Madrid, 1969. La policía franquista asesinó al estudiante ANTIFASCISTA ENRIQUE RUANO, tras dispararle le arrojaron por la ventana de un 7º piso | RecueRda RepúBlica, documento memoria
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Enrique Ruano Casanova nació en Madrid en 1947 era estudiante de Derecho y miembro del grupo antifranquista Frente de Liberación Popular (FLP o Felipe), un movimiento nacido en 1956 como oposición al franquismo y que logró muchos afiliados entre la disidencia estudiantil. El 17 de enero de 1969, Enrique Ruano y su novia Dolores González Ruiz, ambos estudiantes de Derecho, Abilio Villena y José Bailo, cenaban y celebraban una reunión del FLP en un restaurante cercano a la Plaza Castilla. Los 4 estudiantes fueron detenidos, interrogados y torturados en la DGS.
A los 3 días Ruano fue llevado a un edificio de la calle del Príncipe de Vergara, entonces General Mola, de Madrid, para efectuar un registro de la vivienda, y allí cayó por una ventana del 7º piso. El suceso fue presentado oficialmente como un suicidio, el joven se arrojó por la ventana. Se filtró a la prensa un supuesto diario en el que Ruano expresaría intenciones suicidas. Manuel Jiménez Quílez, director general de Prensa a las órdenes del Ministro Manuel Fraga Iribarne, movilizó al diario ABC, dirigido entonces por Torcuato Luca de Tena, y encargaron al periodista Alfredo Semprún que preparara un reportaje «definitivo» acerca de las razones del suicidio.
Luca de Tena confesó que Fraga le ordenó publicar anotaciones manipuladas del diario íntimo de Ruano para que pareciese una persona inestable que se había suicidado. Fraga llamó por teléfono al padre de Ruano amenazándola para que dejara de protestar, recordándole que tenía otra hija de la que ocuparse. En febrero de 1969 los 3 policías que le detuvieron, Francisco Luis Colino Hernanz, Celso Galván Abascal y Jesús Simón Cristóbal, de la Brigada Político-Social (BPS) recibieron una “felicitación por los servicios prestados”.
El conjunto del movimiento antifranquista consideró la muerte de Enrique Ruano como un asesinato. Varios intelectuales apoyaron también la tesis del crimen político que fue creciendo ante las contradicciones de la versión oficial que fue variando con el paso de los días. Varios abogados pidieron que se realizara una investigación de los hechos sin conseguirlo.
Inmediatamente el gobierno franquista decretó el estado de excepción en toda España como respuesta a las huelgas de obreros y manifestaciones de estudiantes Durante los 3 meses que duró el estado de excepción, la policía franquista detuvo y puso a disposición del Tribunal de Orden Público a cientos de estudiantes de diferentes universidades de toda España. Había que frenar el movimiento costase lo que costase e infundiendo miedo tenían la batalla ganada. ¿Quién aseguraba a los estudiantes que no iban a correr la misma suerte que Ruano?
El sindicalista José Luis Úriz recuerda que cuando estudiaba ingeniería de telecomunicaciones en Madrid, fue detenido y torturado por el inspector Antonio González Pacheco, Billy el Niño. Mientras golpeaba a Úriz, otro policía que participaba en el interrogatorio le dijo al torturador: «ten cuidado que se te va a ir la mano otra vez y lo vas a matar», y Pacheco respondió: «no importa, hacemos como con Ruano, lo tiramos por la ventana y decimos que se quería escapar».
El abogado José María Mohedano afirmó que ahora se sabe que uno de los policías le disparó antes de arrojarle por la ventana del séptimo piso. Posteriormente, serraron el hueso de la clavícula para que no apareciese la bala y falsearon la autopsia. La familia consiguió que el Tribunal Supremo ordenara reabrir el caso en 1994. Después de 27 años, en 1996, fueron encausados los 3 policías. El proceso se complicó por la extraña desaparición de algunas pruebas como un trozo de la clavícula del joven.
La falta de estas pruebas ocasionó que finalmente los policías fueran absueltos, aunque con un voto particular de uno de los miembros del Tribunal, que disintió de ese veredicto, la magistrada María José de la Vega Llanes, ponente de la sentencia, que consideró probado que Enrique Ruano murió de un disparo de bala realizado por uno de los 3 policías. Como con decenas de miles de crímenes franquistas, éste también quedó impune.
La hermana de Enrique, Margot Ruano, recuerda que Manuel Fraga Iribarne, es recordado hoy día como ‘padre de la democracia’ e incluso disfruta de un busto que honra su figura en el Senado: “Cada vez que escucho eso de padre de la democracia siento que se produce en mí una especie de esquizofrenia. No puedo entender por qué se hizo esa campaña. Tampoco puedo entender cómo siendo él ministro de Gobernación se ordenó disparar contra los obreros en Vitoria (matanza del 3 de marzo de 1976). Fraga será un gran padre, pero no de la democracia”.