1944, en la masacre de la región de Sant-Anna di Stazzema (en la que los nazis asesinaron con lanzallamas y subfusiles a 560 civiles, la mayoría mujeres y niños).
A pesar de que fue declarado culpable en 2005 «in absentia» por un tribunal italiano (es decir, sin estar presente), este miembro de la 16º «Panzergrenadier-Division Reichsführer-SS» terminó siendo absuelto por falta de pruebas. En la actualidad, y a sus 93 años, vive en una residencia de ancianos y –según el diario alemán «Bild»- podría no ser juzgado de nuevo debido a que su Alzhéimer le impide declarar.
Puedes leer la historia completa de Sommer y de la matanza de Sant-Anna di Stazzema en el siguiente enlace: Cuando los nazis quemaron vivos a cientos de mujeres y niños con lanzallamas.
3-Charlotte S.
Charlotte S. es un personaje en cierta forma desconocido, pero no por ello menos controvertido. Esta alemana formó parte de las 3.700 mujeres de las SS que hacían las veces de guardianas en los campos de concentración nazis. Su caso es sumamente llamativo pues, a pesar de que durante la Segunda Guerra Mundial se hizo famosa por maltratar a los reos de formas inimaginables y educó a su gigantesco perro para que arrancara los genitales de los presos, nunca fue juzgada. Así lo desveló en exclusiva el diario «Bild» en 2014. Desde entonces, su pista se ha perdido.
Puedes leer la historia completa de Charlotte S. en el siguiente enlace: La guardiana nazi que entrenó a su perro para arrancar los genitales a los presos.
4-Hans Koenig
Hans Koenig, actualmente de 94 años, es un alemán originario de Bratislava que vive en un pequeño pueblo cerca de Stuttgart (en Alemania). Conocido como el «matón» de Auschwitz, durante su estancia en este campo de concentración disfrutaba siendo cruel con los reos. Según afirmaba, por «su propio bien».
Nunca negó las torturas contra los prisioneros, de hecho, se ha vanagloriado en varias ocasiones de la forma en la que el nazismo actuó contra ellos. «En ese momento yo estaba contento de pertenecer a la etnia alemana y de formar parte de aquello», señaló durante una entrevista.
Entre otras cosas, este germano afirmó que conocía la existencia de las cámaras de gas, así como de las hambrunas, las palizas y los asesinatos masivos que se cometían en Auschwitz. A pesar de que fue declarado apto para ser juzgado (no como Sommer) la justicia nunca dio un paso más y jamás pisó un tribunal. Lo mismo sucedió con la cárcel.
5-Stefan M.
Stefan M. era muy joven cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, pues apenas había abandonado la adolescencia. Sin embargo, no dudó en presentarse voluntario en las SS, donde fue admitido y ascendió hasta llegar a ser uno de los guardias que vigilaba a los presos en Auschwitz. Se tiene constancia de que participó en varias ejecuciones de prisioneros. En una de ellas, sucedida el ocho de octubre de 1942, disparó junto a otros cinco soldados contra 10 presos que trataban de escapar del centro de confinamiento (todos ellos desarmados).
A pesar de sus crímenes, sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial y logró hacerse con una casa en la ciudad bávara de Bamberg. En la actualidad cuenta con 89 años y todavía no ha sido juzgado. Actualmente, y según su mujer, tiene problemas mentales que le impedirían declarar en un juicio. «Lo siento, pero mi marido sufre una grave demencia. Él no puede recordar lo que pasó en los años de la guerra», explicó su esposa. El caso ha sido archivado.
Origen: Las atrocidades de cinco sanguinarios soldados nazis que escaparon a la cárcel