26 abril, 2024

Mitos y secretos de las prácticas sexuales de la Edad Media: «En España, las axilas sudorosas eran eróticas»

Por mucho que nos hayan repetido, las prácticas sexuales en la Edad Media no eran oscuras ÁTICO DE LOS LIBROS
Por mucho que nos hayan repetido, las prácticas sexuales en la Edad Media no eran oscuras ÁTICO DE LOS LIBROS

Mitos y secretos de las prácticas sexuales de la Edad Media: «En España, las axilas sudorosas eran eróticas»

Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!

La historiadora Katherine Harvey recibe a ABC de buena mañana en su propio hogar, aunque a través de videoconferencia; una reminiscencia de la pandemia. Da respuestas cortas, pero efectistas; y no se ruboriza ni una vez a pesar de que pasa más de una hora hablando de las prácticas sexuales en la Edad Media. Mientras enarbola en las manos su nuevo ensayo –‘Los fuegos de la lujuria’ (Ático de los libros)– destruye mitos y levanta realidades sobre los coitos de hace un milenio. Está harta de escuchar falacias sobre cinturones de castidad o derechos de pernada. Y más, cuando la época que estudia –del siglo XII al XVI– no necesita de exageraciones para llamar la atención de los lectores. Le basta con señalar que «en España, las axilas sudorosas eran eróticas» para encandilar al público. Y eso es solo para abrir boca….

-¿Era el sexo un tema tabú en la Edad Media?

Pasaba algo similar a lo que sucede hoy en día. Había gente muy puritana, pero otra que se mostraba abierta con respecto a este tema. La Iglesia, por su parte, era bastante estricta a la hora de establecer lo que estaba bien y mal. Al final, existían un amplio abanico de opiniones. Lo mismo sucede en las fuentes: navegan entre el recato y la claridad.

-¿Cuáles son los mayores mitos sexuales que todavía perviven sobre la Edad Media?

Hay una gran variedad. El mayor mito es el que afirma que la Iglesia se oponía frontalmente al sexo. La realidad es que lo veía con cierto tabú, pero la institución entendía que, para la mayoría de los seglares, tenerlo dentro del matrimonio era perfecto porque ponía bajo control el pecado y contribuía a engendrar más cristianos. Tras él existen otros tantos grabados en la cultura popular; por ejemplo, el uso del cinturón de castidad o el derecho de pernada. Falacias que han extendido obras como ‘Las bodas de Fígaro‘ o ‘Braveheart‘. Pero quiero dejar claro que son mentiras ideadas en la era moderna, no existían en la antigüedad.

LEER  El saco de Roma

-Tengo que preguntarle de ambos…

El derecho de pernada era, presuntamente, el derecho que tenía el señor feudal de tomar la virginidad de la novia cuando se desposaba la primera vez. Es un mito grabado en la cultura popular, pero que no tiene base en las fuentes. Por otro lado, se cuenta que el cinturón de castidad era un instrumento que se utilizaba para que las mujeres no tuvieran relaciones sexuales cuando sus maridos se iban a las cruzadas. Aunque, de nuevo, no tenemos ejemplos de su existencia en las crónicas originales. La idea nació por culpa de películas cómicas modernas. ¿Por qué ha funcionado tanto? Por esa doble visión que tenemos de los medievales: la de una sociedad puritana, pero obsesionada por el coito.

Los fuegos de la lujuria

Imagen - Los fuegos de la lujuria
  • Editorial Ático de los libros
  • Páginas 352
  • Precio 22,90 euros

-¿Hasta qué punto llegaban las restricciones de la Iglesia?

Solo se podía tener sexo en el matrimonio y solo si servía para la reproducción. En ese caso estaba bien; en el resto, no. No se veía con buenos ojos la masturbación, el sexo anal, la homosexualidad… También había otras restricciones que hacían referencia al momento y el lugar en el que se podía tener sexo. Un ejemplo es que no se permitía tener coitos en Viernes Santo.

-¿Se casaban jóvenes los medievales para poder tener relaciones sexuales?

En realidad, la sociedad medieval no se casaba tan joven como creemos; o, al menos, no en toda Europa. Aunque existió una gran diferencia entre el norte y el sur. En Inglaterra, por ejemplo, contraían matrimonio entre los veinte y los veinticinco, algo que no nos extraña demasiado en la actualidad. Pero esta práctica no se efectuaba en la juventud porque les importaba mucho la idea de consentimiento. Se estableció una edad entorno a los doce años para las mujeres y los catorce para las mujeres. También se reconocía que los adolescentes tendían a ser bastante lujuriosos, y el hecho de que mantuvieran muchas relaciones sexuales contrariaba. En primer lugar, por los problemas médicos que podía acarrear, pero también por los efectos que este desenfreno podría tener en su descendencia.

-¿Existe alguna práctica sexual especialmente perturbadora en la Edad Media?

Más que prácticas extrañas, diría ideas diferentes. Siempre me ha llamado la atención lo preocupados que estaban por el sexo anal y el oral. También sorprende lo habitual que era el sexo interfemoral, tanto como para evitar concebir hijos, como práctica homosexual. Pensaban que era un pecado menor que el anal.

