29 abril, 2024

Tomar, los últimos Templarios

Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!

Los caballeros templarios, el Temple, la más antigua y famosa orden militar, erigieron en Tomar, Portugal, un castillo sobre el que sus sucesores, los Caballeros de Cristo, levantarían un convento que fascina a quien lo visita.

El Convento de Cristo, en Tomar, Portugal, constituye el último refugio de los templarios en la Península.

Ningún acta o documento contemporáneo relata el nacimiento hacia 1120 en Jerusalén, del primitivo núcleo de los “pobres caballeros de Cristo”, los Templarios, la primera y más famosa de las órdenes militares.

Iglesia y Charola del Convento de Cristo en Tomar

Jacques de Molay, último gran maestre de los templarios, era el padrino del hijo del rey francés, Felipe IV “el Hermoso”; un rey que en 1306 se refugió durante tres días en el templo de París para escapar de una revuelta. Tal vez esa visita avivó su codicia por los bienes de los caballeros. En cualquier caso fue la voluntad real la que precipitó los sucesos posteriores, secundado por el Papa.

Emblema de los Caballeros de Cristo en Tomar

Clemente V, ex arzobispo de Burdeos, se coronó como papa en 1305 y trasladó la sede pontificia a Avignon, donde permaneció durante setenta años.

En la noche del 12 de octubre de 1307 tropas de Felipe asaltaron el templo parisino y arrestaron a los presentes, incluido el gran maestre, Jacques de Molay.

Detalle Charola Templaria de Tomar

Tras un larguísimo proceso, lleno de irregularidades, torturas, falsos testimonios y confesiones increíbles, en 1312 la bula papal Vox in excelso declara disuelta la orden. El propio papa reconoció que se carecía de pruebas fehacientes contra los templarios, pero que él mismo estaba convencido de su culpabilidad.

Rotonda fortificada de los templarios en Tomar

Claustro principal del Convento de Cristo, de los templarios, en Tomar

El 14 de marzo de 1314, los cuatro grandes oficiales templarios fueron llevados hasta el patíbulo, para escuchar su sentencia, la cadena perpetua. Entonces Jacques de Molay habló. Abjuró de sus confesiones, obtenidas bajo tortura, proclamó la inocencia de la orden y condenó la codicia del rey.

El comendador de Normandía, Geoffroy de Charnay, respaldó a su maestre. A la mañana siguiente ambos fueron quemados vivos en una lenta pira de carbón mientras proclamaban su inocencia y la de los templarios.

Inacabada Sala del Capítulo, Convento de Cristo en Tomar

En ese momento Jacques de Molay instó a Felipe y a Clemente a preparase para el Juicio Final, y a rendir cuentas ante Dios. Realidad o ficción, lo cierto es que pocos días después Clemente murió, y el rey lo hizo ese mismo otoño. Además, sus tres hijos y sucesores murieron jóvenes, dando origen a la leyenda de la maldición templaria.

Desde mediados de 1200 habían surgido varias ordenes militares de carácter nacional, fuertemente ligadas a las monarquías. En Portugal, el rey Dinis fundó la orden de los Combatientes de Cristo, avalada por el papa Juan XXII en 1319, y levantada sobre los restos, materiales y espirituales, del Temple en el reino luso. Aunque se estableció su sede en Castro Marim, ya en 1357 se había trasladado a Tomar. Su período de gloria corresponde con el principio del siglo XV, con el infante Enrique el Navegante como gran maestre de la orden (1418-1460).

Detalle del Claustro del Cementerio del Covento de Cristo en Tomar

La gran fortuna acumulada les permitió financiar los grandes descubrimientos y fueron numerosas las carabelas que recorrieron los océanos enarbolando la gran cruz roja, su emblema. Los caballeros de Cristo subsistieron como orden militar hasta su secularización en 1780, y hoy día sigue siendo la mayor distinción honorífica de Portugal.

Detalle con esfera armilar de la janela del Convento de Cristo en Tomar

El castillo templario, de 1160, construido para garantizar el avance cristiano hacia el sur,  es el origen del Convento de Cristo. Su estructura más llamativa es la charola, la rotonda fortificada que se concluyó durante la primera mitad del siglo XIII y que sigue el modelo del Santo Sepulcro de Jerusalén. Es una construcción octogonal con dos pisos sostenidos por ocho pilares, y una girola con bóveda anular que separa este octógono del polígono exterior de dieciséis lados. Se encuentra decorada con pinturas y estatuas de madera policromada.

Charola de los templarios del convento de Cristo en Tomar

En el inmenso recinto recorremos claustros, dormitorios, las cocinas, el refectorio, la sala capitular, los dormitorios, la iglesia, ruinas como las de la antigua e inacabada sala del capítulo, escaleras de caracol, pasillos… e una especie de laberinto en piedra por el que repasamos la historia de la arquitectura: románico, gótico, manuelino y renacentista son los estilos que encontraremos representados.

Antiguo refectorio del Convento de Cristo en Tomar

El manuelino tiene aquí el que tal vez sea su mejor exponente, la Janela, ventana, del arquitecto Diego de Arruda esculpida entre 1510 y 1513. A partir de las raíces de un alcornoque, sostenidos por el busto de un capitán, la ventana se enmarca en dos mástiles con múltiples entorchados. La decoración marina permite ver corales, algas, cabos, maromas, corcho, cadenas… Rematan el conjunto los emblemas del rey Manuel II, y se hace alusión al Toisón de Oro y a la orden de la Jarretera.

Janela Manuelina del Convento de Cristo en Tomar

Leer la piedra, identificar señales, recorrer este espacio fortificado en busca de significados, uno se siente dentro de estas edificaciones como en una novela.

Busto del capitán de la ventana manuelina del convento de cristo en Tomar

Revisando en nuestras notas de la primera vez que visitamos el Convento de los Caballeros de Cristo nos damos cuenta de que este blog ya estaba en marcha mucho antes, cuando bitácora tenía aún un significado analógico.

Escalera del Claustro Principal del Convento de Cristo, en Tomar

Leer sobre el destino, investigar, conectarlo con otras visitas y otros conocimientos, esquivar el bullicio de los turistas mientras la maldición de los Templarios cobra vida en nuestra imaginación.

Detalle de la fachada de la iglesia del Convento de Cristo en Tomar

Hemos recomendado en muchas ocasiones esta visita, ahora lo hacemos también desde aquí, el castillo de Tomar ha sido generoso y siempre nos ha regalado un azul perfecto de fondo para nuestras fotos. Que lo disfrutéis.

Detalle Iglesia del Convento de Cristo, Tomar

Origen: Tomar, los últimos Templarios | El Guisante Verde Project – Blog de Viajes

LEER  La desastrosa estrategia británica que condujo a la II Guerra Mundial: Hitler se rio de sus 'regalos'

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Este sitio web utiliza cookies. Al continuar utilizando este sitio, acepta nuestro uso de cookies.