El ejército fantasma que se burló de los nazis y ayudó a ganar la guerra – Cultura Colectiva
Conoce la historia de este frente de batalla que sin necesidad de empuñar un arma, sino de una manera más inteligente derrotaron a los alemanes.
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En la Segunda Guerra Mundial no sólo participaron soldados debidamente entrenados para asesinar.
Estados Unidos, la nación del espectáculo, de los fuegos artificiales, de los grandes shows y de hacer excesivo lo excesivo para entretener al mundo, reclutó a mil 100 artistas, arquitectos, actores, diseñadores de agencias de publicidad e ingenieros para combatir en el conflicto mencionado. Algunos de ellos eran estudiantes de universidades de Nueva York o Filadelfia. Lo hicieron en el frente de batalla pero sin necesidad de empuñar un arma, sino de una manera mucho más inteligente para derrotar a los alemanes: los engañaron con un “ejército fantasma”.
Bien dicen que todo es válido cuando se trata de ganar a costa de tu rival. Estados Unidos lo tenía bien claro cuando tuvo la idea de construir vehículos militares falsos con ayuda del grupo de profesionales anteriormente mencionado. Algunos eran, literalmente, figuras inflables que recreaban detalle a detalle un tanque de guerra normal, un avión o un jeep. Eso no fue todo: contrataron a ingenieros de la compañía Bell para que les ayudaran a recrear sonidos de tanques que serían puestos en bocinas para hacer creer al rival que el ejército americano estaba cerca.
También solicitaron los servicios de expertos en radiocomunicaciones, los cuales se encargarían de transmitir información falsa para ser “interceptada” por los alemanes. El teatro armado serviría como una de las bases sobre las que se asentaría el arte del engaño y la desinformación para tragedia del enemigo. Todo ello fue coordinado por la 23º Compañía de Tropas Especiales, la cual a su vez dividió a este ejército falso de la siguiente manera: 603º de Ingenieros de Camuflaje, la 3132º Compañía de Señales y la Compañía Especial de Señales. Todo corría bajo la supervisión del general George Patton. Las primeras maniobras y ensayos se dieron en la ciudad inglesa de Dover, debido a su cercanía con Francia, uno de los territorios ocupados por los alemanes.
Ocho días después del desembarco de Normandía, esta unidad entró en acción. La estrategia era que los alemanes descargaran su arsenal sobre las figuras falsas y los verdaderos tanques, vehículos y cañones sufrieran el menor daño posible. Resultó un completo éxito. Meses más tarde, la misión se repetiría en Brest, una ciudad portuaria de Francia donde los estadounidenses cercaron a los alemanes usando una estrategia maravillosa: atacaron por los flancos usando el ejército fantasma mientras los soldados debidamente armados, y en mayor número, lo hicieron por el frente. Sobra decir que los alemanes fueron tomados totalmente por sorpresa y con una desorganización tal que facilitó el sometimiento de los americanos en su contra.
El teatro iba cobrando cada vez mayor relevancia, incluso se mandaron hacer parches para identificar a las unidades falsas. Los alemanes conversaban entre sí acerca de que los Estados Unidos contaban con unidades “poderosas” que antes no habían sido detectadas. Sin duda, para ellos, la amenaza era real y muy seria. Esta estratagema se dio entre 1944 y 1945.
Los actores contratados se paseaban por tabernas y calles de los pueblos franceses liberados con la intención de despistar con sus presencia a los posibles espías alemanes. Tenían conversaciones falsas sobre los puntos que supuestamente atacarían o las fechas en que lo llevarían a cabo. La ventaja que esto les dio fue determinante para el éxito de las operaciones aliadas.
Durante sus ratos libres, los soldados-artistas se dedicaron a crear diseños y pinturas acerca de lo que estaban realizando y las travesías que emprendieron para dar cuenta de los nazis. Obviamente su vena artística no fue empañada por la guerra, al contrario, fue gracias a ella que pudieron ayudar a su país para llevar a cabo con éxito su misión.
Se dice que la 23º Compañía de Tropas Especiales participó en cerca de 20 operaciones en Francia, Bélgica, Luxemburgo y Alemania en las que ayudaron a salvar miles de vidas de soldados norteamericanos. Resulta increíble la eficacia de uno grupo de artistas y los generales a su cargo para evadir el ojo alemán con un puñado de tanques inflables, sonidos pregrabados e información falsa emitida por radio. El peligro al que fueron expuestos fue monumental. Fue hasta 1996 que la humanidad conoció la existencia del ejército fantasma cuando el ejército de los Estados Unidos desclasificó la información.
Finalizado el conflicto, con los alemanes derrotados, los artistas regresaron a sus hogares, continuaron sus carreras en el mundo del arte y varios de ellos triunfaron en campos como la moda, el diseño, la arquitectura y la fotografía.
Existe un documental, dirigido por Rick Beyer y rodado en 2013, que relata lo ocurrido con este batallón de artistas. Los testimonios de varios de los sobrevivientes se presentan para que el mundo conozca su hazaña, sus vivencias y sentimientos. Una aventura que pocos creerían de no ser cierta.
Sin duda, los alemanes fueron una audiencia admirable que creyó cada una de las escenas y acto que los estadounidenses les ofrecieron para su deleite. Seguramente en su interior quisieron ovacionarlos de pie.
No hay duda: la Segunda Guerra Mundial es uno de los acontecimientos de la humanidad que más secretos y sorpresas guarda conforme se investiga más acerca de ella. Conoce la historia de los nazis mexicanos que participaron en el Holocausto. Otra impresionante historia que debes conocer es la de la mujer de 90 años que seducía y asesinaba nazis en la guerra.
Origen: El ejército fantasma que se burló de los nazis y ayudó a ganar la guerra – Cultura Colectiva