Representación de un anciano entregando a sus hijas a un noble en la Edad Media. Este y otros tantos cuadros generalizaron la mentira del derecho de pernada ABC

-¿Se ha sonrojado alguna vez leyendo o hablado de alguna práctica sexual medieval?

LEER  La España secuestrada: asesinatos, campos de concentración, expropiaciones, penales de presos, robo de bebés y torturas – 80 años de la Guerra Civil

[Ríe] Si no fuera una persona que tiende a hablar con libertad de este tema, no habría hecho este libro. Me siento cómoda al hablar de sexo. Aunque creo que al público sí le ha ruborizado la falta de connotación sexual que tenía para los medievales el término ‘joder’. Para ellos no era ofensivo. Lo utilizaban para nombrar pueblos, personas… Para ellos significaba también golpear. También ha impactado mucho la portada del libro…

-Hablemos del canon de belleza. Afirma que, en España, los hombres adoraban que las mujeres tuviesen las axilas húmedas…

¡Cierto, las axilas húmedas! Sí, les encantaban. Pero era una de las muchas características que adoraban los medievales. También preferían los pechos pequeños porque consideraban que, si las mujeres los tenían grandes, es que eran una frescas. Y preferían los vientres más carnosos porque entendían que eran más fértiles. Por su parte, las mujeres estaban obsesionadas con el tamaño del pene.

-¿Eran las prácticas sexuales en España diferentes a las del resto de Europa?

Tenía diferencias con respecto a Europa. La primera estaba relacionada con el sexo interracial e interreligioso. En España preocupaba mucho por las diferentes confesiones que existían en la Edad Media. Otra tenía que ver con el sexo de los clérigos. A partir del siglo XI no podían mantener relaciones, aunque España fue uno de los países en los que esta norma se hizo cumplir con menos fuerza. En la península los religiosos podían vivir con mujeres; se permitía mientras no se dedicasen a nada turbio como cazar vírgenes o perseguir mujeres de forma grotesca.

-¿Monjes que mantenían relaciones largas con mujeres?

Sí. Hay ejemplos de clérigos que mantuvieron relaciones largas con mujeres. A veces la Iglesia les multaba, pero no era excesiva. En la práctica era como pagar un impuesto. Ejemplos hay muchos. Se sabe que un monje tuvo un romance con una cortesana llamada Ermesinda durante muchísimos años.

LEER  Puñaladas, traiciones y odio: la irracional ‘Guerra Civil’ entre los republicanos en el exilio

-Habla en su libro sobre los castigos contra los delitos y las prácticas sexuales más turbias

Había una gran variedad. Desde los leves para aquellos que hubieran mantenido relaciones sexuales antes del matrimonio –un sermón en la Iglesia–, hasta los más severos. Variaron mucho con el tiempo. En el siglo XV hubo mucha preocupación con la homosexualidad, por ejemplo, y las penas podían derivar en exilio o ejecución. En el siglo VIII, en Francia, se desnudaba a los adúlteros en público, les pintaban los genitales y les hacían correr por las calles de la ciudad. Eso suponía una humillación y les marcaba socialmente.

La Virgen con el Niño. Este cuadro usó como modelo a la amante del Rey Carlos VII de Francia ABC

-¿Cómo era vista la prostitución?

No les sorprendía. La Iglesia entendía que las prostitutas eran almas pecadoras que podían redimirse. Hubo un debate sobre el estatus de las meretrices. En la plena Edad Media era una práctica ilegal. Más adelante, en el siglo XIV, se tendió a controlarla y a confinar a las mujeres en distritos rojos; así, todos los problemas estaban en el mismo lugar. Pero la sociedad medieval se percató de que esto no funcionaba y el enfoque se abandonó.

-¿Se veía el sexo con una prostituta menos casto que aquel que se llevaba a cabo en el seno del matrimonio?

Lo que les preocupaba era que se mantuvieran relaciones con personas de otras religiones o que hubiera relaciones incestuosas. Siempre teniendo en cuenta que, para ellos, el parentesco político era similar al sanguíneo en este sentido. Al final, consideraban que la prostitución era un mal menor; entendían que era mejor tener sexo con una prostituta que inquietar a una mujer casada. Que hombres como los cruzados, que pasaban años fuera de su hogar, utilizaran este ‘servicio’ no era algo extraño para la sociedad medieval.

-¿Ha cambiado tanto como creemos el sexo desde la Edad Media?

Obviamente hay muchas actitudes que han cambiado, como la visión religiosa relacionada con el sexo. También se ha evolucionado en cuanto a la mentalidad. Por entonces se pensaba que una manzana podrida infectaba al resto del barril y que, por tanto, no se podían permitir ciertas prácticas desviadas. Por eso, consideraban la sexualidad algo público. Al final, lo que ha cambiado mucho es el cómo vemos el sexo, pero no lo que hacemos dentro del sexo.

Origen: Mitos y secretos de las prácticas sexuales de la Edad Media: «En España, las axilas sudorosas eran eróticas»

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Este sitio web utiliza cookies. Al continuar utilizando este sitio, acepta nuestro uso de cookies.